Hoy día, sujeta los pantalones, representa el nivel del que lo porta, y en muchas ocasiones, sujeta también un ego prominente, como la barriga que le cuelga por encima del cinturón.
Antiguamente, y con esto me estoy yendo tan sólo 20 ó 30 años atrás, el cinturón negro representaba a alguien que era “experto” en el arte marcial que practicaba. Hoy día, puedes comprar cinturones negros por internet, y no me estoy refiriendo a webs como ésta que te venden “el producto” físico, sino a certificados convalidados por diferentes organizaciones mundiales de pseudo-prestigio.
Y en este sentido “el hábito no hace al monje”. Por mucho que uno se vista de cinturón negro… si no lo demuestra en el tatami, que es donde se debe demostrar, de poco le servirá.
Por otro lado, mi profesora de teatro también me enseñó que si bien es cierto que ”el hábito no hace al monje”… si “ayuda a hacerlo”.