Bill Wallace & Dominique Valera
Cuando David Buisán nos dijo que iba a traer a España a Bill Wallace y a Dominique Valera nuevamente, no dudamos en ofrecerle nuestro apoyo y colaboración.
Tener en nuestra portada a estas dos leyendas de las Artes Marciales, “padres” (hoy día ya más bien “abuelos”) de los Deportes de Contacto, es un grandísimo honor para nosotros.
Tras la 2ª Guerra Mundial, comenzó la difusión de las Artes Marciales en occidente “a gran escala”. Comenzaron a crearse las primeras organizaciones, las primera reglamentaciones, torneos, etc… ¡ellos estuvieron presentes!
Conocer a Bill Wallace en persona es una experiencia increible para todo aquel que disfruta escuchando historias de Artes Marciales. Estuvo presente en los eventos más importantes del mundo en cuanto a Artes Marciales se refiere, hizo la transición del “Kárate clásico” al Full Contact, participó en películas con Jackie Chan… ¡Hasta entrenó Artes Marciales con Elvis Presley! De verdad, si pueden acercarse al seminario que impartirán Bill Wallace y Dominique Valera en Junio en Zaragoza… ¡No se arrepentirán!
DM: Hola Bill, muchos de nosotros te hemos “estudiado” durante toda nuestra vida, pero para las nuevas generaciones que leen Dragonz Magazine ¿Podrías contarnos como comenzaste en las Artes Marciales?
BW: ¡Claro! Yo nací en Portland, Indiana, en el centro del país. Cuando tenía unos 12 años nos mudamos a Lafayette, Indiana. Fui al colegio en Lafayette. En mi época de estudiante, con 13 años, yo pesaba 89 libras, 40 Kg, no mucho.
Por eso, en cuanto a deportes, yo era demasiado pequeño para el fútbol americano, y demasiado bajo para el baloncesto.
Entonces, un chico me propuso entrar en el equipo de lucha. Me quedé bastante sorprendido ¿Wrestling? Ya sabes, lo había visto en televisión, y le dije “Pero yo soy un muchacho pequeño”. Entonces él me explicó que en lucha había divisiones según el peso. En América… ¡Y a lo largo de todo el mundo!
Y caí enamorado de la lucha, la lucha es mi amor, mi primer amor.
Si lo piensas bien, la lucha fue el primer arte marcial. Tú tenías un pedazo de carne, yo lo quería y lo agarraba, y entonces peleamos para ver quién se lo quedaba.
La segunda, probablemente, las armas: si no podía contigo, agarraba un palo de madera y te golpeaba… ¡y luego te quitaba el pedazo de carne!
Y la tercera el boxeo… te golpeaba hasta que te rendías, y luego te quitaba la carne de igual modo.
En 1963 cuando estaba en el servicio militar, en la base en la que yo estaba no tenía equipo de lucha, que era el deporte que había practicado en el instituto, sin embargo ¡Si tenía un equipo de Judo!
Y como el Judo, es muy similar a la lucha en cuanto a los agarres, forma de pensar, etc… comencé a practicarlo ¡Y conseguí ser bastante bueno!
Llegué a representar al equipo de las fuerzas aéreas de EEUU en competiciones por todo el país.
Pero entonces, en un entrenamiento para el campeonato de California, en Los Ángeles, mi compañero de entrenamiento cayó sobre mi rodilla derecha, y el ligamento cruzado quedó totalmente destrozado, lo que truncó mi carrera en el Judo: me pusieron una escayola desde el tobillo hasta el muslo.
Posteriormente me cambiaron de base, me trasladaron a Okinawa. Y allí un amigo me dijo: “¡Ey, Hay una escuela de Kárate en el centro del pueblo, vamos a echar un vistazo”. Por supuesto lo hicimos, era la escuela de Karate Shimabuku, del Maestro Eizo Shimabuku de Shōrin-ryu.
Estábamos allí viendo la clase y él dijo: “¿Tú hacer Kárate?”. Yo dije: “Bien. Yo estoy interesado…”, él me dijo: “¿Quieres estar en la clase?”, y yo le dije: “Sí, pero tengo un vendaje”, Eizo Sensei me dijo: “¡No hay problema! Tu puedes hacer Karate”. Me puse de pie y me dijo: “Haz Yoko Geri”. Y yo pensé “¿Qué demonios es Yoko Geri?”, Él me vió la cara y me dijo en inglés: “Patada lateral”. Y entonces hice una patada lateral, estaba de pie… ¡Y pateando fuerte!
Como yo llevaba la escayola, la altura a la que pateaba era bastante baja. Debieron ser como 300 “Yoko Geri”, entonces él dijo “Mawasi Geri”… y yo hice como otros 300 “Mawasi Geri”, todos con la pierna izquierda. A cada movimiento que me ordenaba, yo preguntaba qué era y él me decía, y así es como empecé, escayolado desde el tobillo al muslo, lanzando patadas laterales (side kicks) y patadas circulares (roundhouse kicks), por eso son mis favoritas, y por eso la pierna izquierda funciona tan bien, porque la he trabajado muchas veces, más que la pierna derecha. Es algo que me sale natural.
Y como trabajaba todo desde la izquierda, de ahí vino mi segundo movimiento natural, instintivo, el puño hacia atrás back fist, porque al estar siempre de lado, podía girar y lanzar el puño hacia atrás y alcanzar la cabeza.
DM: ¿Cómo nació el sistema Bill Wallace “Superfoot”?
BW: En 1976, yo defendía mi título por segunda vez en Las Vegas. (Título peso medio de la PKA – Asociación de Kárate Profesional). Y a raíz de aquel combate, nació el término “Superfoot”, todo viene de esa pelea.
Yo estaba realizando la técnica de pierna: golpeando al oponente con patadas laterales y circulares. Y en el segundo asalto lo alcancé con una patada circular y lo noqueé. En televisión volvieron a retransmitir la toma, pero no podía verse desde los distintos ángulos, había sido tan rápido… De repente, desde un ángulo, ellos vieron como la patada le alcanzaba justo aquí (en la cabeza) y él caía.
Entonces, el presidente de la PKA que estaba en la pelea, fue a ver un partido de baloncesto de los Lakers un par de noches más tarde y en el stand de consumiciones para tomar algo vió una gran marca: “Super foot-long hot-dogs” (algo así como perritos calientes súper largos, utilizando la medida americana en “pies”). Y de ahí vino lo de “Superfoot”.
DM: ¿Cómo fue tu primera experiencia como profesor?
BW: Mi primera clase fue en Muncie, Indiana, Universidad de Ball State. Me llamaron para dar clases ¡Había de 80 a 100 personas por lo menos! Y allí fui yo, muy nervioso, entonces hice lo que había hecho en Okinawa. Primera posición, puño izquierdo, derecho, “kiaaa”, durante probablemente 20 minutos. Luego siguiendo con una pierna y la otra “kiaaa”.
Fue impresionante… 80 -100 personas en clase…
En la siguiente clase, habría más o menos 50 personas. Algo no estaba bien, porque yo me lo estaba pasando bomba y había la mitad de gente.
Pero la gente ve películas y revistas, y es lo que quieren, pero cuando entrenas no es eso lo que haces, es entrenamiento, para enseñarles la parte interesante. Pero lo que la gente quiere es la parte vistosa, lo que gusta, lo de las películas, y eso es lo que quieren hacer.
Y esto no se puede hacer en el primer momento ¿Por qué no podemos enseñar a alguien alguna de estas cosas para empezar?
En la primera clase en la que enseño a la gente, les enseño mi “back fist” (puño hacia atrás), algo muy simple ¿Cómo hago eso? Es solo rapidez. Por eso, tu primer movimiento de defensa personal es puño atrás, giras de lado, así, la nariz va fuera y la pelea ha terminado.
Lo que sucede también, es que si tu enseñas Karate como se hacía antes, y el muchacho va a la escuela el día siguiente, y sus compañeros le preguntan con curiosidad: “Tuviste clase de Karate, a ver muéstrame que aprendiste”, entonces si muestra la primera posición y un puño y otro, como se comenzaba antes, le dicen “¿Y eso es lo que aprendiste?” y entonces ¡Te muelen a palos!
Yo recuerdo en la Universidad, que uno de mis profesores decía “Cuando enseñes algo alguien, enseña algo que ya sepan, así se sentirán cómodos. Luego enseña algo que no sepan, así volverán la semana próxima para aprender a hacerlo mejor”.
Si enseñas dos cosas que ellos conocen, se aburrirán. Y si enseñas dos cosas que ellos no conocen, se perderán y lo dejarán.
Por eso, como profesor, tu trabajo es muy simple, mostrar ideas a la gente, enseñar ideas, la patada, el aspecto de la patada, peleando, luchando… las Artes Marciales nunca deben ser usadas para enfrentar a dos artistas marciales ¿Sabes? No. Su origen fue la defensa personal.
Cuando peleamos entre nosotros, usamos las mismas técnicas que conoce nuestro oponente. Por eso tengo que ser engañoso, tengo que ser listo, para hacer un bloqueo, pateando sin ver, volar hacia aquí y luego ir allí. Por esto, has de ir creando grietas/ aberturas, movimientos, etc… y esto es lo divertido para mí.
Algo que yo disfruto mucho porque me gusta patear a la gente y si yo bloqueo aquí, tú abres allí. Te lanzo la patada, tú bloqueas, yo giro la patada lateral, agarras y yo giro la patada circular, y vas haciéndolo así, tal como quiero yo. Y esto es lo que era divertido.
Pues en la enseñanza, es lo mismo, si los estudiantes no se divierten, si no lo disfrutan, déjalo, ellos no tienen que hacerlo.
DM: Desde que comenzaste con las Artes Marciales ¿Pensaste en que querías ser profesor o dar cursos?
BW: No, no. Mi padre quería que fuera profesor de escuela. Él era profesor de colegio y quería que yo también lo fuera, que siguiera sus pasos, que fuera a la universidad y fuera profesor. Lo gracioso es que fuí a la universidad para ser maestro de escuela.
Y cuando me gradué en la universidad, volví a Indiana por una entrevista de trabajo para ser profesor de colegio.
Una vez allí, conocí a la gente del colegio con la que yo iba a enseñar. Y pensé… Dios… ¿Realmente quiero hacer esto? ¿Realmente quiero enseñar en un colegio?
Entonces cuando yo volvía conduciendo a mi casa en Indianápolis, tuve una llamada de teléfono… de un tipo llamado Elvis Presley.
Él me dijo si podía regresar a Memphis a enseñar Artes Marciales, a crear una escuela, y eso es lo que pasó, por esto yo pude trabajar con él, y enseñar y dar clases a su gente.
“¡Ok, claro que puedo!” Le dije. Y al mismo tiempo, tuve una llamada para hacer mi primer combate de Kickboxing (Full Contact).
DM: ¿Tenías ya relación con Elvis, o ése fue tu primer contacto con él?
BW: Yo conocí a Elvis en 1972 y él me llamó en Abril 1974. Yo me mudé a Memphis, y el resto es historia.
En toda mi experiencia en las Artes marciales he conocido a muchas personas: Elvis Presley, John Belushi, Chuck Norris, Dolph Lundgren, Jackie Chan, gente diferente con la que yo realmente he trabajado y entrenando Artes Marciales.
Mi vida ha sido influenciada muchas veces, a causa de estas personas. Elvis Presley, John Belushi, Chuck Norris, Dolph Lundgren, Jackie Chan, Benny Urquidez, Joe Lewis, Dominique Valera…
DM: ¿Cuándo conociste a Dominique Valera?
BW: Conocí a Dominique en 1974 en Berlín, Alemania. Él vino a echar un vistazo al Kickboxing, la primera vez que nosotros estábamos en Berlín. Vino con algunos de sus amigos, y Mike Anderson, quien comenzaba con el karate “Full Contact”, por aquél entonces, me lo presentó. Del mismo modo, para pelear, Dominique quería pelear conmigo. Yo peleé con él, pasamos un buen rato y nos hicimos amigos.
Dominique vino en un tour a América y pasó un mes conmigo ¡Lo pasamos bomba! Yo aprendí un poquito de francés y el aprendió un poco de inglés e hicimos una muy buena amistad. Mucha gente no entiende lo que Dominique y yo hacemos, nosotros nos divertimos.
Quiero decir, a nosotros nos pagan por entrenar. Nosotros tenemos diferentes puntos fuertes, diferentes puntos débiles, diferentes flexibilidades, pero la más distinta es la psicología. Por eso, yo puedo enseñar mi patada.
La técnica de puños para que las patadas entren, las patadas para poder pegar puñetazos… pero tú no vas a hacerlo del mismo modo que yo lo hago, porque nosotros somos diferentes.
Por eso, mi trabajo es presentar la idea. Tú la absorbes y la adaptas a ti, este es el camino de los diferentes sistemas, el Kenpo, el Kajukenbo, Shōrin-ryu Kenpo, American Kenpo, Kenpo japonés, pero es todo lo mismo
¡Todos los sistemas son el mismo! Pero tú lo haces diferente.
El Kenpo es principalmente, defensa personal. Mi sistema, competición. Pero mis técnicas también funcionan en la calle, desde el “back fist” hasta la patada lateral. Si no puedo hacer la patada lateral al muslo, o a las costillas, la hago a la rodilla.
DM: Hablando de patadas ¿Ha tenido siempre esa flexibilidad?
BW: ¡Por supuesto que no! He estado trabajando mi flexibilidad muchos años. A causa de la lucha, la tengo.
Quizás soy tan flexible por ello. Solo trabajando la flexibilidad, estás trabajando la agilidad en el movimiento. Ya no hago el spagat ¿Sabes? Y no lo intento, no voy a trabajar duro para volver a hacerlo, porque quiero cuidar mis articulaciones. Pero no tengo problema en patear alto.
En cuanto a los estiramientos (stretching), tengo un título de maestría en kinestesiología y fisiología del movimiento (Master degree en Kinesthesiology & Physiology of exercise). Por lo que puedo llevar y aplicar esto cuando enseño.
Cuando yo hago mis seminarios, hago mi tipo de estiramientos, que son perfectos para dar patadas con la pierna adelantada, no con la pierna atrasada, porque tú necesitas la flexibilidad aquí, en los abductores.
DM: Aquella “Superfoot” con la pierna adelantada es la que te hizo famoso ¿Fue también la que te abrió las puertas del cine?
BW: Pues verás, yo estaba enseñando en Memphis (Tenesse), y Chuck Norris estaba en Missoury (Sant Louis). Él sabía que yo estaba viviendo en Memphis en ese momento y condujo hasta allí y vino a mi la escuela, y me dijo “Bill, ¿puedo hablar contigo?”, le dije que sí y me dijo “Quiero pelear contigo”, Yo dije “¿¡Qué!?” y él… “Qué quiero pelear contigo”.
En ese momento yo estaba muy bien, en 1978, y le dije “Ok”.
Él me dijo que no quería a nadie mirando, y yo saque a todo el mundo de la escuela, cerramos la puerta y peleamos sobre una hora y media, nos molimos a palos el uno al otro.
Sobre este día nadie ha sabido nada, sobre qué pasó. Yo no voy a decir nada y Chuck Norris tampoco. Nosotros nos respetamos.
Nos conocíamos el uno al otro bastante bien, y ya sabíamos que golpes lanzaríamos el uno y el otro. Entonces después de la sesión de sparring (pelea), él me dijo “¿Puedo hacerte una pregunta? ¿Estarías interesado en hacer una película conmigo?”.
La película se llamó “A Force of One” (Fuerza 7 en España) y somos amigos desde entonces, grandes amigos. Si tú piensas en ello, yo hice la película con Chuck Norris en 1978, son casi 40 años atrás. Yo me retiré de pelear en 1980 ¡Hace 36 años!
DM: Tanto Norris, como Valera, como tú, sois iconos de las Artes Marciales, y formáis parte de la historia de las Artes Marciales Contemporáneas, grandes maestros y luchadores, pero al conoceros, transmitís una calidad humana impresionante, sencillez, humildad, etc…
BW: Yo realmente era muy buen luchador, y Dominique también, pero nosotros no vamos por ahí actuando, como sacando pecho y diciendo ¿tú sabes quién soy? o esas cosas.
A nosotros nos gusta la gente. Me gustan mis amigos, me gustan mis nuevos amigos. Es divertido llevarse bien con alguien, y hay tiempo de ser tú mismo y tiempo de ponerse serio.
En la clase, en los seminarios, a mí me gusta divertirme, bromear, hacer bromas sobre algo que alguien esté haciendo, y aún así transmitir el concepto. Porque si yo consigo relajarte, si consigo que te relajes, es mucho más fácil aprender.
Mucha gente me llama a diario, y me envían emails, son personas a la que yo enseñé en la universidad.
Dicen, “recuerdo lo que me enseñaste en clase”, “recuerdo lo que dijiste”, “lo que hiciste este día”, ha quedado grabado para toda su vida. Y tú dices “¡Wow!”.
DM: ¿Qué les diría a las nuevas generaciones de profesores de Artes Marciales?
BW: Tú deber número 1 como Maestro, es disfrutarlo. Si el profesor no disfruta enseñando, los estudiantes lo notarán.
Sabrán que el profesor no disfruta enseñando, y entonces ellos no disfrutarán aprendiendo, o no aprenderán nada.
Por eso, lo primero es que el profesor debe disfrutar enseñando. Y lo segundo, es que el alumno también debe disfrutarlo.
Los viejos días de repetir ejercicios durante 15 minutos cada uno de ellos, y si tú bajabas el brazo el chico con la vara de bambú te llamaba la atención, terminaron hace tiempo.
¿Por qué los estudiantes juegan al voleibol, o al fútbol? Todo lo que nosotros hacemos con el entrenamiento, esto es lo que es gracioso, básicamente no es diferente de lo que hacen en el fútbol, o el voleibol, no es diferente en baloncesto, excepto, que algún día, lo que nosotros hacemos, podría salvarnos la vida. Y esto es lo principal. Es lo mismo.
DM: Hablando de esto, de que lo que nosotros hacemos, podría salvarte la vida, ¿tienes alguna anécdota o alguna situación de este tipo, en la que te hayas visto envuelto?
BW: No. Una vez, yo estaba con John Belushi, en Chicago, íbamos andando por nuestro lado, cuando un chico vino hacia nosotros, borracho.
Le dijimos que se marchara, que no teníamos dinero pero él saco un cuchillo y dijo que nos iba a cortar. Entonces le dije: “Ok, tu podrías cortarme, pero nunca me verás sangrar”.
Dio un paso atrás, me miró, y dió media vuelta.
Estaba a punto de atacarle con una patada lateral. No me importaba lo que fuera a hacer. Yo tenía un par de zapatos puestos, zapatos de suela dura.
No importa lo que golpee, algo va a romperse. El retrocedió y se fue.
Es lo más cerca que he estado de una situación así. Nunca tuve una situación de vida o muerte.
DM: Mucha psicología.
BW: O sí, sí. Yo nunca he estado en una pelea. Nadie montó una pelea conmigo.
Y yo mido 5 pies 9 ½ pulgadas, 165 libras. Y nadie nunca ha montado una pelea conmigo. Si voy a un bar y choco con alguien me disculpo. Generalmente con un muchacho corpulento o algo como eso.
Yo pienso que al cabo del tiempo, con nuestro entrenamiento, creamos un aura que dice “ey, yo sé lo que estoy haciendo, si tú quieres jugar a pegarte adelante, pero yo no juego… yo te golpearé en serio y no te levantarás”.
El intimidador amenaza para montar una pelea porque él sabe que la otra persona no puede ganar. Pero si de repente se topa con alguien que le rompe esa sensación de seguridad ¿Para qué montar la pelea?.
DM: Cual es el sentimiento que tienes tras más de 50 años practicando?
BW: Sigo aprendiendo. Tengo 70 años, no voy a patear más rápido, no voy a ser más fuerte, técnicamente tampoco voy a ser mejor, pero lo bonito ahora es que pueda mantenerlo.
Puedo mantener la fuerza, mi fuerza, y puedo conservar mi velocidad, puedo conservar mi flexibilidad, y ésta (la cabeza) todavía funciona.
Y ahora yo puedo ser más engañoso, escurridizo, como con los niños pequeños, puedes lanzar las patadas de este modo, pero estar mirando a mi cabeza.
DM: ¿Qué nos puedes decir acerca de tu próximo seminario en Zaragoza con Dominique?
BW: Que será fantástico, volver a verle de nuevo, pasar unos días con él. ¿Qué decir? Tú puedes tener muchos conocidos, mucha gente sobre la que sabes, con la que has pasado algún tiempo, pero amigos de verdad… pocos. Dominique y yo somos amigos desde hace cerca de 40 años.
Nosotros hemos rodado escenas de peleas juntos en París, en Alemania, demostraciones, cursos, etc… Hemos hecho muchas cosas juntos, y nos llevamos muy bien. Os animo a venir al seminario, será genial y lo pasaremos muy bien.
DM: ¿Alguna cosa más que añadir?
BW: Dar las gracias en primer lugar a David Buisán por invitarme de nuevo a España, a César Hernández por las fotografías, y por ser tan cercano a nosotros. A Dragonz Magazine por la publicación de esta entrevista. Y también a Dominique por venir de nuevo.
¡Nos vemos pronto!
DM: ¡Nos vemos!
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