Cine Marcial de TORNEOS

Cine Marcial de TORNEOS

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Cine Marcial de TORNEOS

Las Artes Marciales tienen varias vertientes. Por un lado tenemos las técnicas de autodefensa, la esencia misma del motivo de su existencia, ya sean para usarlas en el campo de batalla o para defenderse de agresiones personales, en la China clásica o en las calles de Madrid, y para defendernos nosotros o defender a terceros, la parte más filosófica y espiritual o bien en torneos específicos de cualquier arte marcial o torneos abiertos. El cine se ha hecho eco ofreciéndonos películas que abarcan todos estos aspectos creándose subgéneros como el de los torneos.

A veces los campeonatos son excusas para otros fines, pero es indudable que el gran número de películas dedicadas a torneos es uno de los más apreciados por los seguidores ya que de esta forma nos aseguramos de ver grandes combates donde normalmente podemos ver a auténticos artistas marciales. En este reportaje vamos a hacer un recorrido por las películas básicas sobre torneos marciales, desde el cine de Kung Fu de la Shaw Brothers, pasando por Bruce Lee, los campeonatos deportivos de los ’80, Van Damme o las MMA, ofreciendo un amplio abanico de títulos que cubre la gran mayoría de Artes Marciales, ya sean torneos específicos o torneos abiertos.

Prepara tu uniforme, analiza a tus contrincantes y sumérgete en este recorrido donde la pericia técnica es la esencial para salir victoriosos. Fight!

ENTRA EL DRAGÓN Y EL CHICO KARATEKA

Sin duda, la película más mítica con un torneo de arte marciales de fondo es “Operación Dragón” (“Enter the Dragon”. Robert Clouse. 1973) pero antes de hablar de ella, es necesario recordar que no fue la primera. Un año antes se había estrenado “De profesión: Invencible”, conocida internacionalmente como “Five Fingers of Death” o “King Boxer”, producción de la Shaw Brothers con el gran Lo Lieh como protagonista. En ella, dos escuelas de Artes Marciales se preparan para un importante torneo de Kung Fu. Considerada uno de los clásicos del género, consiguió salir de China y estrenarse en Estados Unidos. Algunas películas chinas de la época mostraban un campeonato de fondo a pesar de que el argumento no girase alrededor de dicho torneo, excusas para el lucimiento de las estrellas. Esto mismo se puede ver en la mencionada “Operación Dragón” ya que el torneo de Han es una tapadera del organizador para, por un lado, encontrar a luchadores para que trabajen para él, y para expandir sus turbios negocios de tráfico de drogas y trata de blancas.

Sin duda, tras “Operación Dragón”, una de las películas más míticas es “Karate Kid, el momento de la verdad” (“The Karate Kid”. John G. Avilden. 1984) Esto no significa que en los 11 años que separan este film del de Lee no hayan aparecido películas de este tipo. No tardaron en salir copias de “Operación Dragón”, alejadas en cuanto a calidad cinematográfica pero interesantes de ver como la producción sudafricana “Lucha o muere” (“Kill o Be Killed”. 1980), con el experto y campeón de Karate James Ryan. “Karate Kid”, aunque termina con el mítico campeonato donde Daniel-san usará la técnica de la Grulla, se centra más en el aprendizaje de la filosofía del Karate más tradicional en contraposición con el sistema de campeonatos norteamericano que surgió en los ’70. De nuevo el tema competitivo es secundario, siendo el escenario donde se resolverán todos los problemas personales entre el protagonista y el villano. Este código será habitual en la saga, si en la primera entrega Daniel llega nuevo al instituto y se enamora de la ex-novia del villano, motivo por el que se gana las palizas y decide aprender a defenderse gracias al misterioso conserje de su nueva residencia, en la secuela de 1986 viajaremos a Okinawa para de nuevo tener problemas y solucionarlos en un combate final donde usará una nueva técnica para resultar vencedor. Ya en la tercera entrega de 1989, volvemos a Estados Unidos donde Daniel deberá valorar si volver a competir y defender su título ganado en la primera película.

La última entrega, ya sin Ralph Macchio y con una jóven Hillary Swank antes de ganar el Oscar de Hollywood, dejaba el tema competición fuera pero usando las mismas claves de la trilogía original, con un profesor “malvado” y una historia de amor de fondo, sumando la rebeldía de la nueva alumna del mítico Maestro Miyagi que tan bien interpretó Noriyuki “Pat” Morita y que le valió sendas nominaciones al Oscar y al Globo de Oro de Hollywood al Actor de Reparto por la primera entrega de la serie y curiosamente otra nominación como Peor Actor de Reparto en los Razzies de 1990 por el mismo personaje en la tercera.

En el 2010 llegó el remake con Jackie Chan revelando a Morita para ser el Señor Han y trasladar la historia de Estados Unidos y con el Karate de fondo, a China y el Kung Fu. Por desgracia se descartó una escena donde se enfrentan Jackie y el maestro enemigo (se puede ver en Youtube y en alguna edición doméstica) alargando el momento del final de la película original con un excelente combate técnico entre Jackie y Yu Rongguang.

DEPORTES SANGRIENTOS, CAMPEONES Y CÁRCELES

Y llegó Van Damme y la lió del todo. A pesar de que cuando llegó “Contacto Sangriento” (“Bloodsport”. Newt Arnold), en 1988, quedaban dos entregas y el remake de “Karate Kid”, esta pequeña producción de la Cannon unió su camino al del emergente belga tras debutar con un papel importante en “Retroceder nunca, rendirse jamas” (“No retreat, no surrender”. Corey Yuen. 1986), que también se encuadra en este tipo de películas ya que su personaje, el esbirro de los mafiosos Ivan Kranschinsky, terminará enfrentándose al protagonista en un torneo donde Van Damme desplegó todo su arsenal técnico para ir acabando con el equipo norteamericano compuesto por auténticos artistas marciales como Peter “Sugarfoot” Cunningham, Kim Tae-jong o Dale Jacoby. En “Contacto Sangriento” pasó a ser el protagonista, adaptando la vida de Frank Dux y su participación en un torneo ilegal de Hong Kong.

Sin entrar en si todo es verdad o no, la película se ha transformado en todo un referente para los aficionados, dando la vuelta a la tortilla y siendo el propio campeonato, el Kumite, donde aparecerán los enemigos, no existiendo ningún otro elemento excusa para disfrutar de sus geniales combates. Aquí el viaje se bifurca ya que por un lado tenemos a Van Damme repitiendo en este mundo de combates, legales o ilegales, y por otro, las secuelas de “Contacto sangriento” aprovechando el éxito del propio Jean Claude. Respecto a esto último, tenemos que saltar a 1996 con “Bloodsport II: La mano de hierro”, protagonizada por el debutante Daniel Bernhardt, y con solo Donald Gibb repitiendo papel de la primera entrega. No obstante tiene algunos buenos luchadores en su reparto y es un producto de serie B, entretenido, de los que poblaban los videoclubs de los ’90.

El mismo camino que sus dos nuevas secuelas, “Combate Sangriento” (“Bloodsport III”) estrenada el mismo año y “Bloodsport: The Dark Kumite”, de 1999, todas ellas con Bernhardt como protagonista y las luchas ilegales de fondo. Un despliegue de buenas Artes Marciales que lanzaron al actor como el nuevo Van Damme, con una carrera comenzando con el bajón de Van Damme en películas como “The Quest”, “Double Team” o “Soldado de Fortuna”.

Por suerte, antes de que comenzasen estas secuelas de su film, volvía al mundo de la competición en “Kickboxer” en 1989, otro de sus clásicos donde el principio del film se centra en los combates de Muay Thai para pasar a un enfrentamiento “tradicional” con cáñamo y cristales como guantes. Aquí tenemos un conflicto creado en la competición que pasa a ser personal y a resolverse dentro de un combate. Su éxito se mantuvo con “Lionheart, el luchador” (1990), con un Van Damme metido en peleas ilegales y que cimentaba su fama. Ya en 1996, regresó al terreno de los torneos con su debút como director, “The Quest (En busca de la Ciudad Perdida)”, un ambicioso proyecto mutilado en la sala de montaje que homenajeaba, según el propio Van Damme a “Operación Dragón” y “Sólo ante el peligro”, el clásico del western. Tiene muchos nexos con “Contacto Sangriento”, con luchadores bastante definidos que rellenan las aventuras viajeras que sufre el belga hasta terminar en un mítico torneo abierto de Artes Marciales.

Un resultado desigual y la despedida de los proyectos de serie A del actor y karateka que sin embargo continuaría con menor presupuesto en “Salvaje” (“In Hell”. Ringo Lam. 2003), donde tendría que luchar en un torneo dentro de una cárcel rusa. Drama y acción que la convierten en una rareza oscura del actor, con más presencia de la personalidad de su director hongkonés de la que se cree. Volviendo a Van Damme, este 2016 se debería estrenar el remake “Kickboxer: Vengeance”, con Alain Moussi como protagonista y con el belga relegado al papel de maestro y de la que ya se prepara una nueva secuela con un guión totalmente original. Y digo esto ya que la película de Van Damme ha contado con varias secuelas protagonizadas por Sasha Mitchell y Mark Dacascos. De ellas, sólo “Kickboxer 2” regresa al mundo de la competición, siendo las otras subproductos de explotación, agradecidas de ver por las coreografías pero sin mayor repercusión.

Es el caso contrario de “Invicto 2”, de 2006, donde el protagonista, un Michael Jai White en perfecta forma física, termina en un torneo dentro de una cárcel en Rusia, igual que Van Damme en “Salvaje”, pero diferenciándose de esta. El drama da paso a las Artes Marciales más espectaculares con la aparición del villano, Boyka, un Scott Adkins en estado de gracia. Las XMA y las MMA campaban a sus anchas transformando a la película en un clásico moderno y catapultando a sus protagonistas dentro del género. La secuela volvía a traernos a Adkins, pero no a White, transformando al villano en un antihéroe que seguirá luchando por su libertad y enfrentándose en el torneo dentro de la prisión con el chileno Marko Zaror. A pesar de explotar la anterior entrega, es otro gran producto si bien es ligeramente inferior a la segunda parte. Y este año también se espera “Boyka: Invicto 4”, el regreso de Adkins en su personaje más icónico pero ya fuera de la cárcel pero sin dejar la competición.

Michael Jai White también volverá a competir en “Promesa Sangrienta” (“Blood and Bone”. Ben Ramsey. 2009) esta vez comenzando en combates callejeros y terminando luchando para ricachones. Otra genialidad coreográfica indispensable dentro del cine de Artes Marciales con un espectacular Matt Mullins como adversario final. Por si esto fuera poco, debutó en la dirección con “Rompiendo las reglas 2”, secuela del producto hollywoodiense que metía las MMA en una producción de alto presupuesto dentro del género con una versión actualizada de “Karate Kid” sustituyendo al arte nipón por el de la competición de las MMA. La secuela de Jai White contaría con auténticos luchadores profesionales y el mundo de la competición, volviendo a ser un referente dentro del nuevo cine marcial. Su tercera entrega también llegará este 2016, con Jai White como protagonista y director con su personaje volviendo al mundo de la competición y donde se verá las caras con gente de la talla de Josh Barret. Además de estos films, existen otros que tienen los torneos de Artes Marciales dentro de cárceles, muchos de ellos dentro de la serie B. Tenemos por ejemplo “El Ring de la Muerte” (“The Circuit”. Jalal Merhi. 2002), con un Olivier Gruner muy en forma y que tuvo dos secuelas, “La sociedad de la lucha” en 2002 y “Circuit 3: The Street Monk” en 2006.
Podríamos seguir por este camino dentro de los torneos dentro de la serie B o películas de medio o bajo presupuesto. El actual cine de MMA bebe directamente de los torneos, ya sean ilegales como legales, pero no es el único que existe actualmente a pesar de su auge dentro del cine de Artes Marciales.

DON WILSON Y LOS CAMPEONES

Vuelvo atrás en el tiempo ya que no puedo dejar de mencionar a Don “The Dragon” Wilson y su saga “Blood Fist”. En 1989 se lanzó la figura del campeón de Kickboxing Don Wilson como contestación a Van Damme y su carrera se ha convertido en un debate eterno entre sus seguidores y sus detractores. Es indudable que Wilson se aprovechaba de los éxitos del belga para lanzar películas de bajo presupuesto con demasiadas similitudes y menor talento en general. Producciones baratas de consumo rápido que no obstante le dieron una popularidad en los videoclubs que se mantiene, entrando al panteón de estrellas del género.

Su primera película como protagonista fue “Bloodfist”, que tuvo secuela y junto a las dos partes de “Ring de Fuego” es de lo más celebrado. Curiosamente en estos films podemos ver pequeñas apariciones de futuras estrellas como Gary Daniels, Michael Jai White, Billy Blanks o campeones como Rob Kaman. Su último film estrenado, “The Martial Arts Kid”, le lleva de vuelta al mundo de la competición, esta vez norteamericana y adolescente en un film anti-bullying.

Similar a este film tenemos “The Underdogs Kids”, film realizado a mayor gloria de Phillip Rhee presentándole como un maestro de Artes Marciales que ayudará a un grupo de adolescentes en una competición.

Películas edulcoradas con buenos sentimientos pero sin salirse de los cánones del género. Mencionar a Phillip Rhee en este reciente film no es algo habitual, ya que este film ha significado el regreso del experto en Taekwondo al cine tras debutar de forma internacional con “Campeón de campeones” en 1989. El torneo de Taekwondo entre Estados Unidos y Corea es todo un clásico a pesar de contar con actores sin experiencia marcial como protagonistas, como Eric Roberts, pero junto a los propios hermanos Rhee, auténticos expertos, la dan un grado de seriedad y madurez muy personal. Phillip Rhee explotó la franquicia con tres nuevas entregas filmadas en 1993, 1995 y 1998, películas de acción y Artes Marciales muy lejos de la calidad de la primera película.

EL TINTERO

El mundo del videojuego ha sido objeto de investigación para adaptar algunos de sus clásicos, aunque ya te hablé de ellos hace unos meses, por lo que pasaremos rápidamente por ellos. “Street Figher” no termina de encontrar una buena adaptación, dejando a parte el tema torneo excepto “Street Fighter 2. The Movie”, el largometraje de animación japonesa de 1994.

En cambio, “Mortal Kombat” si ha tenido una adaptación centrada en el torneo del videojuego en 1995 con Robin Shou como protagonista. Este torneo por la supervivencia de nuestro planeta ofrece gandes momentos que no continuaron en la secuela de 1997, “Mortal Kombat: Aniquilación”, ni en 1998 con la serie “Mortal Kombat: Conquest”, con Daniel Bernhardt. Combates resultones para una serie algo olvidable, lo contrario a la web serie “Mortal Kombat: Legacy”, pero que de nuevo ignora, en sus dos primeras temporadas, el mitico torneo.

“Dead or Alive”, “Tekken” y “King of Fighters” también han tenido adaptaciones en carne y hueso. El videojuego con despampanantes chicas peleando tuvo a Corey Yuen como director y coreógrafo en 2006 con “DOA: Dead or Alive”. A pesar de contar con buenas escenas de Artes Marciales, el uso masivo del cable y la inexperiencia de gran parte del reparto en Artes Marciales, junto al pésimo guión hacen de ella un producto de escasa calidad, exceptuando si nos fijamos en el diseño de coreografías o la dirección de Yuen, que al menos cumple más que bien con sus funciones y dio trabajo a muchos especialistas.

Aquí se desaprovechó a Kane Kosugi, hijo del ninja por excelencia Sho Kosugi, lo mismo que pasó en 2014 con “Tekken: Kazuya’s Revenge”, sin nada que ver con el resultado de la primera entrega de 2010, “Tekken”, con mucho mejor acabado. El Torneo del Puño de Hierro contó para su versión en imagen real en 2010 con Jon Foo, Gary Daniels, Cung Le o Latef Crowder, que si bien es una más que correcta película de Artes Marciales fiel al videojuego, no cosechó el éxito esperado. Se rumorea que habrá nueva versión, pero no sabemos aún si volveremos al Torneo que da título al juego o no. “King of Fighters” se adapto en 2010, desaprovechando los talentos que contenía, con el hongkonés Gordon Chan dirigiendo y actores como Maggie Q, Ray Park, Françoise Yip o Will Yun Lee y a David Leitch, de los 87Eleven Action Desing, como director de acción.

Como has podido leer, son muchos los films que basan sus tramas en torneos, y nos dejamos muchos. Pero no puedo terminar sin mencionar algunos títulos que se consideran clásicos e incluso de culto, como “La Furia de Chicago” de Jackie Chan, “Fearless (Sin Miedo)” de Jet Li o “True Legend” de Yuen Woo Ping, contienen campeonatos donde solucionar los problemas surgidos, o son meras secuencias-excusa para añadir un combate. Es el caso de “Nacer para morir”, con Jet Li y Mark Dacascos, con una secuencia en un octógono y competidores reales.

Rápidamente podemos citar títulos como “Forced to Fight” (2011) de Gary Daniels, “Pit Fighter” de 2005, “Cage” (1989) y su secuela de 1994, “Fuerza 7” (1979) de Chuck Norris y con Bill Wallace, “Juntos para vencer” (1992), también de Norris, la producción de Jackie Chan “Wu Shu” de 2008, “El Rey de los Kickboxers” (1990) o “American Kickboxer” (1991), dos títulos clásicos con gente como Billy Blanks, Loren Avedon o Keith Vitali.

Ya más recientemente tenemos dramas con la competición de MMA como “Warrior” (2011), “Unbeatable”, producción china de 2013 o la comedia norteamericana “Peso pesado” (2012) Podría seguir así mucho tiempo ya que como he mecionado antes, el actual cine de Artes Marciales se ha centrado en las MMA y sus torneos, nutriendo así el género de una forma continuada y que da para mucho más que un artículo.

 

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