Miyamoto Tsuruzo, Aikido en estado puro

Miyamoto Tsuruzo, Aikido en estado puro

Miyamoto Tsuruzo

A finales del pasado año tuvimos la visita en España del gran maestro de Aikido Miyamoto Tsuruzo. Miyamoto Shihan es Cinturón Negro 8º Dan de Aikikai, Director Técnico de la International Aikido Federation y uno de los instructores del Honbu Dojo de Tokio. El maestro impartió sus enseñanzas en Puerto Real (Cádiz) y en Sevilla, en un seminario internacional que reunió a aikidokas de toda Europa.

Fue gracias al Sensei Ivan Rigual, 5º Dan de Aikikai y organizador del curso, que pudimos asistir a una pequeña parte del seminario y ver a Miyamoto Shihan en acción. Estaba a punto de empezar la sesión de tarde y recorrimos el largo pasillo que conducía al tatami, con los aikidokas asistentes preparados en seiza en dos filas frente al maestro, arrodillado también bajo el hermoso kamiza con una enorme imagen de O Sensei Ueshiba. Todo era silencio. Se realizó el saludo y se inició el calentamiento. Solo se oía el movimiento de las hakama y el sonido de los cuerpos al rodar y caer. Concluida esta preparación inicial, el maestro realizó la primera técnica.

No hubo explicación, solo repetidas demostraciones, en las que empleaba a distintos uke que iba escogiendo de entre los asistentes. A veces ralentizaba el movimiento para que se apreciasen los detalles, o hacía alguna indicación señalando. Tras la demostración, todos se aplicaron en imitar al maestro, en un ambiente cordial pero centrado por entero en la práctica. El maestro volvió a repetir la misma técnica, incidiendo en los errores, y la práctica continuó aumentando progresivamente la intensidad.

Más tarde, ya en el hotel, Sensei Iván Rigual nos recibió amablemente y pudimos disfrutar de la compañía de Miyamoto Shihan y hacerle unas preguntas para conocer mejor su visión del Aikido. Nos presentamos como karatekas (en el japonés más formal que fuimos capaces y con muchas dificultades) y valoró el gesto interesándose por nuestros estudios del idioma nipón y por nuestra práctica. La seriedad que transmite en el tatami no desaparece del todo fuera de él, pero muestra además una cara más amable, incluso divertida por momentos.

Miyamoto Sensei nació en Fukuoka, en Kyushu, la más meridional de las islas principales de Japón. Es una región conocida por la intensa práctica de las artes marciales. Muchos maestros importante de diversas ramas del Budo han nacido allí.

En el instituto practicó Judo, pero cuando fue a la Universidad en 1971 decidió practicar otro arte marcial.

“Tenía 18 años. Ya conocía el Judo, el Kendo y el Karate, y había practicado Judo. No sabía nada del Aikido. No lo conocía. Por eso quería empezar a practicarlo. Cuando era pequeño había visto gente practicando Judo, Karate y Kendo. El Aikido me pareció muy extraño. Me llamó la atención y empecé a practicar.”

Su maestro entonces fue Suganuma Sensei, pero al terminar sus estudios universitarios en 1975 solicitó ser admitido como uchi deshi en el Honbu Dojo de Tokio. Vivía en el propio Dojo, lo que le permitía una práctica intensiva de aikido, pero le obligaba también a realizar tareas de limpieza y mantenimiento de la escuela.

“La práctica en el Honbu Dojo era libre. No teníamos el ordenador. Hoy en día la gente utiliza el ordenador ¿no? Nosotros practicábamos y limpiábamos. Primero de las 6:30 h. a las 7:30 h. La segunda práctica de la mañana era de 8 h. a 9 h. Por la tarde había tres, de las 14 h. a las 15 h., de las 17:30 h. a las 18:30 h. y la última de las 19 h. a las 20 h. En total 5 practicas.”

En esos años, el Honbu Dojo estaba dirigido por Doshu Kissomaru Ueshiba, el hijo del fundador, al que Miyamoto Shihan califica como “un gran budoka y un profesor. Muy, muy budoka, y como un profesor de la universidad. Y muy fuerte, aunque era pequeño.”

Pudo conocer, de la mano de su heredero directo, el Aikido de O Sensei Morihei Ueshiba, que se basó en tres pilares, según el maestro Miyamoto, para desarrollar su arte marcial:

“Creó el Aikido con estas tres cosas: la práctica, la fe y la agricultura. Yo creo que O Sensei practicaba mucho las técnicas de Aikido. Muchas técnicas de jujutsu, de Daito Ryu Aikijujutsu. Y practicaba también con la espada (bokken). Y otra cosa es Omotokyo. ¿Sabes qué es “shinko”? Es la fe, la creencia. Algo como el cristianismo o el budismo. En lo que yo creo es Omotokyo. Y una más es la agricultura. O Sensei practicaba la agricultura en la montaña de la provincia de Ibaraki.”

Efectivamente, dos de las principales fuentes de las que O Sensei Ueshiba bebió para crear el Aikido son el estilo Daito Ryu de Aikijujutsu, del maestro Sokaku Takeda, y las enseñanzas de su guía espiritual, Onisaburo Deguchi, líder del grupo Omoto.

En cuanto al papel de la agricultura en la creación del Aikido, el propio maestro nos lo aclaraba:

“¿Por qué la agricultura? Después de la segunda guerra mundial, en 1945, Japón era un país muy pobre. La agricultura te relacionaba con la naturaleza. El día que salía el sol, el que hacía frio, el que hacía calor…cultivaban el arroz. Hay que dar gracias a la naturaleza, pero también es temible. Si llueve mucho no se puede cultivar la tierra. Si no llueve no se puede cosechar nada. Antiguamente no tenían máquinas. Preparaban la leña y utilizaban la sierra. A eso es a lo que se dedicaba fundamentalmente O Sensei. El Bokken de O Sensei es de cortar la leña. De la mañana a la noche. Vencer al enemigo sin cansarse es como cortar el árbol sin cansarse. Y la lucha no dura mucho tiempo, sólo 5 o 10 minutos. Pero él luchaba todo el día, de la mañana a la noche. Por eso cortaba la leña. Eso se transmitió a su estilo de bokken. Luego cortaba la hierba, cultivaba el arroz y cuidaba los arrozales. Con todo esto, O Sensei creó su Aikido.”

El maestro insiste mucho en la práctica con el bokken cuando habla del maestro Ueshiba, y lo considera una buena forma de trabajar “maai (distancia), tai sabaki (movimiento del cuerpo, timming… el bokken es una ayuda para el taijitsu, que es el principal.

El trabajo de jo y bokken sigue siendo, para muchos maestros, uno de los pilares del aprendizaje. Pero si comparamos la práctica en tiempos de O Sensei con la de ahora, podremos apreciar que han cambiado algunas cosas, como el empleo de atemi (golpes) o la enseñanza de ukemi (caídas).

“O Sensei decía que hay irimi y atemi. Así era la práctica antigua. Ahora se practica atemi como forma (gesto). Con O Sensei era irimi-atemi (golpe entrando). Hoy día se entrena el cuerpo. Antiguamente sólo se practicaba la técnica, sin entrenar el cuerpo. Por lo tanto, no se enseñaba a caer en el Aikido antiguo. Dicen que venían muchas gente a la casa de O Sensei. Venían religiosos, budokas, y artistas también. Además maestros de baile japonés, profesores de Nihon Buyo. Pero no se enseñaba ukemi (caídas).”

Otros conceptos fundamentales, sin embargo, siguen siendo los mismos, aunque nos resulten a veces difíciles de entender. Uno de ellos es la idea y el empleo del Ki, y cuando le preguntábamos esto al maestro se llevaba las manos a la cabeza y nos decía “¡Qué difícil!”. Después, con rostro más serio, nos explicaba qué es el Ki para él:

“Un sensei me decía que el Ki sale de su cuerpo, de las manos. Pero yo no lo creo. En japonés, utilizamos la palabra ¨Ki¨ para hablar de ‘tener ganas’, ‘algo de carácter fuerte, un poco agresivo’ o de ‘estar bien’. El Ki sube la energía propia en el interior. ¡Magia, magia! No, no es magia. Y tampoco religión. En Japón hay un refrán: `Kajiba no baka chikara`. Significa que cuando te pongas en una situación peligrosa podrás sacar tu fuerza. Cuando hay incendio y puedes mover cosas pesadas que normalmente no podrías, se dice que `Kajiba no baka chikara`. En Japón tenemos ese refrán. Ése es el sentido de la energía (Ki). En casos de vida o muerte. En Japón hay muchos dichos como éste.”

Tampoco parece fácil de entender la naturaleza de la relación existente en Aikido entre tori y uke, aunque Miyamoto Shihan nos la aclaraba:

“Tori necesita a uke en la práctica. En Karate hay Yakusoku kumite y Jyu kumite. Para aplicar kata (forma de karate) también es necesario uke. Se recibe con fuerza o tai sabaki según el nivel de uke. Uke es necesario, pero lo verdaderamente importante es lo que tienes en el interior, y se hace con la fuerza del músculo o la fuerza interior”.

El maestro ha impartido clases durante muchos años en las universidades de Okayama y Kawasaki, y queríamos saber si es diferente enseñar en el Honbu Dojo y en la universidad.

“Desde que me retiré a los 60 años ya no enseño en la universidad. Sí, es diferente. Los alumnos del Honbu dojo son adultos. Los de la Universidad tienen 18 o 20 años. Por eso son distintos. Los de Honbu son como compañeros, los estudiantes son alumnos. Los jóvenes de hoy en día quieren resultados, resultados pronto. Si no consiguen buenos resultados lo dejan. En Judo, en Karate o en Aikido lo importante es creer en ti mismo y en lo que haces.”

Con respecto a su manera de enseñar, uno de los rasgos que nos llamó la atención es que no ofrece grandes explicaciones. Expone y demuestra la técnica, incidiendo tal vez en algún punto relevante, y posteriormente los alumnos le imitan. Esto es habitual entre los maestros japoneses, pero en particular en Aikido suele asociarse la técnica con cuestiones y principios relacionados con la filosofía del arte. Así es como ve la enseñanza de Aikido el maestro Miyamoto:

“Los maestros de Karate hablan sólo de la técnica ¿no? Algunos maestros hablan de la historia y la cultura. Pero creo que está bien hablar sólo de la técnica. Por ejemplo, para enseñar a levantar la mano, hay varias formas. Yo simplemente lo muestro. Creo que cuando se habla de todo se limita la enseñanza.”

Ya hemos señalado que el maestro imparte clases en el Honbu Dojo de la Aikikai. Es sin duda la mayor organización de Aikido del mundo, y heredera directa del legado de O Sensei Ueshiba. Pero existen otras organizaciones que no siguen directamente las directrices de la Aikikai. ¿Hay varias formas de Aikido?

“Todas parten de O Sensei. Está el Yoshinkan aikido, el Tomiki aikido, Tohei Koichi aikido y el Hombu Dojo. Creo que hay 4, pero el 80% o el 90% es de Aikikai.”

No podíamos concluir la entrevista sin preguntar al maestro cuál es el objetivo final de la práctica de Aikido.

“Queremos que el mundo sea feliz por el Aikido. Un mundo sin guerra. Creo que otros budokas piensan lo mismo. Es como Karate Ni Sente Nashi (en Karate no hay primera ofensa). Jigoro Kano decía Seiryoku zenyoo, usar toda la energía de cada uno para hacer algo bueno y llegar a la paz en el mundo; y Jita kyooei, tener prosperidad con los demás, respeto, agradecimiento y confianza. Eso es lo que queremos. Que por fin nadie pelee con nadie.”

Con este deseo de paz y el rechazo a la violencia poníamos punto y final a la entrevista. Sin embargo, no dudamos en preguntarle al maestro si volverá a visitar nuestro país, a lo que se mostró dispuesto, a pesar de que nos decía que la edad empieza a pasarle factura y cada vez le cuesta más hacer este tipo de viajes. A día de hoy, podemos confirmar que así será. Por nuestra parte, esperamos volver a ver el maestro y disfrutar de sus conocimientos y su sapiencia dentro y fuera del tatami. Y aprovechamos estas páginas para darle las gracias a él, a nuestras traductoras Kazumi y Rika, y también a Iván Rigual Sensei, ya que sin él que no habría sido posible este encuentro con Miyamoto Tsuruzo Shihan: Aikido en estado puro.

Juan Antonio García Ruiz
C.N. 4º Dan Karate
blogkidokansevilla.wordpress.com

José Manuel Domínguez García
C.N. 2º Dan Karate
www.karatejosemanuel.com

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