Como interpretar KATA

Como interpretar KATA

KATA

KATA, la danza del guerrero

Me sitúo justo en el centro, y me preparo. Mi piel se eriza, mi respiración aumenta de velocidad, y comienzo a sentir el peligro… miro a mi alrededor y estoy rodeado. ¡AAAIIIAA! Dirijo la mirada hacia la izquierda ¡me atacan!.

Sin saber ni como ni porque mi cuerpo comienza a bloquear y atacar, miro hacia atrás, y me ataca otro, lo intercepto, lo cojo, lo giro y lo derribo; mientras lo controlo, echo una mirada a mi alrededor, busco algún punto por donde escapar, observo donde están mis adversarios, y cuestiono sus capacidades, remato al sujeto que tenía controlado, salto y me posiciono en guardia de nuevo…

Mi vida está en peligro, pero voy ha luchar hasta más no poder. Mi cuerpo, entrenado infinidad de horas hasta el desfallecimiento está reaccionando como esperaba, y casi sin darme cuenta estoy realizando una danza mortal alrededor de los ataques de mis adversarios, todo sucede muy deprisa, y casi sin darme cuenta grito. Ese grito me ha devuelto de mi trance, estoy en guardia, concentrado, miro alrededor y mis adversarios gimen de dolor en el suelo… de nuevo estoy en el centro, preparado. Realizo una leve reverencia… y termino mi kata.

Que es un kata

A primera vista, un Kata es una coreografía “folclórica” de golpes y movimientos “exóticos” realizados al aire, que además poco o nada tiene que ver con el combate real.

En esta época, donde lo que prima en el marketing de nuestro sector es el “contacto real” y la “efectividad”, esta práctica tan extendida en numerosos sistemas de Artes Marciales tradicionales y contemporáneos es a menudo puesta en tela de juicio y en muchas ocasiones poco respetada.

Esta falta de entendimiento por parte de determinados luchadores es comprensible, a pesar de que ellos mismos realizan ejercicios de sombra en cada entrenamiento.

Los Kata son una auténtica enciclopedia de conocimientos secretos y maravillosos, una pequeña caja matrioska portátil que llevamos en nuestra cabeza y en nuestro cuerpo, y nos van dando su conocimiento, en la medida en que nosotros estamos preparados para recibirlo.

En los orígenes del Kárate, cuando ni siquiera se llamaba todavía así, los practicantes se convertían en Maestros a través de la práctica de uno o dos Kata solamente.

Esto hoy como método pedagógico, sería completamente inviable, y es por ello por lo que se han ido creando en numerosos, sistemas, escuelas y estilos, los Kata básicos y un sistema progresivo de enseñanza.

Pero lo cierto es, que tenemos en nuestro poder las claves para desarrollarlos. Con un Kata tendríamos para estudiar toda una vida… ¡y aún nos faltaría tiempo!

¡Qué maravilloso sistema, el de encerrar tantos conocimientos en una danza!

Imagino que aún no sabéis de qué os estoy hablando. Os hablo de conocimientos, de sabiduría, de técnicas infalibles y golpes a los puntos vitales, os hablo de estimular los meridianos energéticos de la acupuntura a través de combinaciones exactas y movimientos perfectos. Os hablo de saborear la técnica… el giro, disfrutar con su ejecución, transmitir sentimientos… Os hablo de transmitir la historia a través de movimientos; la transmisión oral y no escrita de las enseñanzas más profundas, os hablo… de qué os olvidéis de lo superficial y penetréis en lo profundo de la enseñanza, os hablo… de que interpretéis los Kata.

Que es interpretar

“El actor debe tomar entre sus manos la interpretación como si fuesen unas riendas, con objeto de evitar que suelte descontroladamente su rebosante emoción. Debe comenzar a trabajar en forma organizada y sin emoción alguna; requiere mucho control para actuar con tranquilidad; para ello deberá atenuar más que exagerar su papel. El teatro es sensible. Capta el parpadeo, no necesita lágrimas; no admite ningún exceso. Se vale siempre de las cosas más sencillas y todo esto da tales efectos que no hace falta desplomarse o recurrir a la reviviscencia que da al traste con la interpretación”.

Meyerhold. (1925). El actor sobre la escena.

“No siempre puede uno actuar de manera subconsciente y con inspiración. Por tanto, nuestro arte nos enseña antes que nada a crear consciente y sinceramente, porque eso prepara mejor el camino para el florecimiento del subconsciente, que es la inspiración. Mientras más momentos creativos conscientes tenga usted en su papel, más posibilidades tendrá un flujo de inspiración.

Actuar con sinceridad significa ser recto, lógico, coherente, pensar, esforzarse, sentir y actuar al unísono con su papel”.

Stanislavsky (1863-1938). Un actor se prepara.

Interpretar es convertirse por un momento en actor; el traductor de aquello que el autor quería contar… ¡o no contar!

De las experiencias guerreras vividas por algún hombre como nosotros… hoy día convertido en Maestro, o ya difunto, pero que sigue vivo a través de esa coreografía que se ha transmitido generación tras generación.

Pero interpretar es también dar nuestra propia visión acerca de ello, nuestra propia opinión.

Existe una gran diferencia entre realizar/ejecutar un Kata, o interpretarlo.

El mayor problema que han tenido las Artes Marciales en Occidente ha sido sin duda la “falta de intérpretes”, ya que para ser intérprete, hay que haber estudiado, conocer el tema, conocer el “idioma”, etc…

Desde que las Artes Marciales llegaron a Occidente en forma de Kata, lo único que hemos podido ver la mayoría, ha sido ejecutantes y practicantes de Kata, pero que por desgracia, solo han sido capaces de descubrir la primera de las infinitas cajitas matrioska; se han quedado atrapados en una ejecución fría y perfeccionista de los movimientos básicos: en “la forma organizada y sin emoción alguna” citada por Meyerhold.

Y posiblemente esta ejecución fría de los movimientos nos haya convertido en cómplices indirectos de los citados anti-Kata.

La metáfora de la película

Un Kata… es como una película, me decía una vez un Maestro. Una película tiene un comienzo, un desarrollo (trama) y un final. Una película tiene sus puntos dramáticos, sus momentos de acción, e incluso de comedia.

En una película existe un mensaje, que se va desarrollando a través de una trama. También tiene un momento para la presentación de los personajes: los protagonistas, los antagonistas y los personajes secundarios.

Entonces, el artista marcial se convierte por momentos en actor, e interpreta el papel del protagonista. Como antaño los guerreros relataban sus hazañas arropados por el resplandor cálido de la hoguera. Se convierte en el traductor de la historia escrita en forma de movimientos, y si el público siente y recibe el mensaje que el intérprete quiere transmitir, la segunda cajita matrioska habrá sido abierta.

A partir de ese momento, si “el público” entiende lo que está pasando, si es capaz de leer en esos movimientos, habrán dejado de ser fríos y mecanizados movimientos de ataque y defensa realizados al aire, para convertirse en tácticas de defensa personal contra varios adversarios. Ése es el primer paso.

Deben ser capaces de entender cuando estamos rodeados, de ver por dónde nos atacan y con que; tienen que entender que es lo que estamos haciendo, más que entenderlo… deben llegar a verlo.

Enseñanzas profundas

Ahora sí, una vez que hayas conseguido cargar de sentimientos tu Kata (forma, pumse, taolu, kuen, loto, hyong, etc…), ahora será el momento de comenzar a perfeccionar los movimientos, porque lo que antes era un mero golpe de canto al aire, ahora es un golpe de canto al cuello.

Pero quizás, y digo solo quizás… ése golpe, no sea un mero golpe al cuello, sino un preciso golpe de canto al punto acupuntural 18 del meridiano de intestino grueso, denominado en japonés murasame (chaparrón), al nivel de la carótida, lo cual en circunstancias normales provocaría el desvanecimiento inmediato.

Y si seguimos abriendo otra cajita matrioska, descubriremos, que este meridiano está en conexión con el elemento metal, que destruye al elemento madera, el cual abarca al hígado y la vesícula biliar, a la vista, a las lágrimas, a las uñas… y volviendo a divagar… si hubiese sido golpeado en determinado horario, y en determinado mes y/o día, los efectos que ese golpe pudo ocasionar en su victima, quizás hubieran sido mortales.

Entonces, sabiendo que hemos matado a otro ser humano en defensa propia, todo de nuevo volvería a cambiar, y los sentimientos que antes expresábamos al realizar ese golpe de canto, ya nunca volverán a ser los mismos.

Un poderoso grito, sacará a nuestro animal interior, el que lucha en ese momento por nuestra supervivencia…

¡Pero! Quizás hayan pasado diez o veinte años más, y hemos aprendido. Ahora conocemos el lenguaje de nuestro cuerpo, y sabemos como funciona. Conocemos los caminos de la energía, así como también conocemos los caminos de la sangre. Sabemos que adquirimos energía del Universo a través de lo que comemos y de lo que respiramos.

Y ahora sabemos, que si respiramos de determinada forma, atraeremos energía a nuestro cuerpo, y que realizando determinados movimientos, estaremos estimulando otros tantos meridianos energéticos; y ese golpe de canto que antaño fuera mortal, abriendo otra cajita matrioska más, se habrá convertido en un movimiento estimulante de los meridianos de intestino delgado, de pulmón y, si la posición de las piernas es la correcta, del triple recalentador, con todo el beneficio que ello conlleva para nosotros; salud, longevidad, y bienestar psíquico y emocional.

Ahora te pregunto ¿todavía dudas de la utilidad de los Kata? ¿crees que no son más que bonitas coreografías? Tú… ¿Sientes los Kata?

Sentir el Kata

Supongo que muchos de vosotros, nunca habrá oído hablar de estas cosas, pero todo ello es así, y lo más bonito de todo esto, es que esa clase de conocimientos no pueden ser enseñados.

Un auténtico Maestro, lo único que hará será darte las pautas, enseñarte el idioma, pero el único que realmente puede leer, eres tú mismo.

KATAS CONTEMPORÁNEAS

Todo esto puede haberos convencido con respecto a los sistemas tradicionales de Artes Marciales, pero ¿Qué sucede con los sistemas de nueva creación?

Ante todo, debemos recordar, que la mayoría de Artes Marciales populares que la gente conoce como “tradicionales” (como el Judo, Kárate ó Taekwondo, por ejemplo) fueron fundadas después de la Segunda Guerra Mundial, por Maestros que desarrollaron su propia versión fusionando los conocimientos que ellos habían aprendido de sus respectivos Maestros.No debemos olvidar que las Artes Marciales, aunque “marciales”, también son “artes”, y como tales, son diferentes formas de expresión de conocimiento y experiencias humanas.

¿Qué artista es más válido, pintor del Siglo XIX o un ilustrador de cómics actual? Ambos son totalmente válidos, mientras demuestren su “talento”.

El 90% de los sistemas de Artes Marciales, independientemente de su orígen, poséen los mismos movimientos y posiciones, como  la patada frontal, circular, lateral, posición del jinete, del gato, etc… pero con diferentes “sistemas de entrenamiento”, vestuario e historia.

Por ello, todo lo explicado en aquí, también tiene aplicación en las Katas de “reciente creación” (aunque quizás ni los mismos Maestros lo lleguen a saber), ya que son diferentes coreografías que emplean los mismos movimientos y posiciones que las Katas “ancestrales”, que se desarrollaron a través de diferentes interpretaciones de las formas originales del Templo Shaolín.

KATAS Creativas y extremas

Mención aparte merecen las Katas Artísticas, Creativas y/o Extremas creadas exclusivamente para show y competición.

Las Katas Artísticas se desarrollaron a finales de los ‘80 en Estados Unidos, cuando los practicantes de Artes Marciales más jóvenes, comenzaron a  añadir movimientos acrobáticos a las Katas tradicionales, a fin de hacerlas más espectaculares en demostraciones y competiciones, y se popularizó a mediados de los ‘90 hasta el punto de convertirse en una modalidad deportiva de competición practicada en todo el mundo.

Estas “coreografías” basadas en movimientos de Artes Marciales, no buscan la efectividad, ni pretenden guardar ningún secreto oculto en sus movimientos, pero aún sabiendo esto, sin lugar a dudas, es imprescindible tener una buena base de Artes Marciales tradicionales para poder llegar a ejecutarlas con la técnica adecuada.

En esta modalidad deportiva de competición, el artista marcial explota toda su creatividad, dando forma a Katas Artísticas, desarrolladas por ellos mismos. Llegando en algunos casos a desarrollar una técnica tan depurada como la de cualquier Maestro de Artes marciales tradicionales, pero además unas habilidades gimnásticas a la altura de un deportista olímpico.

Las katas y la competición

Entonces ¿es lícito competir en Katas? ¿sirve para algo? ¿cuál es el objetivo?

Como habéis podido ver, las Katas no se crearon para competir, y juzgar la mejor o peor ejecución de las Katas es algo bastate subjetivo. Pero al “deportivizarse” las Artes Marciales, surgió la competición. Y con ello, nuevas modalidades, y cuestiones a tener en cuenta.

Como positivo, podemos decir que la competición de Katas motiva a los practicantes a perfeccionar sus movimientos, e incluso desarrolla su creatividad, convirtiendo al practicante en ocasiones en un auténtico atleta de alto nivel.

Pero como negativo, muchas Artes Marciales han pasado a priorizar la competición como objetivo, convirtiéndose en más “deporte marcial” que “arte”, donde las Katas se convierten en meras coreografías a perfeccionar, como si de una rutina de danza o gimnasia se tratara.

De cualquier modo, arte y deporte pueden compenetrarse a la perfección en la práctica, todo ello siempre dependiendo del Maestro que nos enseñe, y del objetivo que persigamos.

Como trabajar un kata

Te voy a dar unas leves indicaciones, una parte del alfabeto, para que tú mismo puedas comenzar a experimentar y sentir en tu propia carne, y abras tu primera caja matrioska.

Cuando estás entrenando un Kata las técnicas en si son la causa de todo (entenderlas, saber lo que estás haciendo), pero cuando lo estás interpretando, los movimientos pasan a ser el resultado (consecuencia de un ataque recibido) y no de nuevo la causa como muchos pueden creer.

Cuando interpretas un Kata verdaderamente “no podrás evitar realizar los movimientos”, sentirás que necesitas hacerlos. Es algo que sientes dentro y necesitas liberarlo. Si esto no ocurre así, lo estás haciendo mal.

Para poder llevar a cabo ese trabajo dignamente tenemos dos opciones: o tener mucha intuición, y sentirnos continuamente inspirados; o entrenarnos y alcanzar una técnica que nos permita trabajar en todo momento con toda clase de movimientos.

En el dojo nos entrenaremos y trabajaremos en muchos aspectos que vamos a ver más adelante, pero la formación de un autentico artista marcial no es algo que se pueda limitar al tatami y a los momentos de clase, sino que toda nuestra vida tiene que estar dedicada a la búsqueda de la técnica que nos permitirá convertirnos en Maestros.

Bruce Lee prestaba exactamente la misma atención a realizar el movimiento de una patada, como a utilizar los cubiertos correctamente.

No es un trabajo pesado ni aburrido sino todo lo contrario, pero insisto en el continuo día a día; piensa en lo que te es válido y en lo que no, acumula sensaciones, etc… Esto tiene otra ventaja añadida, seguramente enriquezca también vuestra vida personal.

De vuestra vida fuera del tatami deberéis entrenar las siguientes cualidades, que más tarde os servirán para evolucionar en vuestro camino como auténticos artistas marciales:

  1. Observación y Curiosidad: Lo primero que debe hacer un buen artista marcial es observar lo que le rodea, y querer conocer “de verdad”. Si un Artista Marcial no tiene curiosidad por su entorno, a menudo tampoco la tendrá por nada, y se quedará en la superficie de sí mismo. Estudia, lee, aprende. Sin investigar en los verdaderos y profundos motivos o estímulos que le llevan a hacer lo que hace y decir lo que dice, nunca llegará a conocerse a sí mismo, ni a los demás. De esta observación nacerá la coherencia en sus acciones.
  2. Sensibilidad: Sentirnos más cerca de otras personas suele hacer que nos sensibilicemos con sus preocupaciones, problemas o alegrías. También para reconocer cuando estamos siendo afectados, si no os dejáis afectar como personas, difícilmente el mundo de los sentimientos se abrirá hacia vosotros. Es bueno analizar cómo os sentís en momentos concretos y especiales de vuestra vida. Lo llamaremos acumulación de sensaciones. Fijáos en lo que sentís cuando tenéis hambre, o cuando tenéis miedo, cólera o confianza en vuestras acciones.
  3. Concentración: Realizar una sola tarea a la vez. Poner la mente y el cuerpo al unísono para lograr un mismo fin. Tenéis que aprender a concentraros en lo que os rodea, concentraros en una cosa y luego ser capaces de cambiar vuestra concentración de un lugar a otro, y de una persona a otra, de una emoción a otra. Esta concentración os valdrá también para “no ver” u “olvidar” lo que mientras realizamos un Kata no tendríamos que conocer (por dónde me van a atacar, si tengo alguien tras de mi, así como al público, jueces, luces, ruidos, etc…). Sin concentración no es posible llevar a cabo un trabajo digno, si no la posees debes luchar por encontrarla y aumentarla día a día.
  4. Disciplina: No es honesto saludar y tener disciplina dentro del tatami para luego fuera portarte como un gamberro. Unido a esto está la educación y la cortesía, procura que no se queden dentro de las cuatro paredes del dojo y extiéndelas a lo largo y ancho de tu existencia, impregnando de todo ello a cuantos te rodean.
  5. Tolerancia: Hacia otros medios de vida u modos de entenderla. Esto nos ayudará a no juzgar a nuestros adversarios, sino a comprenderlos. En este punto he de decir, que es imposible sentir sin tolerancia, ni siquiera comprensión, hacia ciertos comportamientos que consideramos aberrantes o realmente malos. Recuerda que cuando interpretes un Kata, siempre llegará el momento en el que tengas que “matar”, y ese sentimiento deberá salir afuera, bien sea en forma de grito, en forma de tensión o con una simple mirada.
  6. Cierto grado de locura: Hay que dejarse llevar, no siempre controlarlo todo, hacer lo que es correcto, pero de vez en cuando hacer lo que os apetezca, aun poniendo en riesgo vuestro sentido del ridículo. Es necesario que te liberes de la carga que es el sentido del ridículo, consíguelo y habrás abierto otra cajita más.

Y ante todo, recuerda que debes disfrutar con la ejecución de tus Kata, saborearlos, sentir las posiciones, mimar los movimientos.

No tengas miedo de cambiar un movimiento por otro, si éste se adapta mejor a ti. Los gandes Maestros lo hicieron, y esa capacidad de adaptación y evolución es lo que los hizo grandes.Los Kata han de estar vivos, solo así transmitirán sentimientos y emociones.

Un artista marcial, ante todo ha de ser Artista, transformar y hacer sentir, transmitir emociones y expresarse a sí mismo a través de su Arte.

Luego… ya habrá tiempo de luchar.

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