Mokuteki no keiko
La primera enseñanza filosófica que vamos a tratar, nos habla acerca del valor del entrenamiento y se llama en japonés: “MOKUTEKI NO KEIKO” que significa “El propósito del entrenamiento”.
Vuestro entrenamiento debe penetrar en lo más profundo de vuestros huesos, de vuestros nervios, de vuestras células, de vuestra mente y de vuestro espíritu, y con ello en los más recónditos lugares del corazón.
Estudia la teoría, suele ser práctica, pero no te aferres a ella, muchas veces es pura hipocresía. Cree siempre en tu propia experiencia y en tu propio entrenamiento, eso se llama autoconocimiento. Cuando sentimos ese poder, ya no existe el miedo, no existe la necesidad de querer controlar, ni de ganar, ni siquiera de luchar.
El autoconocimiento es permanente, pues se basa en el conocimiento del propio YO. Este poder tiene ciertas características, pues atrae hacia nosotros a las cosas que deseamos. Magnetiza a las personas y a las situaciones que les rodean, con ello las circunstancias que le acompañan se sienten repletas de energía y de carisma; pero el entrenamiento espiritual sólo se establece desarrollando la disciplina interna con la práctica del silencio. Esa meditación interior nos otorga la capacidad de la serenidad y la aceptación de nosotros mismos y de las circunstancias que nos envuelven.
Imagináos que lanzáis una piedra a un estanque en calma y sereno, contemplad entonces las ondas producidas. Después al cabo de un rato, cuando estas ondas se asientan, puedes arrojar otra piedra, y crear otras ondas. Eso es exactamente lo que hacemos cuando nos adentramos en nuestro interior, dentro del campo del silencio. En este silencio incluso la más tenue de las intenciones ocasiona unas fluctuaciones que provienen de la conciencia Universal y que nos conecta con la conciencia de nuestra deidad interior. Este es el primer paso hacia el auto-conocimiento.
MOKUTEKI NO KEIKO representa esa Luz que se alcanza tras entrenar duramente y que nos produce el sudor, agota nuestras reservas físicas y nos conduce al descubrimiento de nuestra Fuerza Interior “KI” a través de la necesidad de recurrir a nuestras propias fuerzas de flaqueza.
El Sendero del artista marcial con sus múltiples dificultades, exige mucho. Estas exigencias pueden hacer que uno aprenda mucho, ya que tiene que descubrirse y enfrentarse consigo mismo, y además pueden servir para desarrollar el espíritu. En este estado el artista marcial está a punto de poder controlar a su YO interior, pero su agresividad y precipitación no se lo permiten.
Quizás el miedo a la muerte sea el mayor obstáculo que un artista marcial pueda encontrar. Este miedo produce rigidez, parálisis o pérdida del control del cuerpo ; al sentir miedo, uno puede quedarse petrificado, o puede, presa del pánico reaccionar de una forma ciega e irracional.
Cualquiera de ambas reacciones, si se producen en un momento crucial de la vida y del combate, provocarán la derrota o la muerte incluso del combatiente mejor preparado.
Este enfrentamiento deja al descubierto el propio Ego.
Para el artista marcial, el enfrentamiento con la muerte -sus miedos- supone sin duda alguna, el elemento espiritual más importante para su desarrollo.
La parte de nosotros que se agarra y se aferra a las cosas materiales, está completamente aterrorizada por la muerte. De hecho, el miedo que experimentamos ante la muerte no está provocado por una situación exterior determinada, sino que está escondido en nuestro interior y desde allí se manifiesta.
La lucha contra este miedo, es la causa principal sobre la que se asienta esta rígida estructura de la vida. Al rebelarse contra la muerte el Aspirante artista marcial comienza a considerarla, asumirla y por tanto a vencerla.
El principio hermético de la VIBRACIÓN nos cuenta que : “Todas las cosas se encuentran en movimiento constante e interminable. Un cambio en la vibración produce un cambio en la manifestación”.
Este principio incorpora a MOKUTEKI NO KEIKO la verdad de que “todo está en movimiento”, “todo vibra”, “nada está en reposo” ; hechos que la ciencia moderna refrenda, y que cada nuevo descubrimiento científico tiende a verificar. Y sin embargo este principio hermético fue enunciado hace miles de años por los maestros del antiguo Egipto. Este principio explica que las diferencias entre manifestaciones diferentes de materia, energía, mente, e incluso espíritu, resultan mayormente de frecuencias de vibración variables.
Desde EL TODO, que es, por así decirlo, el espíritu puro, o la Fuerza Universal Infinita “KI”, bajando hasta la forma más grosera de la materia, todo está en vibración -cuanto más alta la vibración, más alta la posición de escala-. La vibración del espíritu es un rango de intensidad y rapidez infinitas tal que está prácticamente en reposo -igual que una rueda moviéndose rápidamente parece inmóvil-.
Y en el otro extremo de la escala, hay formas groseras de materia cuyas vibraciones son tan bajas como para parecer en reposo. Entre estos dos polos hay millones de grados variables de vibración. Desde el corpúsculo y el electrón, el átomo y la molécula, hasta los mundos y universos, todo está en moción vibratoria.
Esto también es verdad en los planos de energía y fuerza (que no son sino grados diversos de vibración) ; y también en los planos mentales (cuyos estados dependen de vibraciones) ; e incluso en los planos espirituales. Un entendimiento de este principio, con las fórmulas apropiadas, capacita al artista marcial para controlar sus propias vibraciones, así como las de otros. Los artista marcial también aplican este concepto a la conquista de los fenómenos naturales, en modos diversos.
Esto significa, que cualquiera de nuestras manifestaciones (acciones) tiene una vibración. La enfermedad tiene una vibración. El éxito tiene una vibración y el fracaso también tiene otra vibración. Cuando uno aprende a cambiar la vibración cambia la manifestación.
El agua a alta vibración es vapor. El agua a baja vibración es hielo. Pero el agua, el vapor y el hielo son lo mismo, diferenciándose tan solo en la vibración, que es lo que produce el cambio en la manifestación.
Por lo tanto cuando tu cuerpo está enfermo, lo está porque la raíz del problema es porque sus vibraciones no son las correctas. Ajusta tus vibraciones en el nivel adecuado y se producirá la curación.
Pero MOKUTEKI NO KEIKO además, te anima a que vibres a más alta frecuencia. Si acostumbras al cuerpo a vibrar en un nivel más elevado, te estarás elevando a ti mismo. Fuerza de cuerpo y mente.
El propósito del entrenamiento para el artista marcial debería ser, vibrar cada vez más alto, aspirar a más, ser cada vez mejor, llegar a ese nivel tan elevado, en que su movimiento resulta imperceptible. En el que el ciclo se ha completado, y de no vibrar por estar en estado bruto, pasar a la iluminación del no vibrar debido a que se ha pulido y purificado.
Cuando ese autoconocimiento vaya adquiriendo confianza en su verdadera naturaleza, llegarán los pensamientos creativos. Espera y absorbe las frecuencias de esas ondas que inundarán tu espíritu de sabiduría y conocimiento, y no olvides que: el verdadero propósito del entrenamiento, consiste en generar actitudes o reacciones naturales del cuerpo humano frente a una agresión externa. A estas actitudes, en las artes marciales se las conoce como “guardia”.
Para muchos una guardia consiste en una determinada postura de manos y pies, destinada a avanzar, retroceder o bien mantener una posición de guardia. Pero ese no debería ser su verdadero significado.
Una guardia es para un artista marcial, como un castillo sobre el cual tu dejas unos puntos débiles para poder ser atacado por esos mismos puntos. Entonces una guardia se convierte en una “trampa”, que el artista marcial prepara para que el enemigo caiga en ella.
Se convierte en una actitud mental que nos pueda posicionar o defender en caso de peligro. Si una guardia, por muy cerrada que esta sea no está acompañada de una actitud mental, no es una guardia, porque resulta fácil poder entrar dentro de sus defensas ; sin embargo podemos ver a un luchador sin guardia aparente de manos o de pies, pero con una actitud mental correcta. resulta imposible entrar en su distancia. Esto es el verdadero significado de “estar en guardia”; donde el cuerpo, la mente y el espíritu forman parte de él. El cuerpo como arma y escudo, la mente como su control y conciencia y el espíritu en estado de alerta, lo que se conoce en japonés como ZANSHIN.
¿Qué es ZANSHIN?
ZANSHIN es la más importante actitud de alerta en un luchador. Estar en ZANSHIN, significa estar en guardia, alerta. Es decir, ZANSHIN es estar preparado para cualquier cosa, partiendo de cualquier clase de actitud o posición, y en cualquier momento. Por lo tanto una guardia perfecta no tiene postura determinada sino tan solo ZANSHIN.
Pero cuidado, ZANSHIN no se adquiere con pensarlo, ZANSHIN debe fluir de tu interior como algo natural que forma parte de tu instinto. Por eso el tiempo no debe ser importante para ti, debes entrenar con asiduidad, entonces pasarán los años de sacrificios, sudores y experiencias y ZANSHIN aparecerá solo.
Los 5 elementos
Dentro de las artes marciales japonesas, los estados de guardia están repartidos dentro de las Cinco Manifestaciones Elementales : Tierra, Agua, Fuego, Viento y Vacío.
KU : ACTITUD DE VACÍO
El Vacío representa el secreto de la autoconfianza del luchador, es una cualidad natural que se adquiere con la experiencia directa. En Vacío la actitud de la mirada, adquiere una importancia esencial.
El secreto de la mirada, simplemente consiste en transmitir al enemigo vuestra “Fuerza” de carácter y de espíritu, hacer que este conozca sus limitaciones y pueda presentir vuestras “ilimitaciones”.
ZANSHIN : Es la actitud de Vacío (KU), no tiene forma, es la actitud sin actitud (MUSHIN), la posición sin posición, lo es todo y no es nada, es simplemente eso… una actitud de Vacío.
CHI : ACTITUD DE TIERRA
La Actitud de Tierra, está encaminada a la solidez natural del cuerpo, por eso la respuesta en cualquiera de las actitudes de Tierra, debe ser fría y sólida, pero no rígida. Ese “STOP” al ataque del adversario le demostrará nuestra “firmeza” de que la razón nos pertenece.
Es la actitud natural del cuerpo, su único principio es la relajación. Entendedlo. Es el comienzo para todas las demás actitudes. Es la actitud de anticipación o “STOP”.
SUI: ACTITUD DE AGUA
La Actitud de Agua, es defensiva : está destinada a retroceder el cuerpo ante un ataque y fácilmente poder adoptar una acción ofensiva. Pero este retroceso se realiza con la idea de destrozar el arma atacante ya sea brazo o pierna y luego poder golpear con decisión. Es la adaptabilidad, el contraataque.
4) KA : ACTITUD DE FUEGO
La Actitud de Fuego, es una actitud ofensiva. Su finalidad es entrar dentro del ataque del adversario y pulverizarlo desde dentro. KA, el Fuego, no puede tener dudas, sus actitudes son de entrar con decisión suceda lo que suceda, a por todas. Seguro que ya te estabas olvidando de ZANSHIN.
FU: ACTITUD DE VIENTO
A la Actitud de Viento, es una actitud de fluidez de todo el cuerpo, pero conseguida con unos desplazamientos que puedan confundir al adversario y que éste quede enredado a nuestra merced. Esto se consigue mediante el dominio del movimiento circular TAI SABAKI y la continuidad de movimientos.
Estos son las actitudes básicas a utilizar ante un enfrentamiento. Con tiempo y entrenamiento, conseguirás dominarlos todos.
Pero habrá un instante en donde no necesitarás ninguna, ya que todo tu cuerpo será ZANSHIN y tú serás tu propia guardia.
Ese es… el propósito del entrenamiento.
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