José Antonio Caracena, es uno de esos maestros que trabajan en la sombra, en silencio, humildemente y sin hacer ruido. pero sin embargo, su trabajo es destacado y fundamental para la comunidad marcial. como cuando “encontró” por casualidad una extraña edición del famoso libro “judo kyohon”, obra mítica de Jigoro Kano, escrita en 1931y durante largo tiempo estuvo dedicado a traducirla… ¡a 3 idiomas! Un libro de extraordinario valor que solo estaba escrito en japonés y que apenas había tenido difusión. El éxito fue tal, que esta obra se ha llegado a vender en más de 20 países.
Actualmente el maestro Caracena está embarcado en la publicación de varios extraños libros más como: Judo Kodokan Atemi waza, Tenjin Shinyo Ryu Jujutsu, Escritos Inéditos del Fundador del Judo, Los Katas perdidos del Judo Kodokan… ¡auténticos tesoros!
Estudiar la obra de Jigoro Kano es sin duda profundizar en el Judo más tradicional. Jigoro Kano desarrolló un nuevo método de Jujutsu (Judo Kodokan) basado en las antiguas escuelas de este arte, a lo que añadió nuevos conceptos, metodología y una base científica.
Desde entonces, el Judo Kodokan absorbió gran parte de las koryu Jujutsu existentes en Japón durante varias décadas, debido entre otras cosas a una clara superioridad en el combate práctico. Consagrados maestros se unieron a Kano en su nuevo Jujutsu y se inició una nueva andadura en el budo japonés.
Dado su carácter democrático, abierto y estudioso de la cultura occidental de aquella época, Kano consiguió cada vez más adeptos, el judo se difundió rápidamente, primero en Japón y poco después en el resto del mundo.
La experiencia de Jigoro Kano en el estudio de la defensa personal o el combate real (llamado también Shinken Shobu, Shobu Judo o Goshin Judo) se basó principalmente en sus conocimientos de antiguas escuelas como Tenjin Shinyo Ryu Jujutsu, Kito ryu Jujutsu, Yoshin ryu Jujutsu y añadió su investigación personal de otras artes tradicionales japonesas y occidentales.
En los primeros años del nuevo método de Kano, el Judo era en parte una continuación de las koryu en las que Kano profundizó. En aquella época era frecuente la práctica cotidiana de situaciones de defensa personal y combate real. Con el éxito de la implantación del randori como forma principal de entrenamiento, muchos instructores se centraron exclusivamente en esta parte del Judo Kodokan dejando en un segundo plano uno de los aspectos más importantes del Judo: La defensa personal.
Las recomendaciones públicas, en revistas, publicaciones, artículos o entrevistas de Kano siempre fueron dirigidas para aconsejar a los estudiantes de Judo el tener presente este objetivo del Judo como arte marcial y evitar así encasillarlo solo en el randori o en el combate deportivo.
Jigoro Kano, observo cómo se multiplicaban enormemente los practicantes de judo por todo el país, con las consiguientes ventajas y desventajas.
Ante tal crecimiento, uno de los problemas que surgieron fue la imposibilidad de hacer llegar a todos los estudiantes los principios teóricos y técnicos de lo que él llamaba un Judo integral desde la perspectiva de la defensa personal. En parte, la creación de varios katas palió este problema, de esta forma Kano unificó criterios y estandarizó la enseñanza en todos los dojos de Judo. Pero para conseguir el máximo de destreza en la defensa personal Kano también recomendó a todos los instructores que siguiesen estudiando e investigando. Esto último es precisamente lo que menos se ha desarrollado después de la muerte del fundador del Judo.
Pero a la mayoría no les gustaba practicar kata, veían esta parte del judo como algo del pasado, por lo que el judo fue enseñado principalmente en solo en una de sus formas o métodos de enseñanza: El randori y en la competición deportiva.
Tal fue esta situación que Kano decidió crear una sección especial dentro del Judo Kodokan llamada Kobudo Kenkyukai, cuya misión era preservar, estudiar, practicar y difundir todas las artes marciales del pasado e incluirlas en el Judo.
Dentro de la Kobudo Kenkyukai se dio instrucción de Kenjutsu, Bojutsu, Naginatajutsu, aikijujutsu, koryu jujutsu etc.
Aquí queda claramente reflejada la importancia que tenía para Jigoro Kano el Judo como arte marcial y método de defensa personal.
En la actualidad la defensa personal basada en técnicas de Judo se practica generalmente en escuelas de Jujutsu moderno u occidental y en menor medida en los dojos de Judo.
Desgraciadamente el reglamento de competición del Judo ha cambiado en numerosas ocasiones durante los últimos 120 años. Hasta 1915 era frecuente usar técnicas de luxación en las rodillas, tobillos, cuello y hombros. En algunas ocasiones los cambios se llevaron a cabo para prohibir un gran número de técnicas, siendo generalmente la seguridad física de los competidores el motivo de la prohibición, pero incomprensiblemente otras veces se prohibieron tan solo para hacer el Judo más vistoso.
Fuese un motivo u otro, lo cierto es que el resultado de prohibir estas técnicas conllevó el dejar de practicarlas con regularidad en el dojo, llegando a darse el caso de que los nuevos instructores o profesores de Judo apenas conocen estos aspectos técnicos que siguen formando parte del Judo.
Pero, desde hace unos años se aprecia una nueva tendencia e interés por redescubrir el Judo tradicional en todos los aspectos técnicos, como el estudio del atemi waza, kyusho , kappo waza y multitud de técnicas de luxación prohibidas hoy día y también el estudio de katas olvidadas o en desuso como el Kime shiki o Bujutsu Shiki, el Seiryoku Zenyo kokumin Taiiku, Go no kata, Torite no kata, Renkoho, Joshi Goshinho, etc
Hace 2 años, en 2016 publicamos la traducción de la obra maestra y oculta de Jigoro Kano, escrita en 1931: JUDO KYOHON. Un libro de extraordinario valor que solo estaba escrito en japonés y que apenas había tenido difusión y que traducimos en 3 idiomas. En él, Jigoro Kano nos habla abiertamente de la filosofía del Judo, de cómo ser mejores personas, de cómo usar el tiempo, de como tratarnos con los amigos, de los secretos del entrenamiento, del atemi waza y kyusho etc.
Sorprendidos por el enorme éxito que tuvo esta publicación (vendida en más de 20 países) decidimos seguir trabajando incesantemente para dar a conocer en todos los rincones del mundo el Judo tradicional.
Ello nos llevó a publicar varias obras más escritas en Inglés, Español, Italiano y Frances:
- Judo Kodokan Atemi waza.
- Tenjin Shinyo Ryu Jujutsu: La antigua escuela donde estudio Jigoro Kano.
- Escritos Inéditos del Fundador del Judo.
- Los Katas perdidos del Judo Kodokan.
- Principios del Judo, Karate y Aikido.
- La defensa personal del Judo Kodokan.
Son cientos de horas las que hemos estado recopilando, traduciendo y contrastando multitud de documentos inéditos que hablan sobre el Judo tradicional y el Judo como método de defensa personal.
Todas estas obras han sido éxitos de ventas, por lo que sin duda hemos visto recompensado este esfuerzo y nos anima a seguir por este camino, difundiendo esta faceta desconocida del judo y poniéndola al servicio de millones de personas. También estamos haciendo un esfuerzo considerable en mostrar nuestro trabajo mediante talleres, cursos y otro tipo de eventos.
Para llevar a cabo nuestros objetivos hemos tenido la suerte de contar con el respaldo y apoyo incondicional de grandes organizaciones internacionales como la Federación de Jujitsu de Estados Unidos (USJJF), presidida por el maestro Bruce R. Bethers y la Organización Internacional de Artes Marciales (I.M.A.O) conjuntamente con la Federación Española de Escuelas Tradicionales de Artes Marciales (F.E.E.T.A.M), presididas por los maestros Ricardo Mercado Sierra y Giuseppe Corbo.
Después de varias décadas donde el Judo se ha practicado única y exclusivamente como deporte de competición, observamos una nueva y esperanzadora tendencia para devolver al Judo lo que es suyo históricamente, desde el punto de vista del Judo como Budo y como método sumamente eficaz de Autodefensa. Son muchos los instructores de Judo y Jujitsu de varios países los que nos hemos puesto en contacto para trabajar unidos y preservar el legado del fundador del Judo Kodokan.
Es trabajo y responsabilidad de todos los que amamos el judo restituirlo en todos los niveles, en todos sus fundamentos y en todas sus técnicas para ponerlo al servicio de la humanidad, tal y como era el deseo del maestro Jigoro Kano.
Quiero dar las gracias a todos mis alumnos de los dojos de Humanes y Yeles, sin ellos sería imposible seguir en este camino.