El cine marcial y el denominado Blaxploitation, es decir, el cine hecho por y para la comunidad negra, u afroamericana, siempre han tenido muchos nexos en común. Durante los años setenta, el cine de Kung Fu se solía estrenar en sesiones dobles en cines grindhouse, junto a las mencionadas películas de Blaxploitation, creando unos vínculos que la propia comunidad negra norteamericana ha celebrado e incluso incorporado en este tipo de cine. Y aunque hemos tenido grandes actores de color, como el gran Jim Kelly, una de sus estrellas más reconocidas en la actualidad es Michael Jai White. Con un puñado de títulos esenciales para los amantes del cine de artes marciales, últimamente está de capa caída. No obstante, ha conseguido dejar huella en el género y es, o ha sido en este siglo XXI, uno de los grandes.
DE KARATEKA A ACTOR
Michael Richard Jai White nacía el 10 de noviembre de 1967 en Brooklyn, Nueva York. A los siete años comenzó a estudiar Jiu-Jitsu, y con ocho años se trasladó con su familia a Bridgeport, Connecticut, donde comenzó a estudiar Karate Shotokan, algo que le ayudó al ser un chico muy introvertido, consiguiendo expresarse de forma correcta gracias a ellas, y consiguiendo el cinturón negro con 13 años. Se graduó en la Central High School en 1988, destacando como deportista. Con 14 años comenzó a dar clases en el local de la asociación juvenil internacional YMCA, además de comenzar a pelear en diferentes torneos. Su bagaje marcial es impresionante, estudiando sobre todo Karate, estilos Kyokushinkai (3º Dan), bajo la tutela de Shigeru Oyama, alumno del fundador del estilo, el Sensei Mas Oyama (sin relación familiar a pesar del apellido), Goju Ryu (3º Dan) éste último como alumno de Eddie Morales, Taekwondo (2º Dan), Kobudo (1º Dan), Tang Soo Do, Wushu, Boxeo y Kickboxing, donde estudió con el mismísimo Bill ‘Superfoot’ Wallace, quien en 2013 le otorgó el cinturón negro, siendo el octavo en su CV, y sin olvidar sus dos primeros pasos de niño, Karate Shotokan y Jiu-Jitsu. Los grados indicados son aproximados. Tengo que admitir que, aunque he estado buscando si tiene algún grado más, no he encontrado más información.
Antes de dedicarse al cine, Michael fue profesor de colegio, enseñando a niños con trastornos emocionales en los grados quinto a séptimo en la Wilbur Cross Elementary School en Bridgport. Esta experiencia es una de las más enriquecedoras de su vida, de la que se siente sumamente orgulloso. Fue en esta época donde a Michael le picó el gusanillo de actuar, convirtiéndose en una pasión, por lo que comenzó a acudir a castings por la zona de Manhattan, pasando a participar en anuncios, obras de teatro y series de televisión en pequeños papeles. Todo esto lo hizo durante periodos vacacionales y fines de semana, hasta que finalmente decidió dejar la enseñanza y lanzarse a la aventura de la interpretación en cuerpo y alma, viajando a Los Ángeles en 1992, pasando al cine, aunque ya en 1989 tuvo un pequeño papel casi de extra en las dos secuelas de El Vengador Tóxico en 1989, donde además fue es asistente del coordinador de lucha, otra aparición sin acreditar en LasTortugas Ninja 2: El Secreto de los Mocos Verdes (1991) y en True Identity (1991).
Ya en 1992, pudimos verle como uno de los UniSol en Soldado Universal, pasando por series como Salvados por la Campana (1992) o Renegado (1993), la serie de Lorenzo Lamas. Apariciones menores en películas como Full Contact (1993) de Jerry Trimble, En Tierra Peligrosa (1994) de Seagal o El Golpe del León (1994) de Don ‘The Dragon’ Wilson, además de más series de televisión. Ya en 1995 tuvo un papel algo más destacado en el lucimiento de la artista marcial y especialista Marjean Holden en Ballistic, pero lograría despuntar como protagonista ese mismo 1995 interpretando al mismísimo Mike Tyson en la película para televisión Tyson, logrando llamar mucho la atención. No obstante, no sería hasta 1997 donde lograría dar un salto cualitativo en el cine.
SPAWN: EL PRIMER SUPERHÉROE NEGRO EN EL CINE
Muchas veces se dice que el primer superhéroe negro como protagonista en el cine fue Wesley Snipes en Blade (1998), pero un año antes, Jai White protagonizaba Spawn, donde consiguió ser nominado al premio de mejor nuevo actor en los Blockbuster Entertainment Awards de 1998, aunque la película, buena no es, a pesar del potencial. Jai White es Al Simmons, un asesino del gobierno que es traicionado para convertirse en Spawn, un instrumento de seres diabólicos para crear el caos y la destrucción en la Tierra. Esta adaptación del cómic del mismo título, seguía la estela de películas como El Cuervo (1994) y Mortal Kombat (1995), es decir, un presupuesto precisamente no muy elevado, y unos efectos digitales mejorables, al estilo de Mortal Kombat: Aniquilación (1997) En su momento, diga lo que diga la gente, gustó, pero con el tiempo, muchos hemos visto sus carencias y fallos, como el cargante personaje que interpreta John Leguizamo, Violator. Contiene algún momento marcial, pero se basa más en la acción balística y en esos efectos especiales digitales muy mediocres, además de una pésima dirección, que todo unido nos dio una secuencia final que molesta hasta verla. De toda ella, Jai White es sin duda lo mejor, pero en vez de dar pie a una franquicia, terminó por ser una película con escasos momentos salvables, incluyendo su banda sonora o la presencia de Martin Sheen, quien aceptó el papel por participar en una película de superhéroes. Se entiende que Jai White quisiese interpretar a este personaje, que está bastante definido y le dio la oportunidad de lucirse, a pesar de los kilos de maquillaje. También es cierto que la productora quiso modificar el primer montaje, añadiendo nuevas escenas, reduciendo la violencia y añadiendo demasiado humor, bajando la calificación por edades de adultos a mayores de trece años. Se prepararon dos secuelas que nunca consiguieron ver la luz, e incluso Jai White le propuso en 2011 al creador del personaje, Todd McFarlane, regresar como Simmons en el reboot que, de momento, sigue sin hacerse realidad.
A Michael le ofrecían papeles para películas de artes marciales, pero quería seguir buscando su camino como actor, por lo que tras Spawn, consiguió papeles secundarios en otros géneros como la comedia o el drama, pero nada relevante para su carrera, hasta que llegó 1999 y su encuentro con Jean Claude Van Damme en Soldado Universal: El Retorno. En aquellos finales de los noventa, Van Damme estaba dando el canto del cisne. Tras el relativo fracaso de the Quest (En Busca de la Ciudad Perdida) (1996) y de sus películas con directores de Hong Kong Al Límite del Riesgo (1996), Double Team (1997) y En el Ojo del Huracán (1998), había intentado resurgir como actor serio con Soldado de Fortuna (1998), pero no conseguía levantar cabeza, por lo que terminó volviendo a una de sus mejores películas en esta secuela que ignoró los intentos televisivos anteriores.
Luc Deveraux supervisa el nuevo y mejorado equipo de UniSols, que usa una inteligencia artificial, S.E.T.H. para controlarlos. Pero no todo irá bien y dicha inteligencia artificial se rebelará contra sus creadores, terminando por obtener un cuerpo nuevo, el de nuestro Michael Jai White. Como película de acción es entretenida, pero lejos de la calidad de la original. Lo mejor es sin duda el enfrentamiento entre el belga y el afroamericano, pero, a pesar de comenzar la película con un plano de la espalda de Jai White, tenemos que esperar 40 minutos hasta poder verle bien, el Super Soldado Universal. En términos generales, es una correcta secuela, muy hollywoodiense, pero con ese toque de serie B noventero tardío. Como esto es sobre Jai White, no voy a entrar en muchos detalles de la película, que resulta entretenida pero lejos de la original. Jai White se luce marcialmente y consigue ser un brillante villano, y Van Damme lo da todo, aunque no consiguiese el éxito que se merecía.
En el año 2000 seguiría con participaciones como secundario en alguna serie de televisión, telefilme y en un corto, y ya en 2001 volvería como villano en Herida Abierta, con Steven Seagal siguiendo la estela de Romeo debe Morir (2000), con el mismo director y parte del reparto, como DMX, Isaiah Washington, Anthony Anderson y Tom Arnold, y con Dion Lam como coreógrafo de lucha, sin olvidar el rap, pinceladas de humor, algo de cables y efectos digitales. En esta ocasión son 30 minutos prácticamente exactos los que tardamos en ver a Jai White, que interpreta al sargento Lewis Strutt, un policía corrupto que lidera un negocio de tráfico de heroína.
Curiosamente, Jai White había protagonizado un japonés de sopa con Seagal años antes, en 1993, y no había vuelto a coincidir con el aikidoka. Michael es un buen villano, de eso no cabe duda, y a pesar de improvisarse la pelea contra Seagal, aunque usan espadas (bueno, guillotinas de papel al estilo espada), pero sigue siendo un buen duelo, es otra buena muestra de la calidad marcial de ambos, y eso que Dion Lam buscó diferentes estilos para las coreografías de lucha. Una buena despedida de los cines de Seagal y otro escalón más en los cimientos de la carrera de Jai White. No puedo ignorar su presencia, cortada del montaje final, en Kill Bill Vol.2 (2004), donde luchaba contra David Carradine, mostrando su técnica de espada. Una buena secuencia que se puede ver en los extras de la película o incluso en Youtube.
Hasta 2006 no tendríamos la consagración de Michael, pero antes estuvo participando en vídeos musicales, series de televisión, incluyendo de animación y de superhéroes, además de participar en 2004 en Silver Hawk, película de Hong Kong para lucimiento de la gran Michelle Yeoh. Superhéroes y mucho Kung Fu, pero que no hizo que el actor y artista marcial consiguiese tener continuidad en la ex –colonia británica, a pesar de sentarle bastante bien ese estilo cinematográfico. Pero, como he dicho, sería 2006 donde Michael Jai White se convertiría en la estrella del cine marcial.
INVICTO 2: LLEGA LA ESTRELLA
Invicto 2 (2006), continuaba a la película de 2002 y Jai White, a pesar de labrarse una carrera cuyos mayores papeles eran de villano, con honrosas excepciones, daría la campanada como protagonista en la que sería también la película que lanzaría a Scott Adkins y su inmortal Boyka. Michael interpreta a George ‘Iceman’ Chambers, campeón de boxeo que interpretó en la primera Ving Rhames, que terminará por entrar a la cárcel en Rusia, donde deberá pelear en combates internos controlados por los altos mandos de la prisión y los ricos que apuestan en cada enfrentamiento. Allí conocerá a su némesis, Yuri Boyka, interpretado por Scott Adkins. A pesar de que la película sigue la estela de otros títulos ochenteos y noventeros de torneos mezclado con el subgénero de las cárceles, se ha convertido en un título de culto gracias a la espectacular forma física de los dos actores, junto a unas coreografías de J.J. Perry de quitarse el sombrero, sin olvidar la dirección de Isaac Florentine, ayudado por Perry en la segunda unidad, o el montaje, todo a favor de ofrecernos un espectáculo brutal y mítico, siendo un punto de inflexión en el cine marcial al incorporar elementos de MMA y XMA a las endiabladas coreografías.
El volumen muscular de los dos protagonistas junto a su velocidad, es sorprendente, y el tipo de coreografías marcarían un antes y un después, provocando un aluvión de películas similares a la vez que despegaba la carrera de Adkins y de su Boyka, con dos secuelas más, ya con el ucraniano como protagonista absoluto, pasando de villano a antihéroe y héroe. También existe el proyecto de un paso a serie de televisión, pero de momento el proyecto no parece avanzar, al menos a la hora de escribir estas líneas. También podemos ver a Silvio Simac y al veterano Ben Cross en ella.
A pesar del éxito en vídeo y de catapultar a Adkins, Jai White parecía querer repetir pautas, por lo que seguiría participando en telefilmes o series, ya fuese actuando o poniendo voces, alternando estos trabajos menores donde aumenta su calidad como actor, con películas de género, e incluso en China, donde volvería para participar interpretar a Mohammed Ali en la biografía, sumamente ficticia, del Pequeño Dragón, The Legend of Bruce Lee (2008), a la que siguió un breve papel en El Caballero Oscuro (2008).
Ya en 2009 nos ofreció dos peliculones. La primera en estrenarse, directa en DVD fue Promesa Sangrienta, o Blood and Bone, la que podríamos decir que es su mejor película. Estrella absoluta, interpreta a Bone, un ex-recluso que llega a un ghetto controlado por mafiosos y que se meterá de lleno en el mundo de las peleas ilegales para cumplir lo que dice el título, una promesa. Y la sangre que veremos no es precisamente la suya. Un héroe a la antigua usanza, con cierto toque de western, un luchador impresionante y una trama sencilla pero efectiva, con algunos matices sumamente interesantes. Lo que parece la historia de un justiciero callejero, o una película de torneos ilegales con mafiosos, añade elementos como el sentido del honor y ese espíritu marcial más puro, unido a la Blaxploitation, una especie de mundo marcial urbano y afroamericano. Luego tenemos esa agrupación, El Consorcio, de blancos, ricos, poderosos, y racistas, donde el enemigo de Bone, James, quiere entrar, y todo terminará por tener que ver con esa promesa que busca cumplir nuestro protagonista.
Las peleas fueron coreografiadas a cuatro manos, entre Sam Hargrave y Fernando Chien, además de contar con muchos nombres potentes, tanto como especialistas (Luke LaFontaine, Tsuyoshi Abe, Zöe Bell, Arnold Chon, Larnell Stovall, Don Thai Theerathada o Roger Yuan), coordinados por J.J.Perry, además de ser director de segunda unidad, o delante de las cámaras, con Bob Sapp, Matt Mullins, Ron Yuan, Kimbo Slice o Gina Carano, además de los actores, no marciales, como Julian Sands o Dante Basco, y sin olvidar unos cameos, los de Bob Wall, Fumio Demura o Gene LeBell. Estupendas y brutales peleas, alejada de las acrobacias, aunque tenemos algunas, en especial en el duelo final entre Jai White y Mullins. Una estupenda película con un enorme Jai White de la que se ha hablado durante años de una secuela que nunca termina de arrancar.
La otra película que estrenaría nuestro protagonista es Black Dynamite, un homenaje a la Blaxploitation marcial y a nombres como el de Jim Kelly, pelo afro incluido. Mucho humor y acción para otra maravillosa película que no me canso de ver. Roger y Ron Yuan se encargaron de las coreografías, y donde podemos ver algunas caras conocidas como la de Larnell Stovall, quien además de participar como actor, es especialista en ella, junto a nombres como James Lew, Tsuyoshi Abe, Fernando Chon, Simon Rhee, Jeff Pruit, Luke LaFontaine, Clay Donahue Fontenot, e, incluso según algunas fuentes, el mismísimo Gary Daniels, aunque no le veamos la cara. Con una historia del propio Jai White, tendría continuación en una serie de televisión animada con dos temporadas. Todo un icono del movimiento negro setentero en este homenaje indispensable.
Tras ellas dos, de nuevo vídeos musicales y películas menores, a excepción del cortometraje Mortal Kombat: Rebirth (2010), presentación del proyecto de actualización del famoso videojuego donde interpretó a Jaxx. Esta reinvención conseguiría dar el salto a la webserie, con Jai White repitiendo papel en 2011, el mismo año que daría el salto como director con Rompiendo las Reglas 2: The Beatdown. Secuela de la película homónima, esa especie de Karate Kid juvenil con MMA y las nuevas tecnologías en zonas pijas norteamericanas, daba paso a una estupenda película que mantiene ciertos elementos reconocibles, pero con Jai White como arisco experto luchador salido de la cárcel, enseñando a unos chavales a pelear. Las relaciones de cada alumno, junto a cierto desarrollo del personaje de Casey Walker, es decir, Jai White, daban cierto trasfondo a la historia, con unas estupendas coreografías de Larnell Stovall, consiguen que este debut como director se salde con un más que aprobado. Mantiene ese toque de serie B actual, una película modesta en sus pretensiones pero que consigue entretener y hacernos disfrutar con cada exhibición marcial.
Que cuente con auténticos luchadores de UFC, como Todd Duffee o Scottie Epstein, además del cameo de Lyoto Machida, es garantía de calidad, sobre todo teniendo a Stovall como coreógrafo. Por ello, es una más que recomendada película que recupera a un estupendo Jai White, aunque en términos generales está por debajo de otros de sus trabajos. Tactical Force se estrenaba el mismo 2011, lucimiento de Steve Austin, con un Jai White de secundario, en un grupo de SWAT algo expeditivos que deberán realizar unos ejercicios en el mismo sitio elegido por unos mafiosos para una reunión, por un maletín robado, un almacén vacío. Una correcta película de serie B con tiroteos y buenas escenas de lucha, sobre todo el enfrentamiento entre Jai White y el desaparecido Darren Shahlavi, no especialmente destacables, pero que resulta bastante entretenida, por encima de lo que Austin suele protagonizar.
Los siguientes dos años volvería a no parar en otros géneros y sería en 2014 donde podríamos decir que dio su canto del cisne cinematográfico con tres películas muy diferentes. Android Cop fue la primera en estrenarse, la versión cutre de la productora The Asylum del remake de Robocop de ese mismo 2014, lo que se llama un mockbuster, es decir, película que explotan conceptos de películas de gran presupuesto, pero con mucho menos dinero. Estrenada 8 días antes del mencionado remake, me resulta entretenida a pesar de ser la típica producción de Asylum, es decir, mediocres efectos especiales, y mucha caspa que en ocasiones es divertida y en otras, no tanto, llegando a ser insultos para el cine. En esta ocasión, es mala, pero contiene algunas secuencias marciales donde Jai White se luce, y el toque de buddy movie es divertido y simpático. Como he dicho, es una película mala, insisto en esto último, pero consigue entretener.
Skin Trade: Tráfico Humano se estrenaría el 6 de mayo, tras algún preestreno anterior. Con una historia del mismísimo Dolph Lundgren, quien co-escribió el guion (con alguna ayuda final), se trataba de una especie de pacto entre el sueco y Tony Jaa por el que se rodaría esta película, ideada por Lundgren, con la participación de un equipo tailandés, y posteriormente, Jaa co-protagonizaría A Man Will Rise, comedia de acción con aire de western que finalmente no se rodó, a pesar de existir fotos promocionales. Una buena película de acción con la trata de blancas de fondo que supo equilibrar la acción con el drama y la denuncia social. Jai White era secundario interpretando a uno de los villanos, con una estupenda pelea contra Jaa, permitiendo que se luciese como se corresponde.
Y la última película de este 2014 fue El Regreso de Falcon, una de las mejores películas de Michael. Rodada en Brasil, el personaje de Jai White, iba para investigar el casi asesinato de su hermana, encontrando una trama de explotación sexual de menores. A pesar de tener una historia bastante típica, marcialmente es estupenda, con un Jai White en plena forma acompañado de Lateff Crowder y con coreografías del estupendo Larnell Stovall. Iba a ser la primera de una saga que finalmente no fue, y la mejor dirigida por Ernie Barbarash (Estado Crítico).
COMIENZO DE LA CAÍDA
A partir de 2015, volvería a participar en series de televisión y películas sin acción ni artes marciales, alternando estos trabajos más centrados en su parte dramática que en la marcial, con otros más cercanos al género, pero sin la misma potencia. Chain in Command (2015), Vigilante Diaries (2016), The Asian Connection (2016), S.W.A.T: Bajo Asedio (2017), The Hard Way (2019) o Welcome to Sudden Death (2020), son algunos de los títulos de acción donde participó, ya fuese como secundario o como protagonista, como ese horrible remake de Muerte Súbita de Van Damme.
No obstante, en este tiempo ha conseguido participar en buenas películas como Accident Man (2018) de Scott Adkins, Triple Amenaza (2019), donde volvería a coincidir con Adkins además de Tony Jaa, Iko Uwais y Tiger Chen, o en la serie Arrow, donde interpretó a Tigre de Bronce. Y no puedo dejar de mencionar Never Back Down: No Surrender (2016), tercera entrega de la saga Rompiendo las Reglas, de nuevo con él mismo como director, y viajando a Tailandia para una historia que pone de relieve las diferencias entre los conceptos clásicos de las artes marciales y las MMA. El luchador de UFC Josh Barnett, Jeeja Yanin (Chocolate) y Tony Jaa se dejaban ver, estos dos últimos brevemente, además de contar con “Rampage” Jackson, Ron Smoorenburg, Brahim Chab o Esai Morales. Buen nivel marcial, con Stovall repitiendo en las coreografías, y una historia de nuevo típica pero perfecta para una producción como ésta.
Aunque en estas películas destacó marcialmente, poco a poco ha ido perdiendo algo de velocidad a la vez que participaba en películas de muy mala calidad como Assault on VA-33 (2021), el lanzamiento de su mujer Gillian, Take Back (2021) o The Commando (2022), producciones de muy bajo presupuesto. Y su futuro está lleno de películas similares, ya sean de bajo presupuesto o como secundario, al margen de The Outlaw Johnny Black, una película al estilo de Black Dynamite, pero con el western como objetivo, proyecto que nació con el sistema crowfunding y que se encuentra en post-producción. Películas con artes marciales (Nogales), dramas bélicos (Come Out Fighting), comedias negras (The Hit), comedias a secas (HeadShop), ciencia-ficción (Dead Zone, que promete más que el resto), thriller (Scream Before you Die) o el drama que dirigirá él mismo, Crossroads Café. Algunas de ellas ya se han rodado o están terminando en el momento de escribir estas líneas, mientras que otras esperan a que se dé luz verde para rodarlas.
Y, para terminar, vamos a ver algunos datos personales del actor. Se casó en 2005 con Courtenay Chatman, divorciándose en 2011, y con quien tuvo una hija, Morgan Michelle White, que se sumaron a los dos hijos de Courtenay. En 2015 se casaría con Gillian, que tenía también dos hijas de una relación anterior. Le encanta el ajedrez y en 2021 fundó su propia productora, Jaigantic Studios en Connecticut, con quien ya prepara varios proyectos, ajenos al mundo marcial, como el biopic Piano Man, sobre Billy Joel, y tienen varios proyectos más que seguiremos de cerca.