Tal día como hoy, hace 75 años, Chuck Norris decidió nacer, y su madre no tuvo más remedio que darle a luz.
Desde Dragonz queremos agradecerle el haber decidido nacer en nuestra era y habernos hecho testigos directos de películas tan épicas como “El Furor del Dragón”, donde compartió cartel con Bruce Lee, nuestro James Dean de las Artes Marciales.
Sin lugar a dudas Chuck Norris es uno de los mayores iconos de las Artes Marciales y el cine de acción de los años 80/90.
Carlos Ray Norris (su verdadero nombre), nació el 10 de marzo de 1940 en Ryan (Oklahoma), aunque reside en Santa Mónica (California). Sus padres fueron Wilma y Ray Norris (mecánico y conductor de autobús y camión). Uno de sus hermanos, Wieland murió. El otro, Aaron Norris es productor y director de Hollywood y de muchas de las películas y series de su hermano Chuck.
Cuando tenía 16 años sus padres se divorciaron y se marchó junto a su madre y hermanos a Prairie Village, en Kansas, y más tarde a Torrance, California. De pequeño no era muy atlético, era tímido y no muy bueno en los estudios.
En 1958 se unió a las fuerzas aéreas de los Estados Unidos y fue enviado a la base aérea de Osan, en Corea del Sur. Allí nació su sobrenombre Chuck. A su vuelta, continuó en la base aérea californiana de March. Dejó el ejército en agosto de 1962, trabajó para la Northrop Corporation y abrió una cadena de escuelas junto a Chad McQueen, hijo de Steve McQueen.
Sus comienzos en las artes marciales fueron en Corea del Sur, donde fue destinado en la Fuerza Aérea a fines de la década de los 50. Empezó con las artes marciales en el judo, durante su estancia en las fuerzas aéreas americanas en Corea del Sur, aunque también practicó Taekwondo y algo de Hapkido. En el año 1960, una fractura de brazo le obligó a dejar el judo cuando ya había conseguido su cinturón marrón. Una vez recuperado de su fractura descubrió allí, en Corea, un arte marcial que al principio compaginó con el judo y que terminó desbancándole: el Tang Soo Do, llegando posteriormente a ser el más grande instructor de este estilo en occidente.
Entre 1964 y 1968, Chuck ganó muchos títulos estatales, nacionales e internacionales en karate amateur. En sus dos primeros torneos fue derrotado por Joe Lewis y Allan Steen. También perdió tres veces en los campeonatos internacionales de karate contra Tony Tulleners. Para el año 1967, Norris mejoró lo suficiente como para vencer a Lewis, Skipper Mullins, Arnold Urquídez, Victor Moore, Ron Marchini o Steve Sanders. En 1968 sufrió la décima y última derrota de su carrera contra Louis Delgado. El 24 de noviembre del mismo año, sin embargo, combatió en el campeonato profesional mundial de peso medio de karate contra Delgado, ganándolo y manteniéndolo durante seis años consecutivos hasta su retirada en 1974. Se retiró con unas cifras de 182-10-2. En 1969, fue incluido en el Black Belt Hall of Fame como luchador del año y fue nombrado el karateka con más títulos ganados del año. Además, en 1975 fue nombrado instructor del año y dos años más tarde recibió el honor de ser el hombre del año.
De 1970 hasta su llegada en serio al cine se dedicó a promover las reglas y dirección técnicas de los sistemas de competición de Karate Open Internacionales, compaginándolo con la supervisión de sus dojos y tiendas deportivas que posee por toda la costa oeste de todo EEUU.
Lo que mucha gente no sabe, es que tras su incursión en el mundo del cine de la mano de Bruce Lee, Chuck Norris pasó por muchísimos castings y no le cogieron en ninguno.
Lo que a mi parecer marca una diferencia en la trayectoria de Chuck Norris, es que a pesar de ello Norris no se rindió. Y tras muchos intentos, pequeñas incursiones, pequeños papeles, castings fallidos, etc… rodó su primera película como protagonista con su hermano como director y producida por ellos mismos.
Y fueron recorriendo EEUU cine tras cine con su película, contando las ganancias de la sala cada noche tras la sesión, en una pequeña habitación de hotel… hasta que las grandes productoras tuvieron que rendirse ante la evidencia… Chuck Norris era una celebridad.
Después de esto, puedo decir que sí me lo creo: sus lágrimas curan el cáncer.
