GOLDEN HARVEST, cosechando clásicos

GOLDEN HARVEST, cosechando clásicos

El 2 de noviembre de 2018 fallecía un hombre icónico en el cine de Hong Kong. Sin Raymond Chow y su compañía, el cine marcial hongkonés no sería el que es.

Su muerte es sin duda el final de una era, a pesar de que en los últimos años, su productora, Golden Harvest, no brillaba como en los setenta y ochenta. Cuando alquilabas una película y tras meterla en el vídeo, le dabas al play y comenzaba la música de la GH, sabías que estabas ante una buena película. Ese logo, que fue modernizándose con los años, pero manteniendo su personalidad, se ha convertido en algo mítico que nos ha acompañado a muchos en nuestra infancia y adolescencia, pero no sólo por nostalgia.

Sólo hay que ver los títulos y estrellas que han desfilado por la compañía para comprobar que sin duda, la Golden Harvest se ha convertido en una de las piezas clave para entender el cine de artes marciales, consiguiendo igualar a la Shaw Brothers en mucho menos tiempo. Por ello, en este post, desde Dragonz Magazine, queremos rendir tributo a Raymond Chow y a la Golden Harvest, cuya traducción sería Cosecha Dorada, y sin duda, la cosecha que nos ha dado es oro puro para los amantes y aficionados al cine marcial.

RAYMOND CHOW

Lo primero es, evidentemente, repasar brevemente la vida del hombre que hizo todo esto posible. Bueno, junto a Leonard Ho, claro. Chow, nacía en Hong Kong un 8 de octubre de 1927, perteneciente a la etnia Hakka. Tras la muerte de su padre, su familia emigró a Shanghai, terminando allí sus años de instituto y estudiando la carrera de periodismo en la Universidad de St. John. En 1949 regresaba a Hong Kong, trabajando en prensa y radio como en Voice of America, para, en 1958, comenzase a trabajar en la Shaw Brothers como jefe de publicidad y de producción. Su trabajo ayudó a consolidarse la mítica productora como la cabeza del dragón en el cine de la ex-colonia británica, pero en 1970, Chow decide dejar la compañía junto a su ayudante, Leonard Ho, para crear su propia empresa, Golden Harvest Productions.

Como curiosidad, estudió Kung Fu bajo la tutela de Lam Sai-Wing, uno de los alumnos de Wong Fei Hung, y al que rendiría tributo en el clásico El Luchador Magnífico (1979) El trabajo constante de Chow, como acabas de ver, le ha ido llevando al éxito en cada nuevo paso que daba, y como mandamás de la GH, esto no iba a ser menos, por lo que, ni corto ni perezoso, comenzó una estrategia que consistía en reclutar antiguos trabajadores de la Shaw Brothers, como Lo Wei, James Tien, Wang Yu o John Woo. Algunos de estos nombres fueron los protagonistas de los primeros ocho títulos que llegaron al mercado, The Invincible Eight, The Chase, The Invincible Sword, The Comet Strike, The Fast Sword, The Angry River, The Blade Spares None y Karate a Muerte en Bangkok, cuyo protagonista no he nombrado pero que ya todos conocemos, Bruce Lee.

GOLDEN HARVEST, A GOLPE DE DRAGÓN

De todas las películas que se estrenaron en 1971, sin duda el debut del Pequeño Dragón en el cine de artes marciales tras su periplo estadounidense, marcó un antes y un después en la Historia del Cine, así, en mayúsculas. Los otros títulos que aparecieron, eran de corte clásico, al estilo de lo que había marcado en el género la Shaw Brothers, pero el cambio al estilo de Lee convirtió al film en un rompetaquillas por donde pasaba. No en vano, la misma Shaw Brothers había tentado a Bruce, pero su sistema de estrellas, con contratos abusivos, que conocía Chow, no era lo que Bruce buscaba, por lo que la mejor oferta la hizo la Golden Harvest, fichando así a quien sabemos es una leyenda inigualable.

Y sabiendo quien es Bruce Lee, podemos darnos cuenta del impacto que esta primera película provocó en la productora, lanzándola a primera división nada más nacer. Al año siguiente aparecería Furia Oriental, para dar paso a El Furor del Dragón, en ese mismo 1972. Esta última era una co-producción entre la GH y la recién creada compañía de Bruce, Concord Productions Inc., por consejo de Chow. Esta unión seguiría recibiendo las mieles del éxito tanto con el enfrenamiento de Lee con Chuck Norris, como por Operación Dragón en 1973, año en el que abruptamente esta unión acabaría tras el fallecimiento de Bruce. Su gallina de los huevos de oro ya no estaba, aunque aún estaría íntimamente ligado al mismo con el documental Bruce Lee: El Hombre y su Leyenda, estrenado ese mismo 1973 o el posterior estreno de Juego con la Muerte (1978), donde, como sabrás, se rescataban las pocas escenas que rodó para dicho film Bruce, además de varios dobles y un cambio radical de guion, convirtiéndose en un ejemplo de la Bruceploitation.

El revulsivo que fue el Pequeño Dragón dentro del panorama marcial cinematográfico permitió así romper el monopolio de la Shaw Brothers dentro de la industria, colocando a la GH en el ojo del huracán. Su meteórico ascenso gracias a Bruce había que mantenerlo, y a la vez que rodaban con Lee, no se habían quedado parados, ofreciendo un buen número de títulos de género que en su momento puede que no consiguiesen el reconocimiento merecido, pero que son indispensables para ver la alta calidad de sus producciones, hasta la llegada de los ochenta y otra estrella que volvería a dar un empujón a la compañía, del que hablaré un poco más adelante.

TÍTULOS INDISPENSABLES DE LOS SETENTA

En estos años, un joven Sammo Hung también pertenecía a la GH, apareciendo como actor o coreógrafo en numerosas producciones, capitaneando un star system envidiable. Junto a él, tenemos nombres como el de Angela Mao, estrella femenina que protagonizaba películas clásicas, como Lady Whirlwind (1972), Escuela de Kung Fu (AKA Hap Ki Do. 1972) o When Taekwondo Strikes (1973), tres títulos maravillosos que no pueden faltar en la videoteca de cualquier aficionado. La arrolladora presencia de Angela junto a las estupendas coreografías sólo son la punta del iceberg. No en vano tenemos en 1972 otro clásico incunable, El Luchador Manco, de Jimmy Wang Yu, otro de los actores que pasó de la Shaw a la Harvest, y a quien intentaron lanzar también de forma internacional con El Hombre de Hong Kong (1975), toda una maravillosa película al estilo de James Bond pero con Kung Fu. El mismo caso de migración lo encontramos en Wu Ma, que dirigió The Manchu Boxer, soberbio trabajo del veterano actor en las funciones de director.

En 1974 aparecía The Skyhawk, un homenaje a Wong Fei Hung y al actor que ha quedado ligado al mismo, el gran Kwan Tak-Hing, donde además de al veterano actor, veríamos a Sammo, a Carter Wong, Nora Miao, Whang Ing-Sik o a Mars. Nombres casi todos ligados a Bruce Lee, una especie de familia cinematográfica que colaboraba en muchas ocasiones, como Nora Miao. Y de la misma manera, no puedo dejar de recordar a Chuck Norris, que fue el villano de un intento por parte de Raymond Chow de lanzar a una nueva estrella china en una co-producción con Estados Unidos en 1974, El Tigre de San Francisco, con Don Wong como esa nueva estrella y aprovechando a Norris por sus vínculos con Lee, además de Lo Wei como director, que se encargó de los dos primeros films del Pequeño Dragón. Pero no tuvo demasiado éxito, y no llegó a Estados Unidos hasta 1981, en pleno apogeo de Norris.

Otro nombre ligado a estos años es el de John Woo. El director de The Killer (1989), había sido asistente de dirección de Chang Cheh, uno de los denominados directores clásicos, y había aprendido bastante como para dar el salto a la dirección con The Young Dragons (1975), con muchas caras conocidas como Dean Shek, Fung Hak-On, Corey Yuen o Mars, además de contar con Jackie Chan en la parte coreográfica. A este film le siguieron La Mano de la Muerte (1976), con Tan Tao-Liang, James Tien, Sammo Hung o Jackie Chan y El Último Caballero (1979), un maravilloso wuxia. Y como ya he apuntado, Sammo estuvo muy ligado a la GH, en diversos puestos, y como director nos dejaría dos joyas como Warriors Two (1978) y Knockabout (1979) donde además de dirigir y participar como actor, Sammo se encargaba de las coreografías, y donde además veríamos a gente como Casanova Wong, Billy Chan, Yuen Biao, Billy Chow o Karl Maka.

También fue el protagonista de El Luchador Magnífico (1979), dirigida por Yuen Woo Ping, y que es una de las obras maestras del cine marcial. No está de más recordar de esta época la comedia Mr. Boo (1976), alejada del cine de artes marciales, a pesar de ciertos guiños, que fue todo un éxito, demostrando que la Golden Harvest podía producir diferentes géneros. Pero seguiremos hablando del que nos interesa, el marcial, pero ya en una nueva década.

LOS OCHENTA: JACKIE CHAN

Pues sí, el mismísimo Jackie Chan conseguía su primer papel protagonista dentro de la empresa de Raymond Chow, tras sus anteriores colaboraciones menores, y el éxito en 1978 del díptico que Jackie estrenaba junto a Yuen Woo Ping y la productora Seasonal. El Mono Borracho en el Ojo del Tigre y La Serpiente a la Sombra del Águila lanzaron al Torbellino de Hong Kong al estrellato, y tras unos años en busca de su recién ganado sitio, terminó volviendo con Chow, que le dejó dirigir y protagonizar El Chino (1980), una de las mejores películas de Jackie. Las peleas contra Yuen Biao o la presencia de Shih Kien y, en general, todos en estado de gracia.

Por fin Jackie conseguía remontar tras los titubeos posteriores a los films de la Seasonal mencionados al principio de este párrafo, y la GH no dudó en lanzar a Jackie de forma internacional. Se nota mucho esa búsqueda del nuevo Bruce Lee, acelerando demasiado las cosas, y no consiguiendo sus objetivos con La Furia de Chicago (1980), con el director de Operación Dragón, Robert Clouse como director y guionista. Aún así, Jackie continuó probando suerte en ambos mercados, el asiático y el norteamericano, ofreciendo títulos como Lord Dragón (1982), o la participación en Los Locos de Cannonball, en las dos primeras entregas de 1981 y 1984, co-producidas por la GH y con la presencia de Michael Hui.

No consiguieron lanzar a Jackie en Hollywood, pero llegó 1985 y la empresa de Chow consiguió los derechos de distribución de Armas Invencibles, una auténtica obra maestra del cine de acción con un Jackie inmenso a la que siguieron varias secuelas, con la GH ya como productora. Pero no sólo tuvimos la saga Police Story, y si su primera entrega es increíble y esencial, Los Supercamorristas (1984) está al mismo nivel, sobre todo marcial. Jackie, Sammo y Yuen Biao, de nuevo en una plenitud increíble, además de Benny Urquídez y Keith Vitali. Recordemos que se rodó en Barcelona, en co-producción con Lauren Films, y tenemos como villano a Pepe Sancho y la presencia de Lola Forner, con su consiguiente saga, mezclada con las de los Lucky Stars, con Sammo a la cabeza.

La carrera de Jackie prosiguió dentro de la Golden Harvest, ya fuese produciendo o sólo distribuyendo, pero con el camino de ambos unidos en un futuro lleno de éxitos con Los Piratas del Mar de China (1983), su secuela Los Tesoros del Mar de China (1987), el drama Protección a un Ser Menor (1985), que no obstante contenía algunas estupendas escenas de artes marciales, la saga de La Armadura de Dios, sólo las dos primeras partes, Gángster para un pequeño milagro (1989), City Hunter (1993), Historia de un Crimen (1993), La Leyenda del Luchador Borracho (1994), secuela de El Mono Borracho en el Ojo del Tigre y donde nos creíamos a un Jackie de cuarenta años como un adolescente Wong Fei Hung. No podemos olvidar Duro de Matar (1995), cuyo inesperado éxito lanzó, por fin, a Jackie a nivel mundial, y eso que en 1985 volvía a intentarlo con El Protector, sin conseguirlo, y también con la GH. Pero aquí no queda la cosa, ya que tenemos Operación Trueno (1995), El Super Chef (1997), Who Am I? (1998), Máximo Rival (1999) y Espía por Accidente (2001), vamos la gran mayoría de ellas, de las mejores de Jackie.

OTROS CLÁSICOS DE LA GOLDEN HARVEST

Pero al igual que con la carrera de Bruce Lee, la Golden Harvest no vivía sólo de los éxitos de Jackie, por lo que continuaba ofreciendo estupendas películas. Encuentros en el Más Allá (1980), humor sobrenatural y Kung Fu con Sammo, El Hijo Pródigo (1981), una estupenda película de Wing Chun puro, The Iceman Cometh (1989), con Yuen Biao y Maggie Cheung, la saga Érase una vez en China, de Tsui Hark y con Jet Li en casi todas sus entregas, Zu: Guerreros de la Montaña Mágica (1983) de Tsui Hark, El Tren de los Millonarios (1986) con la gran mayoría de los actores de la compañía, en un all star cast impresionante, y con Sammo a la cabeza.

Al Borde de la Ley (1986), con Yuen Biao y Cynthia Rothrock en otro clásico indispensable. Las coreografías y los stunts son impresionantes. Painted Faces (1988), homenaje al maestro de Jackie, Sammo y Biao en la Ópera China, En 1992, gracias al éxito de Erase una vez en China, se intentó lanzar a Jet Li en Estados Unidos rodando The Master, una especie de adaptación de las aventuras de Wong Fei Hung en dicha saga, con rodaje norteamericano y Tsui Hark dirigiendo. El resultado es agridulce, con maravillosas peleas, pero que en general, como película, no funciona. Operación Escorpio (1992) es otra muestra del alto nivel coreográfico del cine de Hong Kong, y siguiendo con títulos necesarios, en 1993, Chow nos trajo Iron Monkey, con Donnie Yen y Yu Rong-Guang. Ya, más reciente, tenemos Tokyo Raiders (2000), acción y comedia con Tony Leung Chi-Wai.

Todos estos títulos, y algunos más, conforman el grueso de películas que han trascendido dentro del género, y si te falta alguno, no dudes en buscarlo. Son las películas más esenciales para darse cuenta de la importancia de Raymond Chow y de la Golden Harvest en el cine marcial, un pedazo de historia que superó desde su aparición a la Shaw Brothers de forma paulatina. Mientras la Shaw intentaba sobrevivir, llegando a ser parte de los productores de Blade Runner (1982) o en Meteoro (1979), ciencia-ficción con Sean Connery, la GH no se quedaba atrás, y dentro de sus producciones fuera de China, tenemos más títulos que añadir a la lista.

MIRANDO A HOLLYWOOD

1990 fue el año en el que Raymond Chow y su empresa decidieron cambiar de estrategia para el asalto internacional. Si los intentos con Jackie Chan no dieron sus frutos hasta 1995, siendo fracasos sus esfuerzos anteriores, era hora de buscar co-producir películas para el mercado norteamericano, siendo cuatro títulos los que abrieron esta estrategia. La más sorprendente es Bajo otra Bandera, un thriller que debía formar parte de un acuerdo con el productor Fred Weintraub, el productor y el director de Operación Dragón ya que Weintraub y Robert Clouse, respectivamente, fueron quienes acompañaron a Chow en China O’Brien y su secuela, ambas de 1990, con Cynthia Rothrock, Richard Norton y Keith Cooke, maravillosa forma de inaugurar la década con dos clásicos de la serie B de los tiempos de los videoclubs.

El otro título puede chocar a algunos, ya que hablo de Las Tortugas Ninja, la primera de la saga y manteniéndose Chow como productor ejecutivo de tres entregas noventeras. Sin duda fueron pocas las intervenciones en Estados Unidos, pero bastante potentes, siendo todos ellos, menos Bajo otra Bandera, claro está, auténticos títulos a tener en cuenta. La altísima calidad marcial de las dos películas con Rothrock y el lanzamiento en la serie B de la época de ella misma, tras su periplo por Asia, de Richard Norton, y de Keith Cooke, de los que ya hemos hablado en anteriores números de esta revista, hicieron que la Golden Harvest mantuviese la calidad hasta el último momento. Poco a poco, la industria se volvía más voluble, con cambios continuos que han ido transformando a la empresa de Raymond Chow, cuyo nombre actual es Orange Sky Golden Harvest Entertainment Limited. Producción, distribución y exhibición, con numerosos cines abiertos durante años, y sin duda un buen ojo para los proyectos, han convertido a esta pequeña empresa en todo un referente del buen cine hongkonés.

Está claro que hay también leyendas sobre el propio Chow, y no demasiado positivas, pero eso es material para otro momento, ya que lo que quiero hacer desde las páginas de esta revista es homenajear el cine que la GH nos ha regalado, a modo de agradecida despedida al fallecido Raymond Chow Man-Wai.

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