Los teóricos chinos, cuando ya hubieron sentado las bases de los Wu-Hsing, como Teoría de los Cinco Elementos, entendieron que la interrelación entre ellos podía ser muy compleja, e idearon los fundamentos de los diferentes ciclos de interactuación que podría haber entre ellos. Con el profundo conocimiento de estos ciclos, los teóricos taoístas comprendieron que era más fácil saber como regular y equilibrar las diferentes manifestaciones de la energía de una materia determinada, logrando que todo aquello que estaba mal volviera a estar bien, en armonía.
Los ciclos energéticos a los que me refiero explican la relación de intergeneración, interdominación, exceso de dominación y contradominación de todos los elementos entre sí, por lo que su conocimiento nos permitirá saber como se regulan estas energías. Los ciclos energéticos son los siguientes: el Ciclo de Generación o de Producción Mutua, el de la Dominación o de Conquista Mutua, el de Debilitamiento y el de Daño, como expondré a continuación.
EL CICLO DE GENERACIÓN
El Ciclo de Generación (“Sheng”), también llamado Ciclo de Creación (“Cheng”) o Teoría de la Producción Mutua, parte de la idea de cómo un elemento es ayudado por otro para lograr su expresión, que a su vez sirve de alimento para crear otro distinto y así sucesivamente en un ciclo continuo, esto es, cada elemento procede de otro, en un continuo surgimiento mutuo (Hsiang Sheng). Este Ciclo, que también es conocido como relación “madre-hijo”, debido a que cada elemento es hijo del anterior y le potencia, es el siguiente:
- La Madera sirve de combustión y alimenta el Fuego.
- El Fuego, al consumirse, con sus cenizas, produce Tierra.
- La Tierra alberga y genera los minerales de los que surge el Metal.
- El Metal produce Agua, por condensación de la humedad ambiental, aunque también puede verse como que el metal al fundirse se convierte en líquido.
- El Agua alimenta y da vida a la Madera, haciéndola crecer.
EL CICLO DE DOMINACIÓN
El Ciclo de Dominación (“Ke”) o de Control, también llamado Teoría de la Conquista Mutua representa en que forma un elemento controla la expresión de otro, esto es, un elemento vence a otro en un continuo círculo. Aunque también se le suele denominar como: Estrella de la Destrucción (“Ko”), esto no es exacto, ya que no existe una destrucción total de un elemento por otro, sino que su influencia consiste en una influencia controladora, por ejemplo: un trozo de metal puede cortar un trozo de madera pero no lo destruye completamente, supone un límite a una expansión excesiva, a un crecimiento descontrolado o desproporcionado. Este Ciclo es una forma natural de controlar todo el sistema, pues lo equilibra, ya que todos los elementos son controladores y son controlados, es como el juego infantil de “piedra, papel, tijera”. Eso sí, si un elemento controlador supera los límites puede convertirse en un elemento destructor, por ejemplo: cuando el agua aniquila y extingue un fuego, o una presa impide el correcto fluir de un río. Este Ciclo, también conocido como relación “abuelo-nieto”, debido a que cada elemento controla a su segundo posterior, es el siguiente:
- La Madera penetra y se nutre de la Tierra, debilitándola.
- La Tierra retiene y estanca el Agua.
- El Agua apaga el Fuego.
- El Fuego funde y derrite el Metal.
- El Metal corta la Madera.
EL CICLO DEL DEBILITAMIENTO
El Ciclo del Debilitamiento, también conocido como Ciclo del Agotamiento, consiste en la inversión del Ciclo de la Generación o Creación, y parte de la idea de cómo un elemento descendiente de otro puede debilitar o agotar a su progenitor, por ello también es conocido como “hijo-madre”. Este Ciclo es el siguiente:
- La Madera es “hija” del Agua y la debilita, pues se nutre de ella, mermando su cantidad.
- El Agua es “hija” del Metal y lo debilita, pues puede llegar a oxidarlo.
- El Metal es “hijo” de la Tierra y la debilita, pues con él se la ara y, para poder extraer los minerales la Tierra se agosta.
- La Tierra es “hija” del Fuego y lo debilita, pues lo limita a un lugar concreto.
- El Fuego es “hijo” de la Madera y la debilita, pues la quema.
EL CICLO DEL DAÑO
El Ciclo del Daño, llamado también Ciclo de la Contra-dominación, es el giro inverso del Ciclo del Control o de Dominación. Esto ocurre cuando se desequilibra el sistema de control, con lo que se restringe y estrecha el crecimiento de un elemento en función de otro. Este Ciclo, que también es conocido como relación “nieto-abuelo”, ya que es la inversión de la relación “abuelo-nieto”, es el siguiente:
- La Madera daña el Metal, en el caso de una madera muy dura que choca contra una aleación metálica débil.
- El Metal daña el Fuego, pues lo puede contener dentro de un recipiente.
- El Fuego daña al Agua, en el caso de un fuego muy intenso que evapora al agua.
- El Agua daña la Tierra, en el caso de una riada que arrastra rocas y tierra, perdiendo el suelo firmeza y estabilidad.
- La Tierra daña la Madera, en el caso de una avalancha junto a una montaña, que arranca árboles a su paso.
La Teoría de los diferentes “Ciclos” (Generación, Dominación, Debilitamiento y Dañino) implica la relación de un elemento en particular con el resto de ellos. Por ejemplo: el caso de la Madera, que genera al Fuego, se nutre de la Tierra, daña al Metal y debilita al Agua.
Todo esto es posible que no se entienda de forma directa en su aplicación marcial, pues hay que hacerlo bajo el punto de vista simbólico, ya que cada elemento ha sido asignado a un movimiento corporal específico que activa las energías relacionadas con ese elemento en particular, como expondré en las siguientes entregas.
Además, como ya he apuntado en la anterior entrega, con el control de los Wu-Hsing los médicos tradicionales chinos logran aumentar o dirigir el flujo de Chi hacia zonas corporales deficitarias o, al contrario, reducir dicho flujo en zonas demasiado energizadas, con ello se logra el equilibrio perfecto para lograr que el paciente se recupere y sane, produciendo una gran tonicidad corporal al inducir la armonía entre sus órganos.

OTRAS CORRESPONDENCIAS
Existen múltiples correspondencias dependiendo si se aplican en la Medicina Tradicional China, el arte del Feng Shui, la filosofía taoísta, la mitología, y otras parcelas del saber chino. Teniendo en cuenta que todos estos “elementos conceptuales” se pueden combinar, e incluso, alguno de ellos puede estar compuesto por la suma de varios aspectos mezclados y relacionados con varios “Elementos”, por ello se define una categoría por su carácter predominante pero no excluyente de los demás elementos.
Hay que tener en cuenta en todo momento que toda esta teoría es sólo un modelo general que puede tener excepciones; incluso algunos conceptos pueden estar formados por cinco manifestaciones que pueden o no estar encuadradas perfectamente en la Teoría de los Cinco Elementos, pero si son lógicas dentro de la Teoría de las Cinco Manifestaciones del Chi. Por ejemplo, se puede decir que los humanos están constituidos por cinco partes indispensables: existencia, cuerpo, mente, Chi y espíritu.
- Existencia. Pues sin ella no es posible el resto.
- Cuerpo. Para manipular la parte material o corpórea de la existencia. Nuestro vehículo.
- Mente. Que es la que rige el cuerpo, la parte conductora del “vehículo”.
- Chi, la energía vital. La fuerza y la vitalidad que tiene el cuerpo y que puede ser nutrida por la energía circundante. El combustible.
- Espíritu. Quien en realidad somos. El “conductor”.
Otra forma de decirlo es la siguiente: la existencia es el camino (la vida), el cuerpo es el “coche”, la mente es el “volante”, el Chi es el “combustible” y el espíritu es el “conductor”.