El Shifu Fco. Javier Hernández es uno de los “periodistas marciales” con más trayectoria de nuestro país, habiendo publicado más de 1000 artículos en la mayoría de las revistas especializadas que han existido aquí. Si tuviera que calificarlo con una palabra, diría que es una auténtica “biblioteca” andante, un pozo de sabiduría marcial que parece que nunca se agota. Por todo ello, esta entrevista y esta portada eran una asignatura pendiente ¿Quién es Fco. Javier Hernández? ¡veámoslo!
FJH: Suelo presentarme como un simple estudiante del Camino, tanto marcial como filosófico. Además de eso… estudio filosofía taoísta desde hace 48 años, practico artes marciales desde hace 45 años, las enseño desde hace 38, publico en publicaciones marciales desde 1980, colaboro con federaciones desde 1984… una vida dedicada a mi gran pasión: las artes marciales y la cultura oriental.
DM: ¿Cuándo y por qué te iniciaste en las Artes Marciales/ Deportes de Combate?
FJH: Me inicié en 1973, con la práctica combinada de Judo y Kárate Shotokan. Muchos me preguntan si fue por la moda de las películas de artes marciales pero no fue así, en realidad ya llevaba tres años estudiando filosofía taoísta y descubrí que muchas artes marciales chinas eran la expresión física de dicha filosofía, esto fue lo que impulsó mi interés por practicarlas. En aquel tiempo no sabía donde aprenderlas por lo que empecé con las japonesas, aunque al año siguiente tuve la oportunidad de empezar con las chinas. En cuanto a deportes de combate… fue a partir de 1987, con la amistad de mi amigo Eugenio Fraile, que era uno de los pioneros del Full-Contact en España, años después llegué a formar parte del Tribunal de Grados de la Federación Española de Kick-Boxing, además de ser su Director Nacional de Organización.
DM: ¿Llegaste a competir?
FJH: En mis años de juventud competí durante unos meses en lo que después seria llamado Semi-Contact o Combate al Punto, pero estaba muy incómodo, las protecciones y la reglamentación me impedían desarrollar mi arsenal técnico, así que lo dejé.
DM: ¿Qué tal te fue?
FJH: Muy mal, me solían descalificar porque hacía ataques “muy raros” y agresivos. En realidad no hacia nada prohibido y tenía el control suficiente como para rozar la cara del adversario, pero los árbitros no parecían verlo así. Años después competí por una única vez en formas con armas en un campeonato de España y quedé primero de mi categoría, en realidad no tiene mérito, había muy pocos competidores.
DM: ¿Qué artes marciales has practicado y con quién?
FJH: Haré un resumen, pues he aprendido de tantos… En mis primeros años aprendí con Miguel Aragón, alumno de Yuen-Manh-Tchen, de Yô Kung-fu, con mi amigo Chen entrene Chu Ji Chang Ch’uan, con otro amigo: Jesús Esteve intercambie conocimientos y me trasmitió su Shang Chi’Do Ch’uan, Con Jhon Fanning aprendí Ming Ch’uan, con el ex-seleccionador nacional Ángel Guerra entrené Taekwondo… he entrenado con los campeones de Boxeo: Luis Folledo y José Durán, con Raúl Gutiérrez sistemas Kenpo, con Fan Xing Ming aprendí armas tradicionales chinas, con Chai Sirisute y Narong Lek de Thai Boxing, con Ruben Tashingco de Tapado Arnis…, la lista es interminable, en 45 años he tenido la fortuna de aprender con muchos grandes.
DM: Fundaste tu propio estilo… pero nunca te has autoproclamado “Gran Maestro”. ¿Cómo y por qué lo hiciste?
FJH: Y yo te preguntaría ¿Qué es un Gran Maestro? Yo creo que Gran Maestro sería un Maestro de Maestros, y no creo que mi conocimiento llegue a tanto aunque tenga algún discípulo que ya ha alcanzado la categoría de Maestro, pero, aún así, no me considero un Gran Maestro, sólo un estudiante de curso superior. En cuanto a por qué fundé mi estilo… bueno, fue una necesidad y tras una conversación me decidí a hacerlo. Me explicaré, el maestro Fanning me preguntó que con lo que sabía por qué no había fundado mi propio estilo, que tenía conocimientos de varios estilos chinos y con el complemento de todo lo que sabía sobre filosofía china tenía el suficiente saber como para fundar un nuevo estilo. De hecho, en mis clases, yo indicaba a mis alumnos: hoy vamos a hacer técnicas del sur de China, hoy del norte, hoy técnicas de chi-kung…, todo ello extraído de los distintos estilos que había aprendido y, la verdad, les estaba haciendo un poco de lío. Por ello, tras la conversación con Fanning, me decidí a estructurar todo lo que sabía sobre técnica y lo fundí con mis conocimientos taoístas, al comprobar que era la mejor forma de estructurarlo todo.
DM: ¿Qué tiene de especial tu estilo?
FJH: El Ming Ch’uan Chai T’ien creo que no tiene nada especial, pues tiene unas características comunes a varios estilos clásicos ya que de ellos aprendí, pero con un enfoque más taoísta, esto es, enseño técnica “dura” de forma “suave”, con todo, enseño como una persona de 50 kilos puede vencer a otra que pesa más del doble y le saca 20 o 30 centímetros de altura. Creo que los estilos que enfrentan fuerza contra fuerza pueden estar bien, pero que son más efectivos aquellos en los que la debilidad vence a la fuerza, como nos enseñó Lao-Tsé, pues antes o después todos perdemos nuestras capacidades físicas, ya sea por edad o por enfermedad. Lógicamente, es mucho más complicado de aprender, pues se necesitan muchos conocimientos (principios, conceptos, bases estructurales, físicas, biomecánicas, etcétera), pero los resultados son excelentes.
DM: Es complicado de entender ¿me podrías dar algún ejemplo?
FJH: Bueno… usamos técnicas parecidas al Wing Chun en distancia corta y al Chang Ch’uan en distancia larga, pero también introducimos técnicas muy circulares y energéticas como en Tai Chi Ch’uan, técnicas de Chin-Na para usar en técnicas de agarre, presa, luxación…, técnicas duras de proyección de Chiao (lucha china) pero también suave extraídas de otros sistemas chinos. En palabras es difícil de explicar, se debe ver y sentir, durante varias horas, pues es muy completo. Y además, entrenamos con armas chinas tradicionales.
DM: Eres muy conocido por tus fantásticos artículos en prácticamente todas las revistas marciales nacionales que han existido. ¿Cómo comenzaste a escribir y por qué?
FJH: Mi ansía por aprender solo es comparable con mi pasión por enseñar, ya sea directamente o por medio de mis escritos, por ello era lógico que escribiera pues así mis enseñanzas llegarían a más personas que se beneficiarían de ello. Mi primer artículo fue sobre filosofía taoísta y fue publicado en “El Budoka”; gracias a esto conocí en persona a uno de mis ídolos periodísticos: José María Prat, pues el editor de la revista no sabía si el artículo era interesante, por lo que me puso al habla con José María para que lo leyera y le diera el visto bueno antes de publicar; en la conversación me indicó un par de detalles que podían mejorar el artículo, por lo que él es el impulsor de mis comienzos. Tras la publicación de ese primer artículo tuve una entrevista con el editor de “Dojo”, Maríano Alonso, y entré a formar parte de la redacción de esta revista emblemática, en donde publiqué desde 1980 hasta que cerró, aunque, como bien indicas, también escribí para muchas otras cabeceras.
DM: Cuéntanos alguna anécdota de tu etapa como periodista marcial.
FJH: Tengo pocas anécdotas de ese tipo, pues siempre he sido una rata de biblioteca, tal vez por eso he sido el primero en escribir sobre temas que no eran conocidos hasta ese momento; muchas horas encerrado en la Biblioteca Nacional y hablando con diferentes maestros, Pero hay una anécdota que ahora recuerdo. Un día estaba leyendo un ejemplar de “Dojo” antes de clase y, cuando entró un alumno en el vestuario, me dijo: “yo he aparecido en esa revista”, “no me digas ¿y eso?”, indiqué yo; “he enviado una carta al Correo del Lector y César León me ha respondido”, “que bien, no”, le dije sonriendo. Cuando llegué a casa busque su carta y en la siguiente clase se la di diciendo “creo que esto es tuyo”, su sorpresa, lógicamente, fue mayúscula. El caso es que firmaba las respuestas del Correo del Lector de “Dojo” con el pseudónimo de César León y en clase casi nadie lo sabía.
DM: ¿Cuál ha sido el momento más significativo de tu trayectoria y por qué?
FJH: Creo que han sido varios: el día en el que leí el volumen sobre filosofía china que tenía mi tío Gregorio en su casa, que me abrió la mente; el día que empecé a entrenar Yô-Kung-fu con Miguel Aragón, que me abrió las puertas a la maravilla de las artes marciales chinas; el día que entré a formar parte de la redacción de “Dojo”, que me abrió la puertas al periodismo marcial profesional; el día que recibí la Medalla al Mérito en las Artes Marciales, que supuso un reconocimiento por parte de muchos Maestros de la Comunidad Marcial…, son muchos años y tanto que agradecer.
DM: Y ahora vamos al “Cuestionario Dragonz”. ¿Cuál ha sido el combate más difícil de tu vida?
FJH: El demostrar que una persona con obesidad mórbida congénita puede llegar a ser un excelente artista marcial.
DM: ¿Y cómo resultó?
FJH: Creo que lo he demostrado con creces, los Maestros de la Comunidad Marcial respaldan mi conocimiento y reconocen mi mayor dificultad y superación.
DM: Y en lo personal ¿Cuál ha sido tu pelea más difícil?
FJH: Creo que sé por donde vas… mi combate más difícil y que aún sostengo es contra el cáncer.
DM: ¿Y cómo va el tema?
FJH: Ahora estamos en tablas, creo que me ha cogido aprecio y no me abandona. Lo peor son las secuelas del tratamiento de quimioterapia: dolor, agotamiento perpetuo… pero todo es cuestión de actitud y voluntad, me enfrento a la adversidad con entereza.
DM: ¿Cuál es tu filosofía de vida?
FJH: Ser cada día mejor persona, ayudar en lo que pueda a los demás y enseñar lo qué se para que los demás no cometan los errores que yo algún día pude cometer.
DM: ¿Tienes miedo a algo o a alguien?
FJH: Después de haberme enfrentado a la muerte… solo tengo miedo a la incomprensión y a la estupidez humana que tanto daño hace.
DM: ¿Quiénes fueron tus ídolos?
FJH: Todos aquellos que me impulsaron a ser mejor: José María Prat en periodismo marcial, Bruce Lee y Jackie Chan como actores marciales, Nelson Maldela, Gandhi, Martin Luther King… que nos mostraron la injusticia y como luchar contra ella, Lao-Tsé y Chuang Tzu que me impulsaron a pensar de otra forma…, creo que soy un poco atípico.
DM: ¿Cómo es el día a día?
FJH: Continúo entrenando Wei-Cheng para estar mejor energéticamente, rehabilitación con hidroterapia como tratamiento de la artrosis degenerativa de tengo en rodillas y caderas, enseñando en cursos, seminarios, ponencias, conferencias…, escribiendo y estudiando mucho. Todo ello, todos los días.
DM: Y si tienes que preparar un evento ¿en qué cambia tu día a día?
FJH: En nada, ahora mismo me dicen “¿puedes dar un curso?” y simplemente pregunto “¿sobré qué tema o aspecto?”, si es cinco minutos después ya estoy preparado, lógicamente, si es una conferencia pienso el día anterior sobre lo que he de decir, me marco un guión mental y después… me tienen que parar para que no continúe hablando.
DM: ¿Crees que tu mejor momento ya pasó o va a llegar? ¿Estás en tu mejor momento?
FJH: En cuanto a capacidades físicas tengo que ser consecuente, mi mejor momento ya pasó. En cuanto a mi capacidad técnica… aún me queda mucho, cada día me sorprendo más. Hace unos días unos maestros amigos me dijeron que hiciera una pequeña demostración técnica de unos cinco minutos aprovechando que había ido a visitarles a un seminario que estaban impartiendo. Entonces salí al centro del tatami y les alerté sobre los peligros de “la economía técnica”, que si bien son buenas “la economía de movimiento” y “la economía de movimientos”, lo indeseable es tener solo dos o tres técnicas como defensa ante cada uno de los agarres que pudieran hacernos. Con la disculpa de un doble agarre de muñeca, mientras explicaba los principios y conceptos técnicos que estaba desarrollando, emplee más de veinte maneras distintas de zafarme y acabar con mi oponente sin mover los pies. Mi mejor momento aún no ha llegado, continúo evolucionando técnicamente.
DM: ¿Cómo convencerías al padre de un chaval de 16-17 años que se quiere apuntar a tus clases pero el padre no lo ve claro?
FJH: No lo convencería. Muchas veces he estado en esa situación y no he tenido que hacerlo, simplemente he hablado con el padre de forma sincera, indicándole los valores éticos que trasmitimos en clase, y tras ello, al ver que tiene ante sí una persona sincera y honesta, anima a su hijo a entrenar. Me ha pasado en varias ocasiones que cuando alguno de ellos se casa, sus padres han aprovechado la boda para agradecerme todo lo que he hecho por su hijo, cuando en realidad yo no he hecho nada, simplemente he predicado con el ejemplo.
DM: ¿Hoy día aquí se puede vivir del deporte? ¿Se puede vivir bien? ¿Hay mucha gente que vida de ello?
FJH: Hay gente que vive de dar clases y a algunos les va muy bien, pero todo implica un esfuerzo y un sacrificio, a nadie se le regala nada. Yo, por mi parte, vivo las artes marciales, no vivo de las artes marciales, pues he trabajado desde los 15 años en un laboratorio farmacéutico haciendo diversas labores. Para mí las artes marciales son mi pasión, no mi profesión. Habiendo llegado donde he llegado soy un caso un poco atípico.
DM: ¿Qué le recomendarías a alguien que “quiere ser como tú”?
FJH: Que se vaya quitando la idea de la cabeza, cada persona debe ser su mejor versión de sí mismo, jamás debe ser como otro, puede tener un ejemplo en la figura de otra persona, pero él debe ser él mismo, pues las copias siempre son versiones distorsionadas. Solo puedo recomendar a los demás que para ser su mejor versión, estudien, trabajen, entrenen, reflexionen… con voluntad, actitud, dedicación y sacrificio.
DM: Háblanos de tres personas que te hayan inspirado para llegar a ser hoy quien eres, de un ídolo, un maestro, y de un “rival” que te haya obligado a dar lo mejor de ti para superarlo.
FJH: Un ídolo: Sammo Hung, el actor marcial orondo amigo de Jackie Chan, que me indicó que “una cosa es estar gordo y otra muy distinta estar fuera de forma”. Un maestro: Jesucristo, que no me importa si históricamente realmente existió, lo que me importa es su Camino de Vida, “ser mejor persona y ayudar a los demás en lo que se pueda”. Un rival: el peor… el cáncer, que me demostró que mi entrenamiento físico y mental era el correcto, pues me preparó adecuadamente para enfrentarme a la enfermedad con valor.
DM: ¿Eres feliz?
FJH: Amo a mi esposa y ella a mí. Continúo haciendo lo que me gusta y soy valorado por ello. Claro que soy feliz, la vida es maravillosa, somos nosotros los que insistimos en que no lo sea, pero yo admito la vida como es, con sus partes buenas y sus partes malas. Si, soy feliz.
DM: Tus próximos proyectos.
FJH: Continuar enseñando en persona y a través de mis escritos. Expandiendo mi arte marcial, demostrando sus bondades y, además, escribiendo artículos novedosos y libros didácticos.
DM: Para terminar, agradecerte tu tiempo, espero que te guste mucho el resultado de la entrevista, y si quieres dar algún mensaje a alguien, o agradecer, este es el momento…
FJH: Ha sido un placer hablar contigo, como siempre, seguro que me encanta el resultado. Aprovecho para animar a todos los lectores a algo muy sencillo y muy complicado a la vez… jamás abandonéis el entrenamiento, sed constantes y voluntariosos, no hay imposibles que con la actitud correcta no se puedan superar. Y, finalmente, aprovecho para agradecerte, Nacho, el esfuerzo que estás haciendo con Dragonz, sé que el sacrificio tendrá su recompensa.