Bruce Lee y las armas… orientales
Mucho se sabe sobre la vida y obra de Bruce Lee, pero existe un tema en particular muy poco conocido. Todo el mundo le recuerda en la gran pantalla con un nunchaku empuñado por sus manos pero ¿qué pensaba realmente sobre su manejo? ¿Cuál era su opinión y conocimiento sobre las diferentes armas marciales?
Para exponer claramente este tema tendré que hacer un breve repaso de su biografía. El primer acercamiento que tuvo Bruce con las armas lo mencionó él mismo, en una entrevista publicada en 1967 en la revista de artes marciales: “Black Belt“, en la cual habló de su adolescencia en los siguientes términos:
“-yo era uno de aquellos muchachos levantiscos que se agrupaban formando bandas, éramos muy peligrosos porque siempre estábamos buscando pelea con cualquiera, y porque íbamos armados con cadenas, que atábamos a nuestra cintura, o con bastones que tenían insertas hojas afiladas, hasta nuestros bolígrafos servían para herir, pues en ellos disimulábamos hojas de navaja. Un buen día me pregunté que pasaría si tuviese que luchar solo, sin la ayuda de mi pandilla; fue entonces cuando decidí aprender a defenderme solo y es cuando empecé a estudiar Kung-fu, aunque lo que realmente me interesaba era la defensa personal”.
Todo ello da una idea de la peligrosidad de las calles del barrio portuario de Kwoloon, en Hong Kong, donde vivía el joven Bruce Lee, sobre todo teniendo en cuenta que en esa época tenía tan solo doce años de edad, el cual, a pesar de ser una pequeña estrella cinematográfica en ciernes, no dejaba de vivir su vida como un hongkonés más.
Bruce Lee estudiante de Kung-fu
Bruce ya había tenido algo de experiencia marcial con la práctica del sistema Chen de Tai Chi Ch’uan con Lee Hoy-chuen, su padre, pero ello no le servía para defenderse, por lo que en 1953, con trece años, comenzó a entrenar Wing Chun con el maestro Yip Man, el cual, en los escasos cuatro años que enseñó al joven Bruce no le daría tiempo a enseñarle las armas tradicionales que se usan en su estilo: la pértiga (el bastón largo de tres metros de longitud) y los “cuchillos mariposa” (los bart cham dao).
La persona que más le enseñó en estos años, antes de su traslado a Estados Unidos en 1958, fue un amigo de su padre al que Bruce llegó a considerar como su tío: Siu Hon-san, el cual había aprendido el estilo de la “mantis religiosa” en la famosa escuela Chin-Wu de Shanghai. Bruce no sólo aprendería de él técnicas de pierna que combinaría con el boxeo corto que entrenaba con Yip Man, sino que también aprendería técnicas de Chin-Na (apresamiento y control) y dos formas con armas, uno de sable (shou-tao) y otro de lanza (chiang).
Además de estas dos armas, que le enseñara su “tío”, también aprendió el manejo básico de otras muchas incluidas en el aprendizaje de otros estilos; entre ellas el bastón de tres secciones (san chieh pang) y las dagas gemelas (seung pei-san).
Bruce Lee estudiante de armas
Desde su llegada a Estados Unidos hasta la exhibición que hizo seis años después en el campeonato de Long Beach Sports Arena, celebrado en California el 2 de agosto de 1964, Bruce no tuvo contacto con nadie que le enseñara mucho más sobre armas marciales, incluso llegó un momento en que estas dejaron de interesarle tan vivamente como al principio de su carrera marcial, pero en dicho torneo conoció a alguien que le hizo plantearse el seguir aprendiendo técnica con armas, ese alguien fue el que tiempo después sería su amigo y alumno Dan Inosanto.
Daniel Arca Inosanto, de ascendencia filipina pero nacido en California, era en aquella época un avezado artista marcial conocedor de varios sistemas (Karate, Ju-jutsu, Boxeo, Lucha Libre, Kenpo de Ed Parker…) entre los que se incluían distintos sistemas de eskrima filipina que aprendió con diferentes instructores filipinos residentes en Estados Unidos, con ellos aprendió el manejo del nunchaku y del kali. Cuando Bruce conoció esta circunstancia le pidió que le mostrara alguna técnica con aquellas armas desconocidas para él, quedando vivamente impresionado, tanto que le pidió que le enseñara su manejo.
Los filipinos llaman kali a los bastones fabricados con madura muy dura, de unos setenta centímetros de longitud y un grosor diametral de entre dos y medio y tres centímetros. Han sido usados tradicionalmente por pescadores y campesinos desde hace más de quinientos años para ayudarse en sus tareas cotidianas y para defenderse. Con el tiempo se fueron creando técnicas para uso de uno o dos kali, llegando a alcanzar sus practicantes una gran maestría, que trasmitieron a sus alumnos.
Además de los kali, los campesinos filipinos también usaban en su defensa los mayales cortos que empleaban para separar el grano de los cereales de su cáscara. Aunque popularmente se les conoce por su nombre okinawense: nunchaku, los filipinos los llamaban: tabak-toyok (“cola de perro”).
En esta época Bruce acabó de formar las bases de su Jeet Kune Do, y Dan Inosanto ayudó muchísimo a esta tarea, como vemos en el centenar de fotografías realizadas por Chester Maydole en el verano de 1966. Dicho fotógrafo, famoso entre los actores de Hollywood, plasmó en sus fotos numerosas técnicas de Bruce y Dan usado lanza, nunchaku y san chieh pang, en la Playa de Palos Verdes en Los Ángeles, revelándonos un intercambio técnico por parte de ambos amigos.
Con el tiempo Dan continuaría la labor de Bruce Lee expandiendo el arte del Jeet Kune Do por todo el mundo, enseñando lo que su maestro y amigo le había enseñado en estos años en el Jun Fan Gung-fu Institute de Los Ángeles.
A partir de la unión con Dan Inosanto, Bruce valora con mayor intensidad las armas marciales e intenta aprender lo más posible sobre el mayor número de ellas aplicando los principios del Jeet Kune Do al manejo de dichas armas, creando nuevas técnicas y sorprendiendo a su amigo. El maestro Inosanto reconoció en una entrevista:
“-No se puede decir que fui yo quien le enseñó el manejo del nunchaku, cuando Bruce Lee se interesó por el manejo, después de una pequeña demostración por mi parte, creó su manera particular de manejo de nunchaku basado en el Jeet Kune Do”.
Después de esto la técnica de nunchaku de Bruce Lee es considerada por el público como sin precedentes, superando incluso a su maestro, como vemos fácilmente en el combate con Dan rodado para la película “Game of death”.
Bruce, ya a mediados de los Sesenta, para hacerlo más versátil, modifico tanto la forma como la técnica del nunchaku, haciéndolo con un diseño más liviano y lógico para el tipo de uso que le pensaba dar, cambiando las dimensiones de cadena y bastón, y fabricándolo con caucho que ubicaba en su interior una varilla de muelle de acero, con el fin de dotarle de una mayor flexibilidad pero sin perder eficacia.
Años después, para rodar las citadas escenas de combate ideó unos nunchakus para ser usados para golpear sin hacer daño, fabricando los bastones con material muy blando y sustituyendo la cadena por una cuerda. El resultado en pantalla fue espectacular, y el rodaje seguro.
Esta maravillosa época duró casi seis años, desde la demostración de Long Beach hasta que, en 1970, Bruce Lee se lesiona la espalda entrenando con pesas. Después ya no tendría tiempo de aprender más, ya que en los tres años que le quedaban de vida, llenó su tiempo haciendo películas y perfeccionando su estilo de combate y autodefensa.
Bruce Lee y sus armas en la pantalla
A pesar de la creencia popular, la primera vez que Bruce usó los nunchakus en pantalla no fue en la película “First of fury”, sino que lo hizo con anterioridad en la serie de televisión “The Green Hornet” (“El Moscardón Verde”) y los incluyó como arsenal de su personaje precisamente por la espectacularidad de los movimientos que podría usar y lo bien que quedaban estos en pantalla, por ello los incluyó posteriormente en casi todas sus películas.
“The Green Hornet” fue una serie de la ABC US televisión network que tuvo una sola temporada de gran éxito con 26 episodios (de 9 de septiembre de 1966 a 14 de julio de 1967), contemporánea al serial sobre Batman, con la que tuvo algún contacto (dos episodios). Estaba inspirado en un serial radiofónico de los años 30 y 40 del siglo XX, que también tuvo su adaptación a comic books. En él Britt Reid, un rico play boy, por las noches luchaba contra el crimen como héroe enmascarado, ayudado por su fiel asistente Kato, que también cubría su rostro con una máscara de cuero y vestía un uniforme de chofer, que incluía una gorra de plato, el cual conducía un coche blindado y acudía en ayuda de su amigo y jefe cuando éste estaba en peligro. En serie televisiva Bruce Lee encarnaba el personaje de Kato, dotándole de una importancia y peligrosidad mayor que el propio protagonista de la serie.
Tan sólo en algunos de los capítulos de la serie de televisión “The Green Hornet” aparece Bruce manejando armas; estas son: el nunchaku, que aparecería por vez primera en el capítulo 11 (“The Hunters and the Hunted”) y que sorprendería tanto a los norteamericanos como a los chinos habitantes de Hong Kong cuando adquirieron los derechos de emisión de la serie, la lanza (en un solo episodio) y, sobre todo, unos dardos verdes con ligeras alas (recordando la figura de un “moscardón verde”) que Bruce antes de lanzar llevaba escondidos en las mangas de su uniforme, con ello los guionistas hallaron la forma de acabar Kato con sus enemigos a distancia. En el episodio donde puede verse más arsenal marcial fue en el décimo (“The Preying Mantis”) en donde aparecería Dan Inosanto como letal oponente.
Fue esta serie la que le abrió las puertas de la industria cinematográfica hongkonesa, pues era un gran éxito que se centraba en su personaje, no en vano allí se anunciaba como “The Kato Show”.
En los primeros años la adopción de armas en sus películas le ponía fuera de sí, pues quería demostrar que una persona con tan sólo su cuerpo podía defenderse; lo que más furioso le ponía eran los célebres dardos, los cuales debía lanzar sobre las manos de sus adversarios armados; en cierta ocasión dijo:
“-Cuando lanzo esos malditos dardos me parece que soy uno de esos ridículos cowboys que, tendiendo seis balas en el revolver, matan a once o doce malos sin recargar”.
Esto se repetiría durante la película “Way of The Dragon”, en la que Bruce se puso tan furioso que el rodaje estuvo interrumpido varios días, hasta que le convencieron de que era lo que el público esperaba de él, pues ya lo había hecho como Kato.
En la primera película de Artes Marciales que apareció como protagonista: “Big Boss” (“Karate a muerte en Bangkok”) vemos que usa una sierra para partir por la mitad el cráneo de uno de sus atacantes, demostrando en pantalla uno de los principios del Jeet Kune Do: “adáptate a las circunstancias”. El personaje que interpretaba Bruce en la parte final de la película debía combatir contra el jefe de la banda de traficantes de drogas usando puñales; el director de la película: Lo Wei, creyó que Bruce no podría hacer con soltura este papel, pero cuando le vio en acción quedó anonadado, tanto es así que en cierta ocasión aseguró:
“-Manejaba el cuchillo con un rapidez y una destreza que parecía que fuera una prolongación de su mano”.
Teniendo en cuenta la desavenencia de este director con Bruce, estas palabras de elogio dan cuenta de la gran impresión que le causó.
En “First of fury” (“Furia oriental”) Bruce aparece por vez primera en la gran pantalla manejando un nunchaku, con gran pericia, contra varios adversarios. A partir de ese momento las bandas callejeras de Hong Kong adoptan peligrosamente el nunchaku entre su arsenal.
En “Way of the dragon” (“El furor del dragón”) ocurre el incidente con los dardos anteriormente mencionado, auque en el montaje final aparece este arma. Maneja también el bastón largo y, como dirían en el circo: “más difícil todavía”, si en la película anterior había usado un nunchaku, en esta usa dos y… ¡nos maravilla! Las armas vuelan en el patio como dos hélices de avión, rechazan, bloquean, pegan y arrebatan cuchillos, palos, navajas y cadenas de sus adversarios, mientras en el cine todos los espectadores están en el borde de sus asientos mirando embobados.
En 1973, año de la muerte de Bruce Lee, la Warner Bross produce la que sería el triunfo de Bruce en Hollywood, me refiero al film “Enter the dragon” (“Operación dragón”). En esta película vemos una gran exhibición de eskrima kali por parte de Bruce, la cual nos deja maravillados y con ganas de aprender esa técnica marcial. También emplea el bastón largo y, como es inexcusable desde “First of fury”, hace gala de su original técnica en el manejo del nunchaku, superando sus anteriores actuaciones.
Este mismo año se ruedan unos pocos minutos de lo que debía ser el Jeet Kune Do de las películas, y que desgraciadamente no llegó a ser por morir su creador, hablo de “Game of death” (“Juego con la muerte”). En esta película Bruce introduce un arma china poco conocida, el bako o látigo de bambú, con el que desarma fácilmente a su oponente: Dan Inosanto en su papel de experto en kali, y nos vuelve a maravillar con su nunchaku, denotando una pulida técnica por parte de ambos contendientes, convirtiéndose el combate en una verdadera clase de cátedra en la que pueden verse los principios del Jeet Kune Do aplicados al manejo del nunchaku.
La colección de Bruce Lee
Bruce, como sabemos, era un entusiasta coleccionista de libros de Artes Marciales, siendo su colección una de las bibliotecas marciales más nutridas a nivel mundial. Entre sus numerosas obras tenía muchos tomos sobre armas, los cuales ocupaban varios estantes de la biblioteca. Lo que poca gente sabe es que Bruce era coleccionista de un arma extraña pero de indudable belleza: el kris.
El kris es un arma blanca de uso común en Filipinas, aunque también se emplea en Java y en la península de Malaca, que tiene una longitud que oscila entre treinta y cuarenta centímetros, con una reconocible y original hoja serpenteante de doble filo.
Existen dos tipos de kris: el de ritual y el de uso habitual, este último lo manejan en el campo casi todos los hombres mayores de catorce años y algunas mujeres, siendo construida su vaina y mango con madera o cuerno; mientras que el de ritual, que se reservaba como puñal sagrado para usarlo en sacrificios a los dioses, la vaina y mango están bellamente ornamentados y constituyen verdaderas obras de arte.
Bruce Lee coleccionaba antiguos kris de ritual, los cuales tenía guardados cuidadosamente en una caja de seguridad, ya que, al ser muy supersticioso, pensaba que si uno de ellos desaparecía, la desgracia caería sobre su familia.
Bruce Lee y su opinión sobre las armas
Bruce tuvo una evolución constante a lo largo de su vida, incluso con este tema. En un principio, cuando empezó su entrenamiento en Hong Kong estaba apasionado por aprender todo lo referente sobre las Artes Marciales, incluyendo también el manejo de las armas. Pero cuando llegó a Estados Unidos su pensamiento cambió referente a ellas.
Bruce era un atleta superdotado y con unos conocimientos sobre su cuerpo y sobre las Artes Marciales increíbles, por todo ello, al principio de su carrera en América, no quería oír hablar de las armas, sólo confiaba en su fuerza, sus puños y piernas eran sus mejores armas, pero con el tiempo este pensamiento cambia. Cierto día leyó lo ocurrido con los Boxers de principios del siglo XX en China, los cuales llegaron a creer en la ineficacia de las armas de los “diablos blancos”, y se enfrentaron a ellos a cuerpo descubierto, con pasión y fanatismo, muriendo a miles.
Bruce meditó largamente sobre esta historia real; por un lado sus impulsos le llevaban a hacer frente a las armas sin usar más que su cuerpo, pero al fin la razón le hizo ver la conveniencia de equiparar las posibilidades al máximo. Llegó incluso a comentar:
“-Las armas pueden ser vencidas por otras similares, sobre todo si quien las utiliza es un hombre que además de ser hábil, conoce las Artes Marciales”.
Por ello, aunque al principio no enseñó el manejo de armas a sus alumnos, después no pudo menos que decir:
“-Nuestros luchadores aprenderán el uso de todas las armas recomendadas y usadas por los maestros de las viejas Artes Marciales, pero irán más allá, sin rechazar ninguna por extraña que pueda parecerles, habida cuenta de que lo importante es la victoria”.
El legado de Bruce Lee
Además de su estilo, el Jeet Kune Do, Bruce, sin saberlo, fue la semilla en la creación de un nuevo deporte, pues a partir del manejo de nunchaku que se podía ver en las películas y del combate contra Dan Inosanto en su película inacabada, se fundaron las bases del Nunchaku Freestyle (o “Estilo libre”).
A partir de lo visto en las imágenes cinematográficas, miles de practicantes vieron en el manejo del nunchaku una nueva forma de expresión artística, por lo que se ideó un deporte (no un arte marcial) en el que primaba no la efectividad sino la belleza y dificultad del manejo del que otrora fuera un arma marcial mostrándose para ello una coreografía ajustada a la intervención en el torneo. Incluso se hacen torneos de combate con nunchakus similares a los usados por Bruce y Dan en película inacabada, con los participantes debidamente protegidos a pesar del diseño acolchado de los nunchakus empleados.
Bruce continúa inspirando a cientos de miles de artistas marciales.
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