Hace tiempo que leo en redes sociales y páginas webs de todo el mundo, críticas de las películas de Jackie Chan que me parecen en muchas ocasiones exageradas. Claro está que todas las opiniones son respetables ya que sólo son eso, opiniones, unas más acertadas que otras, pero siempre respetables. No pretendo decir que yo tenga más razón, pero quiero aprovechar para realizar un pequeño análisis de la carrera de Jackie Chan en este siglo XXI, la que es criticada a veces muy duramente. No podemos olvidar que el éxito de Duro de Matar (1995) le abrió las puertas al éxito internacional, estrenándose en muchos países, incluyendo España, películas anteriores y posteriores a ésta.
De esta forma a Jackie le surgieron nuevas y diferentes oportunidades, como Hora Punta en 1998, producción de Hollywood. Sus películas a partir de ella hicieron que comenzasen a aparecer dos tipos de films diferentes, las chinas o hongkonesas como Espía por Accidente (2001), New Police Story (2004), El Mito (2005) o 2 ladrones y medio (2006), y las hechas para el público occidental, con las tres de Hora Punta, las dos de Shanghai Kid, El Esmoquin (2002), El Poder del Talismán (2003), El Reino Prohibido (2010) o The Karate Kid (2010)
De los títulos indicados, las hay buenas, regulares y malas, que intentan aportar diferentes cosas a Jackie. Por ejemplo, el vilipendiado remake del clásico ochentero Karate Kid es odiado por mucha gente, por muchos fans de la estrella. Pero Jackie ofrece una estupenda interpretación, algo que en Estados Unidos no le suelen ofrecer. Es, por lo tanto, una oportunidad para crecer como actor, al margen del guion, el cual también defiendo ya que está lleno de tópicos pero no es peor que el de otros títulos de otras estrellas. Otra cosa es Jaiden Smith y los gustos, pero a pesar de todo, es lógico que Jackie aceptase. En El Esmoquin, como dijo él mismo, era una oportunidad de trabajar con Spielberg como productor y con efectos especiales.
Pero su éxito en Estados Unidos y los proyectos ofrecidos fueron disminuyendo y en 2010 estrenaba, además de The Karate Kid, El Súper Canguro, sin duda la peor de toda su carrera en la Meca del Cine, pero, de nuevo, una oportunidad para hacer un film infantil. Vale que parece un telefilme y que el resultado no es el esperado ni deseado, pero cerró un ciclo en su filmografía que duró 12 años, comenzando en 1998 y llegaba a su cénit en 2008 con El Reino Prohibido. Está claro que el tipo de películas que hizo en los USA eran mucho más light que las hongkonesas, por motivos que no vienen al caso. Usar su estilo de forma que parece un intento de copia de él mismo y usando elementos muy característicos para dejar esa marca de la casa de manera muy superficial. Y tras ese 2010, su presencia en Hollywood se redujo a poner voces en films animados y a El Extranjero (2017), un tipo de película muy diferente, con ese toque suyo, pero estupenda, donde de nuevo saca su parte dramática.
Su carrera china es realmente la que es más criticada, ya que continúa y continúa, alternando en cierto momento con las norteamericanas hasta convertirse, actualmente, en la única que tiene. El cambio de siglo conllevó un cambio general en el tipo de cine, siendo Espía por Accidente en el 2001, una especie de canto del cisne con una película en la línea más ochentera de su carrera, pero con ese toque moderno al estilo de Impacto Inminente (1996), Who Am I? (1998) o Máximo Rival (1999) No podemos olvidar que, en 1997, Hong Kong volvía a manos chinas, y unos años antes comenzó ese éxodo hongkonés a Estados Unidos con actores y directores probando suerte en Hollywood. El cine de la ex-colonia británica iba paulatinamente siendo controlado por China, y Jackie pasó de ser un icono de Hong Kong, a un afín al gobierno de Pekín. Todo esto empezó a transformar el estilo de sus películas, con maravillas como Pequeño Gran Guerrero (2010), Shaolin (2011), aunque sea un secundario, 1911 (2011) o Dragon Blade (2015), mezclando el drama con las artes marciales en unas, o intentando emular el cine de Hollywood atrayendo estrellas como John Cusack en otras. Hay que añadir los efectos especiales digitales, que comienzan a tener mayor presencia incluso en las secuencias de acción, siendo Chinese Zodiac (2012) el punto de inflexión.
CHINESE ZODIAC: MARCANDO EL NUEVO ESTILO
Has visto que desde 1998 hasta Chinese Zodiac en 2012, Jackie cambió de tono en sus películas, pero sus fans querían el Jackie de siempre, y es lo que quiso ofrecer en esta esperada tercera parte de La Armadura de Dios, que fue atacada por sus fans. El motivo, que sea una película al estilo de los ochenta, pero con un abuso de efectos especiales. No obstante, en general gustó, pero ese uso de CGI en secuencias de acción (aunque tiene otras de acción clásica) o el uso de cables no gustó demasiado. Pero pensemos un momento. En ese 2012, Jackie tenía 58 años y todas esas lesiones que tantas veces hemos leído y visto. Por muy en forma que esté, las repercusiones de huesos rotos y demás durante tantos años, junto a la edad, son aspectos que hay que tener en cuenta. Jackie lleva muchísimos años haciendo cine de acción, y aunque haya intentado hacer otro tipo de cine y personajes, sabe que a sus seguidores les debe films como éste, pero se apoya en estos efectos digitales para ayudarle a hacerlas, con menos riesgo, menos complicadas, pero manteniendo el espíritu de ese cine que queremos ver.
De esta forma su cine evoluciona, se adapta a los nuevos tiempos y creo que, sinceramente, es egoísta por parte de su público, exigiendo demasiado a Jackie, queriendo que ruede películas como si siguiésemos en los ochenta, y si no las hace, se le critica. También es cierto que esa afinidad al gobierno de la República cambia el concepto del cine. A pesar de que el actual cine chino ha recogido el testigo del mejor cine marcial y de acción hongkonés, en el 2012 era algo diferente, y se nota en muchos blockbusters de la época. Los efectos digitales abaratan cierto tipo de secuencia, además de ser más seguras, ayudando así a enfrentarse al cine de Hollywood. Volviendo a la película, fue un rotundo éxito en China, convirtiéndose en la más taquillera de Jackie, además de meter su nombre en el Libro Guinness de los Récords por las veces que sale acreditado y conseguir siete premios internacionales, sobre todo por las coreografías de acción. La combinación de elementos de la película marcaría el futuro del Señor Chan.
Parece que Jackie había decidido regresar a sus películas y sagas más emblemáticas, como en una especie de despedida del género, algo que finalmente no ha ocurrido. Su siguiente película fue Acción Policial (2013), o Police Story 2013, retomando la famosa saga, pero, al igual que ocurría en la anterior entrega, New Police Story (2004), sólo de forma espiritual. Un regreso al cine serio, con dosis de acción, pero para nada al estilo Jackie Chan y totalmente opuesta a Chinese Zodiac. De esta forma se establecían dos carreras, por decirlo así. Por un lado, las aventuras llenas de CGI, actores jóvenes, humor y Kung Fu, y por otro lado, películas más serias y alejadas de la espectacularidad y el humor habitual, aunque podríamos incluso establecer otra línea donde Jackie se limita a producir y a realizar cameos e incluso una cuarta con Occidente en la mira, siendo la que menos películas tiene.
Pero antes de esto, es necesario hablar más de Acción Policial para poder profundizar en estas carreras paralelas, tan criticadas por los supuestos fans del Torbellino de Hong Kong (término acuñado por el gran Pedro Conde en sus numerosos reportajes y entrevistas sobre Jackie en la mítica y extinta revista Dojo) Ya en 2011, el acercamiento de Jackie al régimen de Pekín con 1911 marcaba un antes y un después en un cine más dramático y político, y en Acción Policial interpretó a un policía de la China Continental, una de las mayores diferencias con las anteriores entregas de la saga, donde interpretó a un policía hongkonés. Además de ser una producción puramente China, Jackie contó con el director Ding Sheng, quien debutó con A Storm in a Teacup (2000), de producción taiwanesa para pasar a dirigir películas chinas, incluyendo en 2009 Pequeño Gran Guerrero con Jackie, una preciosa historia que mezclaba el estilo habitual de Jackie, en pequeñas dosis, con este cine serio y dramático. Volviendo a Acción Policial, rodada en Pekín y con guion del propio director, comienza con un plano de Jackie donde se pega un tiro en la cabeza mientras le caen lágrimas de los ojos, algo que deja claro que estamos ante una película muy diferente, con un toque de thriller potente a pesar de contener escenas de acción.
Tras los créditos, volvemos a ver a Jackie, o al policía Zhong Wen, buscar a su hija en una zona de bares, pero unos delincuentes tomarán el pub donde han quedado, secuestrando a Zhong. Una premisa sencilla que se complica a medida que avanza la historia a través de flashbacks para conocer los motivos de todo. Buena acción, pero que no se apoya en los efectos digitales y un Jackie muy comedido, quien, por cierto, se cortó el pelo al estilo de lo que el cuerpo de policía chino suele hacer para conseguir una mayor credibilidad. La acción viene firmada por He Jun y su equipo de especialistas, quien comenzó a trabajar con Jackie y Ding Sheng en la mencionada Pequeño Gran Guerrero, habiendo sido miembro del equipo de especialistas de Jackie. La austeridad visual del director consigue aumentar la separación de ésta película con los trabajos anteriores de Jackie. El drama tiene bastante peso, aunque, como he dicho, tenemos buena acción. Establecidas las dos carreras de Jackie, vamos a ver el desarrollo de ambas.
EL JACKIE ESPECTACULAR
En 2015 llegaba Dragon Blade, una propuesta con vistas a su venta internacional al incorporar a los actores John Cusack y Adrien Brody, pero de nuevo, con capital puramente chino. A pesar de encuadrar esta película en la estela de Chinese Zodiac, es bastante más comedida, pero mantiene las constantes de espectáculo, mezclando a los romanos con los chinos en una historia épica que contó con Daniel Lee (Three Kingdoms) como director y de nuevo a He Jun como director de acción junto al propio Jackie. Una película puramente comercial, entretenida, pero sin llegar a lo que se esperaba de ella. En un principio el mismísimo Mel Gibson iba a participar, pero finalmente prefirió no hacerlo. Tuvo algunas nominaciones en diferentes festivales, pero no consiguió demasiados premios. Un año después, Atrapa a un ladrón continuaba uniendo a Jackie con actores occidentales, una especie de respuesta a sus trabajos en Hollywood, pero producidas desde China, es decir, en vez de ir Jackie a Estados Unidos a rodar, llevaba a China a estrellas, aunque fuesen como Johnny Knoxville, digamos de segunda, sin desmerecer al actor. Además, contó con Renny Harlin (Máximo Riesgo) como director.
La fórmula funcionó de forma modesta, siendo un buen entretenimiento, pero sin el brillo de sus anteriores trabajos. Y de nuevo en 2017 repetía la fórmula de Chinese Zodiac con Kung Fu Yoga, o, mejor dicho, con una mezcla entre reboot y secuela de El Mito (2005), siendo una de las más odiadas por muchos de sus seguidores. Repetía la fórmula de ambos films, con una aventura digna del Halcón Asiático en la India y con excesivos efectos digitales. Pero la defiendo, ya que como ya he dicho, la edad de Jackie y las lesiones, junto al detrimento del cine hongkonés, con el acercamiento al cine chino y el éxito de esa tercera entrega de La Armadura de Dios propiciaba la repetición de uno de sus grandes éxitos en este siglo. Coincido con los detractores en que no está a la altura de sus grandes clásicos, pero, por otro lado, siendo consciente de la época, la veo como un divertimento y un intento de seguir contentando a los fans que buscan esa espectacularidad repleta de humor y piruetas imposibles, por mucho que se apoyen en CGI. Un trabajo que, a pesar de tener como público objetivo a esos fans de siempre, no contó con su apoyo, aunque no fue un fracaso en taquilla.
Sirvió para mantener a Jackie en primera línea. Y lo mismo se puede decir de Bleeding Steel (2017), última propuesta de este tipo que se apoya aún más en los efectos especiales por ordenador, en parte por la propia trama dentro del cine de ciencia-ficción. Todos estos títulos intentaban seguir ofreciendo el cine más clásico de Jackie, es decir, lo que mucha gente le pide ignorando detalles ya comentados aquí, la edad, las lesiones y el propio cine contemporáneo incluyendo el occidental, repleto de efectos digitales y dejando a un lado los efectos artesanales y el uso exclusivo de cables para las escenas arriesgadas. Es curioso que se aplauda todo esto en el cine de acción occidental, pero se critique en el chino, y remarco lo de chino, no hongkonés, completamente de capa caída. ¿Podrían ser estas películas mejores? Por supuesto, pero si se sigue exigiendo (que no deseando o pidiendo) que Jackie vuelva al cine de los ochenta, no lo tendremos, sólo su evolución lógica. Y mientras estas películas intentan mantener la imagen del Jackie más espectacular, el hombre orquesta que es, buscaba pasar a ser un actor más serio, siendo más consciente de su edad y de la situación del cine marcial chino que el público y sus fans.
Y llegamos a 2019 con El Caballero de las Sombras, un homenaje al escritor Pu Songling, a quien interpretó en una historia llena de fantasía. En este caso hay que remarcar este homenaje, ya que lo distancia, y mucho, del resto de títulos que acabamos de ver. Tenemos humor, pero dado el género fantástico que escribía Songling, está claro que, para inscribirse en este homenaje, debía dejar a un lado su estilo, a pesar de mantener cierto toque habitual, pero dejándose llevar por la fantasía y llenando el metraje de seres fantásticos y digitales. Parece que esta película no se ha entendido entre sus fans, distando mucho de Chinese Zodiac y demás películas. Kung Fu, magia taoísta y humor que se une al cine familiar. Espectacular, con estupendos efectos digitales y un ritmo endiablado que personalmente me gustó bastante. Pero claro, esos fans que pongo entrecomillado siguen esperando al Jackie ochentero, y parece que no se enteran de que no volveremos a verle. La última película en esta línea será Vanguard, aún sin fecha de estreno a la hora de escribir este artículo, donde vuelve a unir fuerzas con su amigo Stanley Tong en la dirección y donde Jackie interpreta a un agente de seguridad privada que es el objetivo de una organización de mercenarios. El tráiler promete acción algo más seria que en, por ejemplo, Kung Fu Yoga, pero de nuevo tendremos efectos digitales a mansalva, jóvenes actores y mucha acción.
EL JACKIE SERIO Y MADURO
Hemos visto las películas más cercanas en espíritu al Jackie ochentero, o al menos, lo que piden los fans que creen que Jackie se mantiene como en aquella añorada década y que termina forzando digitalmente. Pero Jackie, con 66 años cumplidos en este 2020, busca otros horizontes como actor, dejando atrás el payaso del Kung Fu para ponerse al frente de proyectos que le aportan más como actor serio. Y tras Acción Policial nos ofreció en 2016 Los Tigres del Tren, de nuevo con Ding Sheng como director y contando una historia sobre la lucha de los chinos contra los japoneses en 1941. De nuevo estamos ante una película con un aspecto visual más dramático, a pesar de tener momentos espectaculares, con un Jackie mentor del grupo de rebeldes y un humor menos exagerado. En el reparto tenemos también a su propio hijo Jaycee, en una de sus escasas apariciones actuales además de las habituales caras jóvenes y algún que otro cameo como el de Andy Lau. El contenido político, a pesar de situarse en el pasado, es muy potente, mezclando sucesos reales con los ficticios, pero consiguiendo cimentar la nueva imagen de Jackie respecto a China, pasando de ser un icono hongkonés, a uno chino. Las pretensiones de la película no son las mismas que las de los ochenta, por lo que, a pesar de mantener ciertos elementos característicos de Jackie de forma sutil, quizás de forma forzada, no deja de ser una película con tintes propagandísticos y nacionalistas. Y esto sin duda, cambia mucho el concepto de película ante la que estamos.
El Extranjero (2017) suponía su regreso al cine occidental, a pesar de ser coproducción entre China y Reino Unido, con Pierce Brosnam como partenaire y Martin Campbell (Goldeneye) como director, pero de nuevo dentro de este cine serio y maduro de Jackie. Todos los actores de acción y del cine marcial, en un momento u otro de su carrera buscan reinventarse y probar suerte en otros géneros además de intentar que la crítica menos especializada los tome en serio, intentando encontrar proyectos más dramáticos, y es justo lo que Jackie ha ido buscando en las películas de este apartado del artículo, pero dado que sus fans le reclaman acción, la ha incluido de una forma bastante diferente a la habitual en él. Y en el caso de El Extranjero tenemos poca acción, un par de momentos, en especial la pelea en el bosque, una pelea con dos montajes, una más corta para su explotación internacional, y otra más larga para la versión china. Dicha pelea es estupenda, donde Jackie se acuerda de sus seguidores occidentales, pero sin meter el humor habitual. Una película donde el drama es más importante que la acción y que ha conseguido que los que criticaban sus películas más espectaculares de este siglo XXI, vuelvan a aplaudirle.
Menos aplausos ha tenido el drama Namiya (2017), basada en la novela de Keigo Higashino donde Jackie interpreta al anciano que da nombre al film, dueño de una tienda donde llegan unos jóvenes que encontrarán una serie de cartas que les conectan con gente a la que el anciano ayudó. Una historia de realismo mágico donde Jackie vuelve a probar suerte, con éxito, en terrenos ajenos a la acción pero que ha pasado sin pena ni gloria entre sus fans.
CAMEOS Y FINAL
Al margen de ambas carreras, tenemos a Jackie poniendo voces en películas de animación como en la saga Kung Fu Panda, Operación Cacahuete (ambas entregas), Monkey King: Hero is Back (versión norteamericana) o La LEGO Ninjago Película, o sus cameos en As the Light Goes Out (2014) y The Climbers (2019) Quizás, los motivos de estas participaciones sean por no conseguir los éxitos arrolladores de antaño en todas las películas que hemos visto, o casi todas. Lo que está claro es que Jackie ha intentado dar a sus fans, orientales u occidentales, lo que le reclaman siempre, pero como he dicho anteriormente, con su edad y las numerosas lesiones, por muy Jackie Chan que sea, es difícil mantener la forma como hace más de treinta años, buscando papeles con menos exigencias físicas y apoyándose en los efectos digitales y cables para secuencias donde antes no lo necesitaba. Esta necesidad de seguir ofreciendo lo que le piden no es bien acogida por sus legiones de fans (entre los que me incluyo) por todo esto, siendo, con todo respeto, algo egoísta por todos ellos.
Recordemos que el cine de acción actual está lleno de esos efectos digitales, siendo el subgénero de superhéroes el que reina, y para poder competir con ellos, se ha optado por meter CGI a mansalva, como si fuese esto lo que realmente consigue el éxito de taquilla. Es un error, no voy a negarlo, pero Jackie ha conseguido alternar esto con esa búsqueda de otro tipo de papeles más acorde con lo que el propio Jackie quiere. Tampoco podemos olvidar la madurez del actor, y el cansancio dentro del género, además de los intentos de pasar el relevo generacional en sus películas más comerciales, algo que realmente no ha sucedido, siendo Nicholas Tse el que más cerca ha estado de esto en la saga Police Story con New Police Story (2004) Y vuelvo a recordar el acercamiento al régimen de la República Popular de China, cuyo cine es bastante diferente, exceptuando el puramente marcial, recogiendo el testigo del cine de Hong Kong con estrellas jóvenes autóctonas que se merecen un futuro artículo para que así las viejas y nuevas generaciones dejen de pedir imposibles a un Jackie que demuestra un cansancio físico como para seguir siendo el Jackie de siempre.
Además podemos ver que muchos de los papeles de Chan son de mentor de los personajes que interpretan actores más jóvenes, bastante más acordes a la edad de Jackie. Por ello ha desarrollado esta triple carrera, con actualizaciones de sus viejas aventuras ochenteras, o películas de corte más dramáticas en busca de una mejora en sus habilidades como actor, y más tras recibir el Óscar Honorífico en 2016, como si fuese consciente de que tras recibir este reconocimiento, no necesitase seguir en la cresta de la ola del género. Y la verdad es que ha conseguido ser el mejor en una época dorada del cine marcial, y no necesita seguir siendo el loco que hace acrobacias imposibles para deleite de sus seguidores, algo que actualmente no hace nadie, incluyendo en el cine marcial chino, donde se incluyen cables y efectos digitales incluso para los nuevos valores casi siempre. Jackie es toda una institución en la actualidad, y es necesario que aparezca sangre nueva, pero incluso en Occidente el cine marcial es muy secundario, por desgracia, y en Asia tampoco hay un mercado que compre las películas con las que hemos disfrutado durante décadas. Jackie se merece un respeto y ser consecuente con su edad y las limitaciones que tiene, incluyendo las físicas provocadas por todas esas lesiones que tantas veces se enumeran en revistas y webs. En unos años tendrá setenta, y a pesar de mantener una forma envidiable, no es lo mismo que cuando tenía 30 años, y el hacer un cine más reposado lo tiene ganado.
Está claro que la calidad de las películas que hemos visto en este artículo es irregular, pero alternar géneros, meter más drama, o cumplir como estrella sin la misma espectacularidad de antes, es algo que se ha ganado, y si se es un verdadero fan, tenemos que aprender a respetar sus decisiones sin cebarse en las hirientes críticas que suelo leer en redes sociales ya que, como siempre digo, para ser un verdadero fan de alguien, tenemos que admitir los errores y decisiones que toman nuestras estrellas, pero parece que Jackie no merece tomarse las cosas con más calma, o respetar su decisión de buscar en sus interpretaciones algo diferente. Por último, podemos ver en el cine marcial asiático un cambio de rumbo, con un estilo de películas muy diferentes que llaman la atención y logran el éxito, ya sea Donnie Yen o Iko Uwais, por lo que la carrera de Jackie, sobre todo en estas películas tan alejadas de su estilo habitual, necesita un cambio de rumbo. Renovarse o morir, y Jackie se ha renovado, a pesar de ejemplos como Los Tigres del Tren, donde aúna momentos marciales y cómicos con otros más dramáticos. ¿Es, quizás, este film el ejemplo de este cambio? Hay gente que ha dicho que se ha aburrido con esta película, a pesar de tener un toque sumamente simpático y siendo un curioso híbrido entre su cine serio y puramente chino, enalteciendo el espíritu patriótico, con la comedia habitual en él.
Claro está que al final todos son gustos y opiniones, y a veces ser fan puede nublar el juicio, perdonando esas malas decisiones, pero remarco el respeto a equivocarse que tenemos todos y a una evolución que puede no gustar a todo el mundo, pero, querido lector, dime un ejemplo de una carrera de un actor de cine marcial y de acción que haya permanecido inalterable. Dudo que lo encuentres, por lo que tenemos que tener en cuenta estos factores que he ido enumerando y espero haber dejado claro en el caso de Jackie, protagonista de este artículo. Si no se le exigiese que continuase ofreciéndonos películas como las de los ochenta, es probable que Jackie hubiese incluso abandonado el cine puramente de acción hace tiempo, pero le obligamos a que siga esforzándose, y claro, tiene que buscar muletas donde apoyarse para poder ofrecer lo mismo que en los ochenta, y en la actualidad, sólo los efectos digitales y los cables pueden ser esas muletas, por lo que tenemos que ver sus films, del tipo que sean, con unos ojos diferentes, algo que se suele ignorar y que no creo que sea justo para la leyenda viva que sigue siendo el gran Jackie Chan.