Defensa personal íntegra (parte 12)

Defensa personal íntegra (parte 12)

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El enfentamiento real en casos particulares (parte 3)

En esta entrega, sigo con el estudio de los casos particulares que pondrán darse en el enfrentamiento real, si en las anteriores ya lo hice con las situaciones que pueden darse en la calle, el portal, el ascensor, tu propio domicilio, los urinarios públicos, los aparcamientos subterráneos, el metro y tu coche, en la presente entrega desarrollaré los casos de violación y un tipo de defensa complicada, como cuando debemos defendernos de varios agresores.

LA VIOLACIÓN

La violación es un delito penal que se manifiesta como la agresión sexual más grave de los delitos de este tipo, que consiste en obligar a otra persona a mantener relaciones sexuales sin su consentimiento, o con un consentimiento obtenido mediante la violencia o la amenaza.

La violación es el más grave, humillante, aterrorizante y violento de los delitos cometidos contra las mujeres, estando acompañada además de vejaciones y traumatismos que incrementan el mal producido., siendo una experiencia degradante, tremendamente dolorosa y traumática emocionalmente, tanto que deja huellas en el futuro, ya que la persona ha sido lesionada física y emocionalmente de tal forma que, a veces, le hace caer en una profunda depresión de la que le será muy difícil salir, pues por vergüenza suele cortar todo contacto con sus amistades e incluso con la familia, impidiendo una relación normal con su pareja, si la tuviera, pues el más mínimo contacto afectivo le suele hacer rememorar el desagradable episodio.

Desgraciadamente este execrable delito no es tan infrecuente como pueda creerse, según datos oficiales del Ministerio del Interior español se produce una agresión sexual de este tipo cada ocho horas, tres al día; y esos son los casos denunciados aunque se sabe que muchas mujeres no denuncian el hecho, ya sea por vergüenza o miedo; unas mil quinientas violaciones anuales podrán parecer poco cuando los delitos de delincuencia violenta y robos en España alcanzan los cuatrocientos mil al año, pero un solo caso ya es demasiado.

Deberíamos distinguir entre el violador que planea previamente su nefasta acción en casa de la víctima escogida, y aquel que ataca a cualquier mujer que ve en la calle y detecta en ella a una posible víctima si ve una oportunidad de hacerlo. En ambos casos lo que suele buscar el depredador sexual es a aquella mujer que cree que será la víctima más fácil siempre que la ocasión le sea propicia, con lo cual, lo que tienes que hacer es tratar de eliminar esa oportunidad con la prevención y que el presunto violador no vea en ti a una posible víctima, esa será tu mejor defensa.

Por si un hipotético delincuente sexual quisiera perpetrar su ataque en tu domicilio, pues te ha vigilado y sabe que vives sola o que durante unas horas al día te encuentras sin compañía, indicaré algunos consejos preventivos que te podrán ayudar, ya que el 96 % de los violadores comprueban que su supuesta víctima está sola antes de atacarla, pues cuando más probable sea que el asalto se vea interrumpido es menos probable que se inicie:

Repasa los consejos encerrados en el apartado sobre allanamiento de morada que he indicado con anterioridad, en la anterior entrega.

Si vives sola coloca otro nombre, o dos, en el buzón de correos para dar la impresión que vives con otra u otras personas. Otro consejo: pon en tu buzón solamente tu apellido y la inicial de tu nombre, de esta forma no delatarás tu sexo y, de todas formas, recibirás normalmente tu correo.

Si habitas en un piso bajo, durante el día mantén las cortinas echadas, y durante la noche baja las persianas, de esta forma a nadie le será posible vigilarte desde la calle. Si habitas en el primer piso, durante la noche también mantén corridas las cortinas, de esta forma nadie podrá saber quien está en el interior de casa.

Jamás reveles a alguien que telefonea o que llama a la puerta que te encuentras sola, incluso advierte a los miembros de tu familia, especialmente a los niños, no dar ninguna información por teléfono. Y ten especial cuidado con los datos que das en las redes sociales, a priori no podrás saber quien está vigilándote.

Si recibieses una llamada obscena denuncia el caso a la policía, y si persistiesen las llamadas intenta grabarlas para ayudar a la investigación, aunque fuera a horas intempestivas. Este es un claro indicio de que estás siendo vigilada, por lo tanto, mucho cuidado.

Por otro lado, si tuvieras que trabajar hasta tarde y no tuvieras vehículo para trasladarte a tu domicilio, avisa a un pariente o amigo para informarle de la hora en que piensas terminar para que te recoja y te lleve a casa; en el caso de no querer molestar a nadie, llama a un taxi desde tu teléfono o aplicación a una compañía de taxis para que envíen a uno de sus conductores para que te recoja, ya que ellos estarán identificados y simplemente harán su trabajo. Recuerda que estás incrementando la oportunidad de ser violada (o simplemente atracada) si aceptas volver a casa con un desconocido, y los taxistas están identificados adecuadamente si los envía su compañía.

Si tuvieras coche tendrás que tener las precauciones ya indicadas con anterioridad en la anterior entrega. Asegúrate de tener las llaves del coche en la mano cuando salgas de casa o abandones el lugar de trabajo, sobre todo de noche, ya que de esta forma no tendrás que estar parada delante del coche durante un rato y además entretenida buscándolas en el bolso cuando debería estar atenta y preparada para lo que pudiera acontecer. En todo caso, en un primer instante, podrías defenderte con ellas, golpeando al asaltante en su cara y ojos, como he indicado en su momento en la mencionada serie de armas legales, para después poder huir, ya sea en el coche o a pie si no pudieras acceder a su interior.

Si a pesar de todo, si tu actitud preventiva no ha funcionado, y eres atacada y no pudieras huir del lugar, recuerda que la primera reacción será primero de sorpresa y después de temor, con lo que la adrenalina inundará tu organismo y deberás aprovecharte de ello, ya que gracias a ello tus sentidos estarán más afinados que bajo condiciones normales, estarán más alerta, tendrás más reflejos, fuerza y resistencia (como ya comenté en su momento en anteriores entregas de esta serie), con ello serás capaz de reacciones físicas que no creías posible, pues, como digo, tendrás aumentadas tus capacidades.

Debes intentar mantenerte fría, para poder pensar y evaluar correctamente la situación. Trata de dialogar con el agresor e intenta averiguar cual es realmente su intención, pues el conocimiento que nos muestra la criminología nos indica que en muchos casos el propósito del delincuente es más agresivo que sexual, y lo que quiere no es satisfacción sexual sino satisfacción emocional, ya que lo que en realidad desea es degradar a la víctima, es lo que en realidad le satisface.

Háblale de forma fría y convincente, indicando que quieres colaborar con él; si el agresor en realidad desea humillar a la víctima y ve que no puede hacerlo, pues no encuentra en ti a una débil mujer que se asusta e intenta resistirse, generalmente desistirá de su acción, o, por el contrario, se volverá más agresivo, por lo que tendrás que tener mucho cuidado de usar esta táctica; lo que tienes que hacer es encontrar una grieta en su actitud, si tu discurso y ademanes le sorprenden, también le podrás sorprender con tu contraataque.

En el caso de que el ataque sea realmente de índole sexual, tu “rendición” le hará bajar la guardia y tu defensa será mucho más efectiva. Hazle creer que no vas a ofrecer resistencia sino que, al contrario, vas a colaborar con él, y en cuanto veas que se relaja porque cree que va a conseguir fácilmente sus propósitos, ejecuta tus movimientos defensivos.

Si decides resistirte al ataque, no te reprimas, convierte tu temor en rabia y actúa rápidamente tratando de sorprender a tu agresor, planea un buen movimiento defensivo que te ayude a tenderle una trampa para que baje su atención y puedas aprovechar el momento para aplicar una buena técnica ofensiva: golpea rápida, dura, repetida y eficazmente, usando varias técnicas ofensivas, defiéndete como sea: muerde sus labios, sus mejillas o sus orejas, mete tus dedos en sus ojos, ataca su cuello, tira de su pelo, golpea con codos y rodillas…, rompe su presa, zafándote de él, y escapa aprovechando el momento, buscando una salida de escape y echando a correr alejándote del lugar, usando además el silbato que antes indique que llevaras, para hacer desistir al asaltante de la subsiguiente persecución, pues no le interesará llamar la atención.

Si el asaltante está armado con un cuchillo es mejor, en principio, acceder a hacer lo que él quiera hasta que aparezca una oportunidad clara de actuación, recordando que el que intimida no tiene por que cumplir con sus amenazas, y en principio no hará daño a su víctima si quiere que esta coopere, pues en el caso de querer hacer daño lo haría en los primeros instantes. Cuando el momento se presente, no te retengas, pero recuerda que ante un cuchillo es más difícil la defensa, valora fríamente la situación.

Si a pesar de todo, desgraciadamente, no pudieras evitar la violación, intenta observar y recordar lo máximo posible sobre el asaltante, con el fin de ayudar a la policía en su identificación y captura, ya que no has podido impedir el asalto si puedes impedir que se vuelva a repetir el hecho y evitar que haya más víctimas por parte de ese depredador sexual. Intenta recordar cualquier rasgo característico: tatuajes, cicatrices, verrugas… color de ojos y pelo, complexión (altura y peso aproximado a ser posible), acento, etcétera, cualquier dato que puedas aportar será bien venido por la investigación policial.

Desgraciadamente, y la realidad así nos lo demuestra, algunos violadores reincidentes, tras consumar su delito, proceden a acabar con la vida de su víctima, pues de esta manera no podrá describirle a las autoridades policiales para lograr su detención. En este caso la víctima lo tendrá muy mal, pues a priori no podrá saber que va a hacer su agresor tras la violación. Si alguna vez te encontraras en esta situación (Dios no lo quiera) aún puedes salir con vida de ella si mantienes la calma y te centras; existe unos instantes en los que el violador, por muy armado que esté, es vulnerable, desgraciadamente en el momento de su eyaculación, en esos escasos segundos es cuando debes completar tu defensa, lo más cruelmente que puedas… y vive.

DEFENSA CONTRA VARIOS ADVERSARIOS

Si, desgraciadamente, debemos defendernos contra varios adversarios a la vez, deberemos usar una táctica eficaz, consistente en los siguientes parámetros:
Si adoptamos la decisión de defendernos y sabemos con seguridad que nos van a atacar, deberemos tomar la iniciativa y si es posible usar el factor sorpresa, ya que ellos basarán su fuerza en el número, subestimarán nuestras capacidades defensivas.

Deberás determinar cual de los atacantes es el potencialmente más peligroso para neutralizarlo lo antes posible; este será, generalmente, aquel que está armado, el que sea más formidable físicamente hablando, el que pudiera ser el “líder de la manada”, el que tome la iniciativa… Si le dejas inconsciente rápidamente, en un primer acometimiento, sus acompañantes se lo pensarán dos veces antes de proseguir con su empeño. Si no pudieras acabar con él inmediatamente, deberás ir esquivando su presencia hasta el momento idóneo.

Nos moveremos constantemente, sin parar en ningún momento, esquivando y golpeando firme e infatigablemente, girando continuamente, pues de esta manera los golpes atacantes no nos llegarán de forma directa sino de refilón, con lo que su eficacia se minimizará, y además será más difícil que alguno de los atacantes logre agarrarnos.

En todo momento deberemos ir interponiendo los cuerpos de los atacantes entre ellos mismos, escudándonos con ellos, si lo haces bien muchos golpes dirigidos hacia ti los recibirá el asaltante con el que estás escudándote en ese preciso instante.

Deberemos atacar en todos los lugares a la vez, pero intentando evitar quedarnos entre dos o más enemigos, pues sus ataques vendrían desde distintas direcciones, ángulos y trayectorias, por lo que la defensa sería mucho más difícil y no tendríamos tiempo de golpear nosotros. Esto quedará muy bonito y espectacular en las películas, pero es un gran error en la vida real.

Mantendremos en todo momento una visión periférica de los atacantes y del entorno, para tener una visión general del conjunto y de las posibilidades de defensa que nos brinda.

Jamás dejes que alguno de ellos te agarre un miembro, y menos que te haga una presa, pues la defensa en este caso será menos eficaz, por ello deberemos zafarnos del agarre o presa lo antes posible y mejor si fuera con inmediatez.
En todo caso, deberemos anticiparnos a la acción de los adversarios y acabar con ellos lo antes posible, pues nuestra merma por fatiga o lesión fortuita es más probable, ya que la probabilidad en ellos se reparte, por lo que la suma de sus resistencias es mayor que la nuestra.

Y, como ya he indicado en numerosas ocasiones anteriores, deberemos atacar sin misericordia, ya que ellos no la tendrán con nosotros.

Cuando acabes con su acometida aléjate inmediatamente del lugar, no esperes a que ninguno de ellos se restablezca para continuar el enfrentamiento.

En la siguiente entrega continuaré con el estudio de mas casos particulares de enfrentamiento real.

F. Javier Hernández.

Continuará en el blog la semana que viene.

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