La aparición de Iko Uwais en Redada Asesina hizo que mirásemos a Indonesia con otros ojos. No sólo por la cinematografía general de este país, si no que vimos que se podía hacer cine marcial en otros países diferentes a China o Thailandia.
La carrera de Uwais se ha disparado, haciendo que cada nuevo estreno o aparición suya se espere con ganas. Junto a él, Yayan Ruhian o Joe Taslim aparecían como actores a los que seguir, pero el cine de artes marciales indonesio no empezó con ellos. En este post vamos a descubrir un mundo marcial diferente, inesperado pero igualmente necesario de conocer para darnos cuenta del amplio abanico de posibilidades que el cine de este género que amamos ofrece. Desde los años setenta hay cine marcial, con estrellas como Advent Bangun o Barry Prima, uniéndose al cine de acción general que se ha revitalizado con la mencionada película de Iko Uwais.
Un paseo por otro cachito de la Historia del Cine que merece al menos unas líneas por lo que aportó y lo que aporta. Las estrellas de antes y las de ahora, con los títulos más emblemáticos de cada uno y una mirada al futuro de este cine, con intentos más o menos acertados pero que dejan claro que Indonesia tiene aún mucho que decir. Comenzamos con nuestro viaje apareciendo en las Indias Orientales Holandesas a principios de 1900…
ORÍGENES DEL CINE INDONESIO
La Compañía Holandesa de las Indias Orientales gobernaba cierta de Asia hasta 1949, donde adoptó finalmente el nombre de Indonesia. Durante el gobierno holandés entró el cine en el país, con proyecciones de películas norteamericanas hasta 1911, que empezaron a aparecer documentales locales. En 1926 apareció la primera película producida en Indonesia, Loetoeng Kasaroeng, adaptando una leyenda sondanesa, una población en el oeste de la Isla de Java, similar en ciertos aspectos a la historia de La Bella y la Bestia.
De esta forma comenzó el cine mudo indonesio, con actores locales y holandeses en ocasiones dirigiendo las películas. El comercio con China incluyó el cine, colaborando en numerosas ocasiones, lo que ayudó durante los años ’30 debido a la crisis que sufría el país. Esto encareció las producciones y elevó el precio de las entradas, logrando estrenar escasos títulos, por ejemplo entre 1934 y 1935 sólo el productor The Teng Chun, o Tahyar Idris, consiguió estrenar películas al tratarse de producciones de bajo presupuesto basadas en la mitología china y en las artes marciales, destinadas a un público de etnia china.
Títulos como Black and White Snakes (Ouw Peh Tjoa. 1934) muestran la esencia del cine que triunfó y salvó la industria local hasta Pareh en 1935 hundió la industria con un fracaso económico que llevó a sus productores a la bancarrota. En 1938 aparecieron dos películas que de nuevo impulsaron el cine, Terang Boelan y Fátima, seguidas de Alang-Alang en 1939. Durante la Segunda Guerra Mundial fue ocupada por Japón, controlando las producciones y rodando films propagandísticos. Todo esto ha influido en cierta manera al cine marcial actual, aunque en los ochenta también surgió el cine de autor viajando a festivales como el de Cannes. Pero una década antes ya había estrellas contretas dentro del cine marcial. El campeón de Karate Kyokushinkai George Rudy comenzó su carrera en el cine en 1976 con Pembalasan Naga Sakti, o La Venganza de Naga Sakti, con maestros de Kung Fu y narcotráfico.
Rudy tuvo una carrera como protagonista y coreógrafo durante los setenta y ochenta, alternando con dramas sin escenas de lucha. Balada Dua Jagoan (1977) o Lebak Membara (1982) son algunos de sus títulos más famosos, llegando a los noventa con la serie de televisión Saur Sepuh, con 78 episodios emitidos entre 1992 y 1994. Y sigue en activo, como veremos más adelante cuando nos asomemos al futuro del cine marcial indonesio. Tres años tras el debút de Rudy, apareció Barry Prima, experto en Taekwondo que con Special Silencers comenzó una brillante carrera con estrenos incluso en España, en plena fiebre videoclubera.
The Warrior: El Guerrero (1981) es uno de sus éxitos más celebrados, generando hasta cuatro secuelas. Se basa en un cómic local titulado como el personaje que interpreta, Jaka Sembung, un rebelde del siglo XIX que lucha contra el gobierno holandés. Historias con tintes mágicos y acción que le lanzaría al estrellato. Ferocious Female Freedom Fighters (1982) Daredevil Commandos: Comandos del Infierno (1985), Macho (1994) o Panther (1995) son algunos de sus títulos más conocidos. Y de nuevo estamos ante un actor que sigue en activo y que alternó con el cine de acción y artes marciales, Ratno Timoer, dirigiendo también algunas como Dendam Manusia Harimau (1981) o Si Buta Dari Gua Hantu (1985) y coindiendo con otras estrellas como Prima en algunas ocasiones.
Fuera del país, Billy Chong participaba en Hong Kong en numerosos films, y a pesar del nombre, era en realidad Willy Dozan, indonesio de nacimiento pero emigrado a Hong Kong para aparecer en numerosos films como La Sombra de la Garra de Cristal (1979), Blak Jim, el Magnífico (1979), El Águila acecha la Guarida del Tigre (1980) o el título de culto Kung Fu Zombie (1981) volviendo a finales de los ochenta a su país natal y mantener, su carrera bien activa.
Para terminar el repaso de los orígnes del cine marcial indonesio, acabamos con otro experto karateka, Advent Bangun. Su fama marcial le llevó al cine, The Devil’s Sword (1984) o Revenge of the Ninja (1984) o Lady Dragon (1992) junto a Cynthia Rothrock le han mantenido activo a pesar de la poca calidad de algunos de sus títulos, no por ello menos entretenidos. Todos ellos participaron en películas juntos, con bastante menos rivalidad, al menos como para coincidir varias veces, de lo que nos gustaría en el cine actual.
IKO UWAIS: EL DESPERTAR INDONESIO
Nacido en Yakarta el 12 de febrero de 1983, estudió Silat bajo la tutela de su abuelo, el Maestro H. Achmad Bunawar, por lo que le corre por las venas las artes marciales. En 2005 consiguió proclamarse Campeón Nacional y en 2007 se produjo un encuentro que le cambiaría la vida.
Trabajaba como conductor de camiones mientras practicaba Silat y en su escuela acudió un equipo de grabación para rodar un documental sobre su arte marcial, y es cuando conoció a Gareth Evans, director del documental, titulado The Mystic Arts of Indonesia: Pencak Silat y dos años después rodarían Merantau, un drama de acción que mostraba el Silat tal y como Tony Jaa había enseñado su Muay Thai, con técnicas brutales usando el mínimo de cables o efectos incluso para las escenas arriesgadas, con un estupendo equipo de especialistas.
Una historia que mostraba este arte marcial y a un nuevo héroe, cosa que no consiguió del todo al no conseguir el éxito internacional que esperaban, aunque sí crítico, sobre todo dentro del mundo de las artes marciales. Esto hizo que ambos, director y actor, comenzasen a preparar su siguiente película juntos, corrigiendo errores y mejorando otras, para en el 2011 estrenar Redada Asesina (The Raid) Un grupo de policías, encerrados en un edificio lleno de asesinos intentando matarles, una mera excusa argumenal para golpear con fuerza al género y convertirse en un clásico directo, tan directo como los golpes de la película, un ejercicio además perfecto de cómo aprovechar los espacios cerrados mostrando una brutalidad que hacía tiempo no se veía en el cine marcial.
Esto la ha convertido en un título de culto, catapultando a los que la han hecho posible a primera plana y colocando a Indonesia en el mapa, algo que no consiguió con Merantau. Coincidió de nuevo con Yayan Ruhian, otro maestro de Silat que se pasó los años anteriores dando clases, cursos por todo el mundo y siendo entrenado por las Fuerzas Especiales Presidenciales Indonesias, hasta que coincidió con Evans y le propuso coreografiar Merantau.
Coincidiendo estos tres elementos, Uwais, Ruhian y Evans, el resultado no podia ser otro. Acción brutal, violenta y sucia, extremadamente realista rodada de forma perfecta por Evans y con espacio para Joe Taslim, especialista en Judo, Wushu, Pencak Silat y Taekwondo. No sólo la calidad marcial es tremenda, ya que además ha generado que el cine indonesio despegue de forma internacional, sobre todo tras la secuela de 2014, pero antes, Iko tuvo tiempo de aparecer brevemente, y totalmente desaprovechado, en el debút de Keanu Reeves como director, El Poder del Tai Chi, con Tiger Hu Chen como protagonista y con Yuen Woo Ping como coreográfo.
Por suerte, Redada Asesina 2 (The Raid 2: Redemption) nos devolvería al Iko que queremos, de nuevo con Ruhian junto a él incluyendo en las coreografías. Una historia mucho más densa que nos deja al policía Rama infiltrado en la mafia para desarticularla. Acción brutal, que a veces va un poco más allá, destacando la secuencia de la cárcel, genialmente grabada, mostrando momentos ciertamente gores pero sin recrearse en execeso y que nos deja otro clásico moderno. Quizás le pesa el extenso metraje y la intrincada historia, no muy liosa, pero a veces se hace algo pesada, aunque por ver las coreografías de acción merece y mucho la pena verla, enriqueciendose respecto a la primera entrega con más personajes espectaculares como la Chica del Martillo y el Hombre del Bate de Baseball, con secuencias como la del metro que te hielan la sangre, con Julie Estelle y Very Tri Suliman interpretándoles.
De ellos dos, Suliman es el único experto en Silat El éxito internacional nos deja esperando un tiempo hasta la tercera parte, confirmada pero sin fecha aún, rumoreándose que hasta 2018 no se verá. Todos sus artífices tienen otros proyectos en ciernes.
Iko y Ruhian coinciden más, y tras participar en unos meros cameos en Star Wars: El Despertar de la Fuerza (2016) regresaron junto a Frank Grillo en Beyond Skyline, pendiente de estreno y secuela de la película de ciencia-ficción Skyline (2010) Al menos, tras las primeras fotos, ha salido una pequeña secuencia con Iko en acción y promete. Donde le veremos y mucho mejor, es en Headshot, un oscuro thriller de acción brutal y un Uwais con una bala en la cabeza y con problemas de memoria.
El tono sucio característico del nuevo cine indonesio se deja patente en el espectacular y violento trailer, aunque en este caso tenemos además a dos directores muy personales, Kimo Stamboel y Timo Tjahjanto, conocidos como The Mo Brothers. En su filmografía tiene juntos incursiones en otros géneros como el terror en Macabre (2009) y el thriller de acción Killers (2014), ambos films con una atmosfera turbia que se mantiene según indican los afortunados que han visto la película en diversos festivales como el de Sitges, el Fantastic Fest de Estados Unidos o en el Hong Kong Asia Film Festival durante el 2016. Coincide de nuevo Iko con Julie Estelle, y con Very Tri Yulisman.
El último proyecto de Iko es The Night Come For Us, que protagonizaría Joe Taslim con Timo repitiendo como director, uniendo otra vez a Iko con Julie Estelle, aunque este rodaje se ha paralizado en diversos momentos, por lo que en cualquier momento se rodará, dando tiempo a Iko en Triple Threat, antes titulada Makeshift Squad, producción china que le unirá con Tony Jaa y Tiger Hu Chen y presumiblemente con la actriz Angelababy, descrita como los Expendables o Mercenarios de Stallone. A estas alturas del año el rodaje debería haber empezado, si no ha habido retrasos, claro.
Por su parte Yayan Ruhian sólo tiene un proyecto pendiente de rodaje tras empalmar más rodajes que el propio Iko. Desde la japonesa Yakuza Apocalypse (Takashi Miike. 2015), pasando por las dos entegas de Comic 8: Casino Kings de 2015 y 2016, comedias de acción que incluyen la presencia de Barry Prima, Billy Chong y George Rudy y cuya primera entrega cotiene una secuencia parodiando The Raid, sin olvidar Gangster (2015) y el drama Iseng (2016) Incluso ha tenido tiempo para poner voz a su personaje Tasu Leecg de Star Wars: El Despertar de la Fuerza para su propio videojuego de Lego, al contrario que sus compañeros y amigos indonesios. El otro Mo Brother, Kimo Stamboel, será quien dirija One Good Thing, otro thriller policial donde Ruhian se vería las caras con Marko Zaror, pero es otro proyecto anunciado pero que no avanza, asi que apostamos por este 2017 para su reactivación.
A pesar de tener una difusión internacional, el cine indonesio ha dado muestras de gran calidad en otros géneros como el terror o el thriller, dejando las artes marciales algo de lado, aunque curiosamente son producciones de fuera de Indonesia quienes quieren contar con las estrellas del género. Si Iko Uwais y sus amigos han ido apareciendo en películas como la última de Star Wars o Joe Taslim apareciendo en la otra franquicia galáctica, Star Trek. Mas Allá (2016) o en Fast & Furious 6 (2013), producciones como The Gate, cortometraje que intenta ser serie de televisión, con Amy Johnston (Lady Bloodfight) compartiendo reparto con Cecep Arif Rahman, el asesino con cuchillos de The Raid 2, todo un maestro de Silat con un extensísimo currículum de cursos por toda Europa y dedicado a la enseñanza.
El cortometraje iba a contar con Yayan Ruhian, pero con su apretada agenda de rodajes terminó siendo sustituido por Cecep, por lo que tras ver su velocidad y técnica, es más que merecedor de un papel más protagonista. Con temática fantástica, acercándose al terreno de los superhéroes, Amy interpreta a una experta en Silat que descubrirá el submundo del crimen indonesio para salvar a su hermana y donde hay un poder extraordinario conocido como la Puerta, o Gate en inglés, el título del corto. Tras comenzar como proyecto de crowfunding, ha llegado a rodarse y de momento está siendo aplaudida donde se ha podido ver algo, asi que este año debería ver la luz de alguna forma, acrecentando así la carrera de Amy Johnston, por cierto, que este también parece que será su año, pero es otro tema al que volveremos en otro próximo post.
En el 2014 tuvimos un intento de lanzar otra película de artes marciales mostrando estilos antiguos de Silat. Su título, The Golden Cane Warrior, dirigida por Ifa Isfansyah, un director más acostumbrado a dirigir dramas que le psó factura. Una película con problemas de ritmo pero buenas coreografías del hongkonés Xin Xin Xiong, lo cual se nota mucho en el uso al estilo chino del Bastón Dorado del título.
El uso de cables y las técnicas en general son más cercanas a Érase Una Vez En China (1991) con Jet Li (no en vano Xiong trabajó en ella como actor y doble de Li además de ser especialista y actor en otras entregas de la saga y de films de Yuen Woo Ping) que a The Raid, no sólo por la historia, que nos recuerda mucho a los wuxia de la Shaw Brothers, con el uso del honor, la lealtad, la traición. Se intentó vender en diversos festivales, incluso se pensaba estrenar en España, pero el resultado final no ayudó. A pesar de tener ciertas carencias, se deja ver y aunque se echa en falta un director mejor (el propio coreógrafo la hubiese rodado mejor) entretiene lo suficiente para llenar el hueco entre otros estrenos más potentes.
Como ves, no hay demasiados proyectos para el futuro inmediato del cine marcial indonesio, y muchos de ellos se retrasan constantemente, como la anunciada The Raid 3, que el propio director, Gareth Evans, uno de los responsables de esta nueva ola de cine marcial surgido en Indonesia, que no verá la luz como pronto hasta el 2018, debido en parte a los dos proyectos que prepara el director, el thriller sobre cultos religiosos Apostle y otro thriller, pero policíaco titulado Blister que podría llegar a protagonizarlo Iko Uwais, aunque de momento sólo se ha escrito el guion sin desvelar nada.
Lo bueno es que al final todos estos proyectos se pondrán en marcha casi a la vez y volveremos a tener nuestra reción de Silat, ya sea de forma clásico o en modernas películas de acción, en producciones locales, chinas o norteamericanas, artes marciales diferentes, con una personalidad propia y sobre todo con auténticos expertos en ellas.
Los nuevos héroes indonesios destinados a sustituir a las grandes estrellas que fueron George Rudy, Barry Prima o Advent Bangun empiezan a aparecer bajo los nombres de Iko Uwais, Joe Taslim o Yayan Ruhian además de algunos otros que seguro nos ofrecerán más títulos de culto con el que seguir enriqueciendo la variedad del cine marcial y el cine de acción en general mostrando no sólo otro país menos visto en el cine, si no un ate marcial diferente y menos conocido de lo que debiera.