En el cine marcial existen grandísimos pateadores, independientemente del país. Pero de entre todos ellos para mí hay uno que sobresale, un auténtico Rey Pateador que cimentó su fama en Hong Kong con la productora Seasonal a partir de 1976 cuando encarnó al temible Silver Fox, o Zorro Plateado en Rivales Secretos para después ponerle las cosas difíciles al mismísimo Jackie Chan en los dos títulos que le catapultaron al estrellato en 1978. Uno de los grandes villanos de la época y un nombre imprescindible dentro del cine de Kung Fu, todo un Maestro de Taekwondo con una historia detrás sumamente interesante con una variedad de títulos como actor incluso en Estados Unidos. Si se le apodó como El Rey de las Patadas o Pierna de Trueno, no fue en vano. Con todos ustedes, el gran Hwang Jang-Lee.
UN COREANO EN HONG KONG
De origen coreano, realmente nació en Osaka, Japón, el 21 de diciembre de 1944. Durante su infancia, su familia volvería a Corea, ya que su padre, dueño de una empresa de transporte marítimo en dicha ciudad, se vio obligado a cerrar ya que los japoneses querían expulsar a los coreanos de su país, y donde comenzaría a estudiar Taekwondo con 14 años. En 1965, el mismo año en el que conseguía el 7º Dan, siete años tras comenzar a estudiarlo, empezó a instruir a los soldados coreanos. Incluso enseñó este arte marcial durante la Guerra de Vietnam a los vietnamitas, naciendo una leyenda sobre un duelo contra un hombre armado con un cuchillo típico del país, durando unos treinta segundos de duración y terminando con la muerte de su oponente. Dicha leyenda también afirma que consiguió escapar de la cárcel al declararse defensa propia. Sea como fuere, la destreza del joven Jang-Lee era ya más que evidente.
Pasó el tiempo, y en 1974 daría el salto al cine con The Korean Connection, producción surcoreana protagonizada por Billy Chan (en algunos sitios acreditado como Yong-chol, Charles Han, Han Yong-cheol o Park Young Cheol) En un principio, se pensó en Hwang como protagonista, pero su imagen hizo que finalmente fuese uno de los villanos. En ella, el protagonista, un experto luchador en la China de la década de 1930, decidirá dejar el mundo del hampa por amor, tras un último golpe, donde sin querer, matará a su cuñado. Drama y acción con una fuerte influencia del cine hongkonés de Kung Fu y que tendría una secuela ese mismo 1974, ya sin Hwang Jang-Lee. Tras esta película, continuó rodando cine surcoreano marcial como secundario, como Death Match (1975), Kill the Shogun (1975), A Viper (1975) o Bruce Lee lucha desde la tumba (1976), perteneciente a la Bruceploitation, hasta que dio el salto al cine de Hong Kong en ese mismo 1976 con el clásico de la productora Seasonal, Secret Rivals, donde se vería las caras, o las piernas, con otro pateador de lujo, John Liu, e interpretando al personaje icónico de Silver Fox (Zorro Plateado), rodada en Corea, donde hubo multitud de problemas con el equipo local que co-produjo la película, terminando por irse los coreanos, exceptuando a Hwang Jang-Lee, motivo por el cuál, Ng See Yuen, productor y director de la película, le propuso viajar a Hong Kong para ofrecerle mejores oportunidades, y mira que lo consiguió.
Y dos años después, repetiría como el malo de la función para enfrentarse al mismísimo Jackie Chan en 1978, con el díptico que encumbraría al futuro Torbellino de Hong Kong, La Serpiente a la Sombra del Águila y El Mono Borracho en el Ojo del Tigre. Ambas compartían estructura narrativa, dos películas prácticamente iguales, como tantas otras que se habían producido o rodado en Hong Kong, con un protagonista que recibe una paliza del villano, para er acogido por un maestro excéntrico que le convertirá en el héroe que se enfrentará, por venganza y justicia, con el villano. Además contaban con el mismo equipo técnico y artístico, con Ng See Yuen como productor, Yuen Woo Ping como director y coreógrafo, su padre, Simon Yuen Siu-Tien (o Yuen Siao Tien) como el extraño maestro, Hwang Jang Lee como el maloso y Jackie como protagonista, entre otros. La mezcla de comedia con el excelente Kung Fu y los entrenamientos extremos funcionaron, volviendo a dar brillo al cine marcial, algo decaído y con ese clasicismo de la Shaw Brothers algo agotado junto a los infructuosos intentos de encumbrar a un nuevo Bruce Lee, Bruceploitation incluida, y donde había militado el propio Jackie antes de este 1978, con irregular éxito.
La Serpiente… tiene algunas anécdotas dolorosas, como la pérdida de un diente por parte de Jackie tras recibir una patada de Hwang Jang-Lee, algo que podemos ver a la perfección en los últimos planos de la película. Pero no fue el único accidente, ya que Jackie recibiría también un corte en un brazo por una espada, también incluido en el metraje. Sería la primera vez que veíamos a Yuen Siao Tien interpretando este tipo de papeles, a pesar de su longeva trayectoria, y le convertiría en un icono del cine de Kung Fu, sobre todo por su Maestro Borracho El Mono Borracho…
En ella, Jackie es el mítico héroe popular chino Wong Fei Hung, versión adolescente, previa a la imagen que conoceríamos del personaje a raíz de Érase una Vez en China (1991), con Jet Li. Pendenciero, burlón, irrespetuoso, rasgos que dejaban a Jackie desplegar toda su vis cómica junto a su maravillosa técnica, junto a la del resto de actores que participan en la, para mí, mejor película de las dos, La Serpiente y El Mono Borracho. Y es que este Drunken Master es prácticamente perfecta, todo funciona, el Kung Fu es brutal, con ese estilo de los 8 Dioses Borrachos.
También hubo accidentes, como siempre. Jang-Lee casi le salta un ojo de una patada a Jackie, pero al final no fue nada grave. El Maestro Borracho repetiría en un par de secuelas al año siguiente, y comenzaría una nueva etapa en su vida como estrella, explotando el rol de maestro de Kung Fu mendigo hasta su fallecimiento el 17 de diciembre de 1980, mientras que Jackie Chan seguiría su imparable ascenso como nuevo rey del cine marcial.
Nos ha dejado títulos altamente recomendables como La Danza de la Pantera Borracha (1979), El Puño Deslizante Sobre la Garra de Dragón (1980), El Luchador Novato aprendió Hasta del Gato (1980), Duelo del Dragón y el Tigre (1980), Hitman in the Hand of Buddha (1981), Millionaires Express (El Tren de los Millonarios) (1986) o Iron Angels (1987)
LOS NOVENTA Y EL RETIRO
Durante los ochenta y gran parte de los noventa, la carrera de Hwang Jang Lee continuaría a caballo entre Hong Kong y su Corea natal (bueno, sí, nació en Japón, pero ya me entendéis), con incursiones en la Bruceploitation y en producciones de la Seasonal en tierras tailandesas, como Secuestro en Bangkok (1987), la secuela espiritual de Retroceder Nunca, Rendirse Jamás (1986), y que sería la que inauguraba esa línea de películas al más puro estilo de Hong Kong, pero rodadas en Occidente (su gran mayoría) con estrellas occidentales como Loren Avedon, Keith Vitali, Keith Cooke o Cynthia Rothrock. Al llegar a los noventa, Hwang decidiría establecerse en Corea, abandonando a medias el cine. Allí se dedicó a diversos negocios, como un hotel, una empresa de manufacturación relacionada con el golf e incluso con una agencia de guardaespaldas. Por si esto fuera poco, se comenzó a dedicar en cuerpo y alma al Taekwondo. Recordemos que es 9º Dan de Taekwondo ITF, y ha presidido tanto la World Federation of Martial Arts, que fundó el mismo, como en la World Tang Soo Do General Federation.
No obstante, en los noventa participaría en alguna que otra película, como Soldados Callejeros (1991), rodada en Estados Unidos para mayor gloria de Jun Chong, Maestro de Taekwondo que intentó en 1976 abrirse hueco en el cine marcial con Bruce Lee lucha desde su tumba, y que sólo de vez en cuando aparecía en alguna película, sin lograr el éxito. Pero nos devolvió a Hwang Jang Lee en un papel secundario pero agradecido. Y aunque el protagonista de este artículo participó esporádicamente en alguna producción independiente coreana, incluyendo alguna serie de televisión.
Ahora se dedica en cuerpo y alma a las artes marciales, recordando en su oficina de Seúl aquellas películas que le convirtieron en una de las mayores leyendas del cine de Hong Kong, uno de los mejores pateadores, mi favorito personalmente. Su carisma y presencia en pantalla le hacen un villano único y temible, una máquina de luchar increíble que ha puesto en serios aprietos a numerosos héroes del cine de Kung Fu. Y nos alegramos por ello. Actor, productor, director, coreógrafo y todo un Maestro.